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Gene Kelly… los pasos fílmicos de un bailarín

Por Glen Rodrigo Magaña.

El cine de las décadas de los 40 y 50, coquetearon con el arte en movimiento creando verdaderos tesoros fílmicos en aquella época de oro de los musicales en la pantalla grande, donde Gene Kelly se coronó como el emperador de la danza en Hollywood. La vitalidad, un estilo varonil, así como el ingenio al manejar diversos ángulos de las cámaras, escenarios en las calles de Nueva York y su mejor pareja de baile, el animado ratoncito “Jerry” -según afirma el mismo Gene- entintan este artículo homoespaciero, en el que intentaremos describir los pasos fílmicos de este célebre bailarín que revolucionó la forma de hacer cine. Comentaremos sobre sus primeros días en las calles de Pittsburg, el deseo de ser periodista, su desempeño como abogado y actor de teatro, así como la primera cinta que realizó al lado de Judy Garland, hasta llegar a su última actuación a los 68 años y su fallecimiento en 1996.

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

La forma más sutil para tener contacto con alguna gentil dama, es el baile, donde los cuerpos hablan un lenguaje tan antiguo y misterioso que desnudan en un instante aquellas intenciones que no expresamos con palabras. Por supuesto, el arte dancístico es muy admirable entre las musas, mismas que son fascinantes al practicarlo y utilizan éste como una de las principales armas para seducir al género masculino. La danza en sus rincones más primitivos produce pasión y arrebato, también puede provocar ternura o un intenso estado de enamoramiento. Vislumbremos apreciables homoespacieros un poco este concepto: una laguna, el templado atardecer entre vegetación poco boscosa, unos delicados ojos primaverales, la complicidad de alguna pieza romántica entonada por Ella Fitzgerald en el reproductor de tu automóvil y como pista de baile, el roce del césped acariciado por el aire, serían un breve ejemplo. Creo que el arte en movimiento es la celeste expresión de lo que enmudece, dialecto de la sensibilidad y un exquisito sentido con el que nos dotó el maestro de la creación.

 

Evolucionamos, adoramos, sentimos y disfrutamos en nuestro trayecto por este mundo, bailes acompañados con música, que es su pareja eterna. Existen contados bailarines que hayan trascendido en esta disciplina artística y definitivamente entre estos excepcionales personajes figura Gene Kelly, un joven de los suburbios de Pittsburg que enfrentó la vida con pasión y logró revolucionar toda una industria, con los pasos fílmicos de un bailarín.

 

El bailarín y sus primeros días…

 

Eugene Curran Kelly pertenecía a una familia de clase media. Fue el tercero de cinco hermanos: Jay, Louise, Jim, Fred y Gene. Nació el 23 de agosto de 1912 en Pittsburgh, Pennsylvania, Estados Unidos. Su padre era un canadiense que vendía fonógrafos y su madre, de descendencia alemana, era bailarina, quien le heredó el gusto por esta manifestación artística desde pequeño, así como a sus hermanos. Cuando Gene tenía ocho años, la señora Kelly creó el conjunto “The five Kellys”, pero las burlas entre los chicos de la comunidad hacia a los varones que realizaban esta actividad, al catalogarlos como “mariquitas”, propició a Gene una fama de golpeador. En su adolescencia le llamaban la atención los deportes como el Béisbol y soñaba con pertenecer al equipo de los Piratas de Pittsburg. A los 15 años de edad le regresó el gusto por el baile, ya que era una gran excusa para conquistar señoritas, incluso, formó con su hermano Fred una pequeña compañía coreográfica llamada “The Kelly brothers”.

 

En la época de la gran depresión, Gene trabajó como aprendiz de periodista y consideró en cierto momento dedicarse de lleno a este gran oficio, inclusive realizó los trámites de incorporación a la Pennsylvania College State para estudiar periodismo, pero la crisis no le permitió hacerlo. En el período de 1931 a 1933 estudió Economía en la Universidad de Pittsburg, además se matriculó para estudiar leyes, carrera que no concluyó pero litigó en un caso, la defensa de la actriz y cantante Mary Martin contra una productora fílmica, ganando el juicio. En esta etapa de su vida, también participó en el negocio familiar, las academias de baile “The Gene Kelly Studio of Dance”, como profesor y coreógrafo.

 

Arte escénico… y los primeros filmes

 

En 1937 se aventura a conseguir empleo en Broadway, sin tener mucha suerte, lo que motivó su regreso a Pittsburg, donde participó en algunas puestas en escena como coreógrafo. Sin embargo, la entrada al exigente circuito teatral llegaría en 1938 junto a Billy Rose. Su debut fue en el musical “Leave it to me” como bailarín de Cole Porter, para dar paso a “Time of your life”, “One for the money” y en 1940 “Pal Joey” le abrió las puertas de Hollywood, consiguiendo un contrato con el productor David O. Selznick. Cabe mencionar que por esta época conoce a su primera esposa Betsy Blair, con la que contrae matrimonio en 1941, dura 16 años casado, tiempo en el que procrea un hijo llamado Kerry.

 

La compañía que adoptó a Gene fue la Metro Goldwyn Mayer (MGM), casa productora donde grabó su primer filme al lado de la ya famosa Judy Garland, en la cinta “For Me And My Gal” (1942) de Busby Berkeley. Una de las escenas más conocidas de este rollo, es cuando la bella Judy comienza a cantar acompañada por una pianola y Gene la saca a bailar con el peculiar estilo de tap del maravilloso par de célebres artistas.

 

En sus primeros tiempos, Kelly fue motivado a aceptar papeles dramáticos, ya que su imagen era más cercana a un galán de cine que a un bailarín, pero Gene nunca estuvo de acuerdo con esto, tanto que en 1943 la MGM lo presta a la Columbia Pictures para realizar “Cover Girl” (1944) -considerado su primer éxito- en el que imprime una nueva forma de danza en el cine al bailar consigo mismo, en una muestra de talento puro, con un estilo más urbano y menos sofisticado que el de Fred Astaire, con quien por cierto compartió pasos en 1946 en el film “Ziegfeld Follies” de Vincente Minnelli. Esta cinta fue la única película de corte musical en la que compartieron créditos.

 

En 1944 Kelly decide alistarse en la Segunda Guerra Mundial, a lo que la milicia norteamericana le pide realizar un documental, creando en Gene una nueva faceta, la de productor y director.

 

¡Esto, sí es bailar!

 

Después de "Las Modelos" en 1944 junto a Rita Hayworth y bajo la dirección de Charles Vidor, realizó otros éxitos como "Levando anclas" (1945) con Frank Sinatra, Kathryn Grayson y gambeteó por primera vez con un dibujo animado, el ratoncito Jerry de “Tom and Jerry”. En 1948 actúa en la cinta "El Pirata" (1948) de Vincente Minnelli e interpretó a D'Artagnan en el film "Los Tres Mosqueteros", en este mismo año.

 

Muchos especialistas coinciden que las tres joyas de Kelly fueron durante la época en que incursionó como director y productor en compañía del cineasta Stanley Donen. La primera obra fílmica -la cual revolucionó la forma de hacer este tipo de cine, ya que ocupó por primera vez escenarios en exteriores- fue “On the Town” (1949) con la participación de Frank Sinatra, Jules Munshin y el mismo Gene. La segunda cinta, es considerada por el American Film Institute como el mejor musical de todos los tiempos: “Singin' in the Rain” (1952). Esta joya muestra la transición del cine mudo al hablado –a finales de la década de los veinte cuando se estrena la película “The Jazz Singer” interpretada por Al Jolson, filme protagonizado por Debbie Reynolds, Gene Kelly y Donald O'Connor. La principal escena de “Singin' in the Rain”, es cuando Kelly interpreta el tema homónimo de este rollo en medio de la lluvia, que estaba mezclada con leche para que destacaran las gotas de agua, y un dato curioso, es que tenía temperatura de casi 40 grados cuando realizó este baile. La tercera obra es “It´s always fair whater” (1955) protagonizada por Gene, Dan Dailey y Cyd Charisse.

 

Otro título que protagonizó este maestro de la danza y una de las cintas más aclamadas fue “Un americano en París” (1951), dirigida por Vincente Minnelli, director considerado como el padre de los musicales modernos. Es importante señalar que esta película obtuvo seis premios Óscar de la Academia, uno de ellos fue a Mejor Película y otro honorífico a Kelly por su labor como actor, cantante, bailarín, director, coreógrafo y productor, siendo éste el único Óscar en su vida.

 

Los últimos pasos…

 

En 1957 Gene se separa de Betsy Blair y se casa por segunda ocasión en 1960 con su asistente en coreografía Jeanne Coyne, con quien tuvo dos hijos, Timoteo y Bridget, pero lamentablemente ella falleció el 10 de mayo de 1973 en Los Ángeles, California, a causa de leucemia con 50 años de edad, dejando a Kelly viudo.

 

En el período de 1956 a 1985, Gene vive más de cerca su etapa como director al producir cintas como “Invitación a la danza” (1956), “¡Hello Dolly!” (1969) con Barbra Streisand y Louis Armstrong logrando tres estatuillas Óscar, "The Cheyenne Social Club" (1970), así como participar en la realización de tres películas documentales "That's Entertainment" (1974), "That's Entertainment II" (1976) y "That's Entertainment III" (1994), en la época de oro del cine musical bajo la firma de la MGM. La última participación de Kelly como actor fue en el film “Xanadú” (1980) en compañía de Olivia Newton-John, aunque fue muy criticado el baile de los dos actores en la nostálgica pieza “Whe never you're away from me”, se muestra el brío de un Kelly con 68 años de edad y el reflejo de su amor por la danza. Dato curioso, Patricia Ward -la tercera esposa del bailarín- se casa con Gene en 1990, cuando ella tenía 31 y él 77 años…eso es tener vigor.

 

Finalmente, el 2 de febrero de 1996, a las 8:15 horas, en Bervely Hills, este gran bailarín falleció a causa de un derrame cerebral. Ese día, los teatros de Brodway apagaron sus luces. El proyecto final de este gran actor fue “Los gatos no bailan” que se estrenó en 1997.

 

Homoespacieros, la obra de este gran cineasta y coreógrafo norteamericano consta de 30 películas, 9 obras de teatro y 12 participaciones en series de televisión. Su vida es una muestra de que la danza también puede ejecutarse de forma varonil y que la pasión es uno de los principales ingredientes para el éxito. Así que les compartimos algunos enlaces al estilo Gene Kelly:

 

-Homenaje a Gene Kelly.

-“For Me And My Gal” (1942) con Judy Garland. 

-“The Babbitt and the Bromide” (1946) con Fred Astaire. 

-“Singin in the rain” (1952). 

-“Xanadu” (1980) con Olivia Newton John. 

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