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Harold Lloyd… bajo el lente de la comicidad

Por Glen Rodrigo Magaña

El cómico más famoso de los Estados Unidos, formó parte del triunvirato del humorismo fílmico junto a Chaplin y Keaton, considerado como el “Rey de la comedia de suspenso”, el jovencito “Speddy” en sus años de infancia, quien después de ser un simple acomodador de butacas en un teatro, lograra ser uno de los fundadores de los AMPAS, el “Hombre de las gafas” que compartió una profunda competencia y admiración con el vagabundo Charlot, el genio de los gags y quien en su temprano retiro fuera conocido por su afición a la fotografía tridimensional.

Amigos, los invitamos a ver las cápsulas “Homo Espacios” todos los viernes por el Noticiero México al Día MD de Televisión Educativa y a escuchar el comentario homoespaciero dentro del programa “Clase Turista” en ABC Radio por el 760 AM, todos los sàbados de 15:00 a 16:00 horas.

“La risa es el sonido más hermoso del mundo…”   

Harold Lloyd

 

El lenguaje de la comicidad contiene un mensaje más profundo que cualquier otro género cinematográfico, su magia se basa en lo genuino, muestra con gran arte esas emociones incómodas, lo que no queremos que los otros vean, con un tratamiento natural, donde la aceptación de quienes somos… es parte de su genialidad.

 

La creatividad es su estado más puro, que cuando todo “se pone serio”, acaricia el interno y en su discurso, reflexiones que brindan significado a la cotidianidad, en la fortaleza de la ingenuidad y bajo estos renglones, encontramos a uno de sus magos de la risa, el “Hombre de las gafas” colgado en el tiempo… Harold Lloyd.

 

 

El pequeño “Speedy”

 

Así lo apodó su padre James Darsie “Foxy” Clayton, quien era de ascendencia francesa y un astuto, aventurero, así como “bohemio hombre de negocios”, que por más intentos que hiciera, no lograba conservar un empleo por más de dos meses. Mientras que su madre, Elizabeth Lloyd, era de carácter dominante y una amante de las artes escénicas. El cuadro familiar, lo completaba su hermano Gaylord, cino años mayor que el famoso “chico de las gafas”.

 

Harold Clayton Lloyd nació en una humilde cabaña de Burchard en Nebraska, un 20 de abril de 1893, era un niño un tanto inquieto, ingenioso y apasionado de las puestas en escena, tanto, que con tan solo 12 años de edad, comenzó a trabajar como acomodador en el Theater Orpheum de Omha.

 

En 1910, sus padres se divorcian y toma la decisión de vivir con su intrépido padre, por lo que la diversión era garantizada, pero el dinero no tanto. El joven aspirante a actor decide trasladarse a California para estudiar teatro y aprender los recursos escénicos de quien sería su mentor: Jhon Lane Connor, director de la Compañía Ambulante Burwood.

 

 

En el reinado de Chaplin

 

Los años dentro del circuito teatral para Lloyd fueron pocos, ya que en 1912, gracias al apoyo del señor Connor, ingresa a la Edison Films Company como extra de películas, fue en este sitio donde conocería a su gran amigo y quien sería su principal socio por más de una década: Hall Roach.

 

Después de que la suerte le sonriera a Roach, al recibir una pequeña fortuna de una herencia familiar, Hall crea su productora e invita a trabajar a Harold en 1914.

En la efervescencia chaplinesca, muchos creativos fílmicos realizaban copias del vagabundo británico… Charlot era el rey y lo demás solo sombras. Además era el principal referente de la comicidad en la industria cinematográfica, así que para este par de jóvenes realizadores, la solución era seguir la corriente.

 

El primer personaje de Harold fue un subproducto de esta moda: Lonesome Luke, un callejero personaje de ropa ancha, bombín y bigote, que tomó algo de fama entre el público infantil, así como ayudar a que la productora se mantuviera a flote.

 

Lloyd, frustrado por permanecer como una calca infantil de Chaplin y en contra de los temores de su socio por mantenerse con este mediocre proyecto, crea en 1917, a su personaje. En un análisis sobre la compatibilidad del joven común estadounidense, de clase media, con carácter un poco tímido, sencillo, galante, un héroe urbano de lo cotidiano, que usa trajes ajustados, sombreros de paja, un moño en el cuello de la camisa y unos lentes de carey, nace: “El hombre de las gafas”. Al interpretar su primer rollo Over the Fence (1917), bajo este seudónimo.

 

 

Consentido de los estadounidenses

 

En 1921, Lloyd rodaría su primer mediometraje, A Sailor Made Man, pero sus dos principales obras maestras tiempo después, fueron: Grandma´s Boy (1922), la historia de un sobreprotegido joven consentido por su abuela, que debe demostrar su valentía para ganar el corazón de la chica de sus sueños; y Safety Last! (1923), que encierra una crítica sobre el éxito, la presión del tiempo y las exigencias por escalar dentro de una sociedad capitalista. Éste, fue su filme con mayor posicionamiento entre el público por la famosa escena donde está colgado en una de las manecillas de un gran reloj ubicado en la fachada de un edificio, brindándole el título del “Rey de la comedia de suspenso”.

 

Otras joyas lloydianas son: The Freshman (1925), donde interpreta a un estudiante novato que se convertirá en el héroe de su universidad; y su última película muda, Speedy (1927), en la que rinde un humorístico homenaje a la ciudad de Nueva York, la cual titularía de este modo por los recuerdos de su niñez con su padre.

 

El maestro de los gags contaba con un equipo especializado, minucioso y de alta calidad fílmica, llamados The Gag Men, quienes eran los responsables de analizar cuadro por cuadro cada secuencia y editar o añadir escenas a los filmes del “hombre de las gafas”. En 1924, se independizó de Hall, al crear su propia firma: la Harold Lloyd Film Corporation.

 

En su vida privada, Lloyd se casaría con una de sus compañeras de actuación en 1923, su nombre Mildred Davis, con quien tuvo dos hijos Gloria Lloyd y Harold Lloyd Jr., además de ser su única compañera por el resto de su vida, aunque se rumora que tuvo algunos resbalones.

 

 

Sonidos de la decadencia

 

Con la llegada del cine sonoro las cosas cambiaron para muchos actores fílmicos, algunos tardaron en dar el paso, pero Harold decidió embarcarse en esta nueva tendencia, tomó clases sobre manejo de voz y en 1929, decide dar un vuelco a la cinta Welcome Danger, al incluir el sonido, lo que elevó a un millón de dólares los gastos de producción, logrando un cierto éxito en taquilla, gracias a que fue proyectada antes del crack en la bolsa de valores de Norteamérica.

 

El 12 de agosto de 1932 estrena el que se considera su mejor rollo sonoro: Movie Crazy, pero obtuvo un ingreso muy escaso. En 1934, aparece en la pantalla grande The Cat`s Paw, cinta en la que su estilo de comedia dio un giro, al exponer temas como corrupción, racismo, cacicazgos y el fascismo, bajo el eslogan: “Todo es nuevo menos las gafas”.

 

La pobre aceptación de su faceta dentro del cine sonoro, llevó a Harold a grabar su último filme con su productora en 1938, con Professor Beware.

 

 

Un exótico retiro

 

A la temprana edad de 45 años, Harold Lloyd decide retirarse del séptimo arte, aunque en 1947 apareciera en una película que permaneció enlatada por tres años: Sin of Harold Diddlebock, donde se aprecian las últimas piruetas del “hombre de las gafas” en una película.

 

Dentro de su largo retiro, su pasión la volcó en la fotografía tridimensional, al fundar en 1950 la Hollywood Stereoscopic Society y bajo su lente 3D, captó a grandes estrellas como Bettie Page, Dixie Evans e incluso a la hermosa Marilyn Monroe, al ser invitado por el fotógrafo Philippe Halsman a la primera sesión de fotos de esta inquietante rubia para la revista Life en 1952. Incluso formoó el grupo de los Happy Seven, quienes realizaron imágenes de desnudos en entornos naturales… así, Harold, reunió cerca de 300 mil diapositivas en su acervo fotográfico 3D.

 

Otro de sus pasatiempos, era redecorar su gran mansión, que incluía 44 habitaciones, 26 baños, 12 fuentes, 12 jardines, cancha de golf y otros tantos caprichos, también invertía su tiempo en comprar grandes colecciones de música.

 

El genio de los gags cinematográficos tenía una postura bastante rígida en cuanto a mostrar su trabajo en la pantalla chica,  motivo por el cual se mantuvo mucho tiempo olvidado. En 1952 recibió un Oscar Honorífico por los AMPAS, organismo del que por cierto, fuera uno de los 36 fundadores, el 11 de mayo de 1927 en Los Ángeles, California.

 

En 1969 su esposa Mildred falleció y dos años después el gran Harold Lloyd, un 8 de marzo de 1971 en su gran palacio de Beverly Hills, California, tenía 77 años.

 

Estimados homoespacieros, como es tradición, les comparto algunos enlaces sobre el “Hombre de las gafas”:

 

-Harold Lloyd (Documental, 2005).

-Luke Joins the Navy (Cortometraje mudo, 1916).

-Safety Last! (Película muda, 1923).

-Movie Crazy (Película, 1932).

-The Sin Of Harold Diddlebock (Película, 1947).

 

 

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