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Compositores de la libertad.... y otras sugerencias patrias

Por Glen Rodrigo Magaña.

Nuestra independencia en Homo Espacios la celebramos con este especial… a lo mexicano, entre los ecos del Himno Nacional Mexicano, sus  orígenes complejos, los autores y datos curiosos sobre el también llamado “Himno santanista”. Además, comentaremos sobre algunos compositores de la lírica que nos distingue como país, los temas más representativos y el reconocimiento de la música vernácula a nivel mundial, así como otras sugerencias turísticas para que disfrutes de estas fiestas patrias.

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

La historia relata que el arrojo de un sacerdote guanajuatense, el 16 de septiembre de 1810 en el pequeño pueblo de Dolores Hidalgo, dio inicio a una nueva etapa que nos brindaría libertad como nación… y año tras año conmemoramos la épica batalla que emprendieron nuestros verdaderos insurgentes, más allá de los líderes, aquellos indígenas que quedan en el olvido, los verdaderos héroes, miles de hermanos que vertieron su sangre en esta lucha con el sueño de la tan anhelada libertad. Sí, una vez más la raza pura, la que habla zapoteco, mixteco o náhuatl, símbolo del México original y que desgraciadamente son la clase más desfavorecida de nuestro país, misma que ha  soportado por siglos el abuso de los poderosos, entre el abandono y el pago de la ingratitud y la marginación, ellos… los pobres de nuestra riqueza nacional.

 

Mientras tanto, recuerdo las canciones de mis abuelos, la música mexicana con el acompañamiento de la guitarra de mi padre… la percibo tan cerca, lágrimas vueltas melodía, letras que son sabiduría pura, que pintan con su sentimiento a mi país en los lienzos del interno entre sus notas, las obras de los que han comprendido la grandeza de nuestro México, esos genios… los compositores de la libertad.

 

Celebremos estimados lectores, la fiesta de los mexicanos con melódica, entre la historia de las diez originales estrofas del Himno Nacional Mexicano, aporte de un poeta potosino con la musicalización de un ibérico, así como el desarrollo de nuestra lírica vernácula con algunos de sus creadores y otras sugerencias para el gozo de estas patrióticas festividades.

 

El Himno Nacional Mexicano…  su curiosa historia

 

Antes de que existiera el canto patriótico que actualmente entonamos, hubo varios intentos por brindar a México un tema que lo representara. Por ejemplo, en la época virreinal se cantaba la “Marcha Real” o “Marcha de Granadera”  del oboísta y compositor andaluz Manuel de Espinosa de los Monteros, así como piezas de la música sacra que eran emitidas en actos públicos; entre sus principales exponentes se encuentran el organista y director de coro mexicano Manuel de Sumaya, el peninsular José de Torres Martínez o el violinista, clavecinista y director de orquesta novohispano José Manuel Aldana.

 

Después de la independencia existieron varios intentos por obtener un himno. Algunos datos muestran que en 1921, bajo el primer Imperio en México, Iturbide musicalizaba los actos oficiales con el canto gregoriano Veni Creator, autoría -según se cuenta- del escritor, filósofo y teólogo alemán Rabano Mauro. Pero, Querétaro, también se dice que otorga el primer Himno Nacional, una marcha creada por el maestro José Torrescano, músico que formaba parte del Ejército Insurgente, composición que no fue bien recibida por los aristócratas de aquel tiempo y quedó descartada como pieza musical de México.

 

Otros aportes fueron en 1822 con un tema que honraba a Agustín de Iturbide, creación de José María Garmendia. Para 1849, después de la primera intervención norteamericana, se organiza la Junta Patriótica de la Ciudad de México, la cual realiza un concurso para componer un himno nacional y el ganador fue el estadounidense Andrew Davis Bradburn; lo curioso es que sus estrofas eran muy parecidas a las que después realizara Francisco González Bocanegra, pero debido a los conflictos con el país del norte afortunadamente no se dio.

 

Existieron muchos otros músicos y compositores de distintos países como Cuba, Italia y Australia que esperaban ser los autores de nuestro Himno Nacional, pero la historia sería otra. A finales de 1853, el gobierno del entonces presidente Antonio López de Santa Anna, lanzó una doble convocatoria: la primera para un poema y otra para la música de un Himno Nacional. Para la letra fueron 26 los elegidos y el ganador fue el potosino Francisco González Bocanegra. Lo curioso es que este joven poeta realizó nuestro Himno gracias a la pericia y métodos de convencimiento de su prometida, así como con la ayuda de su prima Guadalupe González del Pino, quien encerró a González Bocanegra en un cuarto, dejándolo salir hasta que completara el poema patrio y que después de varias horas fuera entregado a su tierna dulcinea, con diez estrofas de las cuales actualmente sólo entonamos cuatro y el coro.

 

Lamentablemente, González Bocanegra, no recibió en vida el reconocimiento que debería por su obra, incluso se dice que no fue merecedor a ninguna compensación ni premio alguno. Murió a los 37 años a causa de la fiebre tifoidea, entre algunas tímidas palabras de periodistas que anunciaban su fallecimiento, pero sin mencionar que era el autor del Himno, ya que era prohibitivo, esto antes que Santa Anna dejara el poder y a quien se le asociaba como su pieza musical: el “himno santanista”.

 

Por su parte, la musicalización del Himno Nacional Mexicano cuenta otra historia. Posterior a elegir al ganador de la letra del Himno, la música supuestamente sería seleccionada un mes después y así fue. El vencedor fue el compositor y famoso contrabajista italiano Giovanni Bottesini, pero en el poder siempre existe “un favorecido” y éste fue Jaime Nunó Roca. Resulta que en un viaje a Cuba, Santa Anna y él músico español Nunó se convirtieron en grandes amigos, le ofreció el cargo de director de las bandas militares, y el resto, ustedes sabrán interpretarlo. Lo cierto es que la letra y la música estaban listas para fusionarse, así que el Himno Nacional Mexicano o popularmente llamado “santanista”, se interpretó oficialmente por primera ocasión en el Teatro Santa Anna el 15 de septiembre de 1854. Cabe mencionar que esta  edificación que fuera obra del arquitecto español Lorenzo de la Hidalga, fue demolida tiempo después para construir lo que hoy se conoce como Palacio de Bellas Artes.

 

Jaime Nunó, luego de que Antonio López de Santa Anna deja la Presidencia, decide radicar en los Estados Unidos, donde vivió oculto muchos años por miedo a que su relación con el ex presidente le causara algún daño, hasta que un periodista de la época del porfiriato lo descubre e invita a que conozca al nuevo mandatario, accede y es recibido con honores brindándole varios homenajes entre el periodo de 1901 a 1904. Nunó fallece el 18 de julio de 1908 y sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón Civil de la capital mexicana.

 

La segunda mitad del siglo XIX contó con otros himnos que también se entonaban; uno de estos fue “La Marseillaise”, tema favorito del presidente Benito Juárez. Otra pieza que fue aceptada por el pueblo fue “La Marcha de los Cangrejos” de Guillermo Prieto, hasta que en el extenso periodo presidencial del general Porfirio Díaz se bautiza por primera vez al “himno santanista” como Himno Nacional Mexicano.

 

Existen diferentes versiones sobre los derechos de autor, ya que algunos sospechan que Nunó vendió su composición a una productora estadounidense, pero un dato sobresaliente es que en el año 2010, dentro del marco del Bicentenario de la Independencia de México, un descendiente de Jaime Nunó compartió 5 mil documentos del compositor español, lo que permitió realizar la primer biografía del músico escrita por Cristián Cantón y Raquel Tovar, en la que se destacan las 500 obras musicales que incluyen varios ritmos.

 

Lírica mexicana… y algunos de sus compositores

 

Muchos son los artesanos de los sonidos del sentimentalismo mexicano, poetas que hacen audible los rincones de nuestra nación, talentosos compositores que entre sus temas expresan la grandeza del país; entre algunos de estos genios melódicos se encuentra el jalisciense Pepe Guízar, autor de varios sones, temas rancheros y algunos boleros, y mejor conocido como el “El pintor musical de México”.

 

El maestro Guízar realizó varios estudios en música, declamación y poesía. Su trabajo destacó -y con mucho éxito- en la radiodifusora XEW en los años veinte; autor de grandes temas como “Guadalajara”, “Sin ti”, “Como México no hay dos” o la “China poblana” y entre sus principales intérpretes se encuentran Jorge Negrete, Antonio Aguilar, el trio Los Panchos y el guitarrista Antonio Bribiesca, por citar algunos.

 

Otro ícono de nuestra música mexicana, es el músico y actor oriundo de la Ciudad de México, don Manuel Esperón, que en sus inicios musicalizara filmes mudos con su piano; fue considerado como uno de los pilares sonoros del Cine de Oro Mexicano. El renombrado maestro Esperón fue galardonado en varios países y premiado muchas ocasiones en México; dirigió a los principales representantes de la música vernácula del siglo XX al componer más de 300 canciones, entre ellas destacan: “Flor de Azalea”, “¡Ay! Jalisco No Te Rajes”, “Serenata Tapatía”, “No Volveré”,  “Amorcito Corazón” y “Yo soy mexicano”, entre otros grandes éxitos.

 

Rubén Fuentes también brindó mucho de su talento a la lírica nacional. Este violinista y compositor tapatío es reconocido por enriquecer la música del mariachi, el bolero ranchero y la melodía romántica. Además fue arreglista del Mariachi Vargas de Tecalitlán y del gran José Alfredo Jiménez; productor de Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía y Lola Beltrán; director musical de la RCA Víctor de México, en los años cincuenta y sesenta; premiado como mejor compositor en 1954, 1958, 1959 y 1971,  así como realizador de grandes temas como “La Negra”, “La Bikina”, “Que bonita es mi tierra”, “Sabes una cosa” o “Cien años”.

 

El esplendor melódico de nuestro país es tan extenso, que faltarían libros enteros para comentar sobre sus principales representantes, como Juventino Rosas, Miguel Lerdo de Tejada, Ignacio Fernández Esperón “Tata Nacho”, José Antonio Zorrilla “Monís”, Luis Demetrio, entre otros tantos compositores del amor y la libertad.

 

Recomendaciones… patrias

 

Los eventos que te recomendamos para celebrar estas fiestas patrias son: en Puebla, el domingo 14 de septiembre se presentará en su zócalo la oaxaqueña Lila Downs y el 15 contará con tres voces que seguramente te harán hacer tus maletas, hablamos del concierto de Tania Libertad, Eugenia León y Guadalupe Pineda; la “Verde Antequera”, ofrecerá varias fiestas mexicanas en los diversos bares y sitios nocturnos de esta metrópoli oaxaqueña y los tapatíos por su parte, llevan a cabo hasta el 14 de septiembre, el Festival del Tequila en el Cortijo los Fernández, así como la celebración del “Día del charro” en el Lienzo de Xochitepec, el domingo 14 de septiembre.

 

La capital mexicana, por su parte, desarrollará la Fiesta Grande en el Centro Cultural del Bosque con distintos bailables de nuestra nación, todo este mes; el Teatro de la Ciudadela presenta el domingo 14 de septiembre, a las 04:00 de la tarde, la puesta en escena “En boca de todos… Bocanegra” y el 21 de septiembre realizará el espectáculo de canto y narración oral “México de mis amores” a las 16:00 horas; así mismo, la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, realizará este domingo 14 la presentación del disco Fiesta Mexicana a las 17:00 horas.

 

Estimados homoespacieros, les comparto los enlaces relacionados al Himno Nacional Mexicano, algunas canciones y destinos patrios:

 

Historia del Himno Nacional Mexicano. 

Mexicanos al grito de guerra (Película). 

Con M de México. (Concierto). 

Turismo de México. 

 

 

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