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Homoespacieros III... apasionados por la comunicación  (Primera Parte)

Por Glen Rodrigo Magaña.

Tres maestros del periodismo, para nuestra tercera edición sobre el apasionado oficio informativo, que con su trayectoria y opiniones serán la nota en este artículo homoespaciero, ya sea la adhesión de un reportero por la letra con sentido y la capacidad de asombro detrás de una noticia, la lucha de un creativo de la televisión por realizar contenidos de calidad o la vasta experiencia profesional y humana de un destacado comunicador… a ras de piso, entre otras emociones reporteriles, anécdotas no descritas de un reportaje, entrevistas en medio de guerrillas, crónicas anunciadas en primera plana y algunos gustos secretos, de esos... que inspiran y nutren al interno.

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

El compadrazgo, la convencía y el precio que algunos directivos le ponen a su medio, tal parece que son la línea editorial o de contenidos para la influyente desinformación que nos rodea, mientras que aquellos osados reporteros que investigan, entrevistan y entregan con ahínco su vida al oficio… viven con los bolsillos rotos, zapatos desgastados, acallados tarde o temprano por atreverse a informar y no digo solo en materia política, en muchos ámbitos suceden estas iniquidades; un ejemplo, son aquellas agencias de “relaciones públicas”, que usan el trabajo del periodista para justificar su “destacada labor” ante las instituciones y así lucrar con las publicaciones de los verdaderos autores, en fin, como dicen: “nunca se sabe para quién se trabaja”.

 

Lejos de esa contaminación mediática, se encuentra la verdadera nota… la de los emancipados, obstinados por realizar algún reportaje que valga la pena, esos locos seducidos por descubrir lo auténtico, muchos dejan su investigación a causa de un cobarde y anónimo balazo. Muy doloroso resulta ver cómo desaparecen estos voceros del pueblo, mientras que el titiritero mueve sus hilos invisibles… y el gremio, se viste de negro.

 

Por su parte, la pasión detrás de los ecos de un teclado de computadora, la adrenalina que produce una cabina de radio o el reflejo sugestivo del lente de alguna cámara, contiene una fascinación tan profunda, es como regodearse al acariciar lentamente una piel femenina, la cual, para muchos reporteros… es un poderoso recurso periodístico.

 

Bajo este marco, llegamos a la tercera edición de los Homoespacieros, tres apasionados por la comunicación que nos compartirán sus inicios como reporteros, algunas de sus vivencias, conceptos sobre el periodismo actual… y sus principales aficiones.

 

Abelardo Martín… comunicador “a ras de piso”

 

El verdadero significado de la palabra humildad, la sabia humanidad de su trato y su vasto conocimiento en materia periodística, es parte de la grandeza del actual Coordinador General de Comunicación Social de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). Abelardo Martín Miranda, inició como reportero en Radio Noticias El Heraldo, donde incluso a finales de los años sesenta, procesó y envío por télex los servicios informativos para radio y televisión a nivel nacional. Se desarrolló como periodista en medios como El Heraldo de México, Ultimas Noticias, Excélsior, Proceso, El Sol de México y fue uno de los fundadores en aquel unomásuno de finales de los setenta; ha ocupado cargos en las direcciones de Comunicación Social de varias dependencias como en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Secretaría de Economía, Instituto Federal Electoral, Secretaría de Salud; Director de Información en Presidencia de la República durante del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León; Director de Enlace, así como de Comercialización en Grupo Milenio; Director General de la Agencia AMART, Soluciones Comunicación, A.C e integrante de la Junta de Gobierno de Notimex, entre otros.

 

-Homo Espacios (H.E.) ¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo y de qué forma se realizaba?

 

-Abelardo Martín (A.M.) Mis comienzos fueron en la Agencia de Radio el Heraldo, donde a finales de los sesenta, los noticieros se leían, no había testimonios en vivo o lo que llaman ahora en los guiones de radio y televisión o los insertos de entrevistas o de discursos, sino que, el noticiero de radio era una concepción del periódico o una síntesis de periódico, leída o transmitida a través de la radio. Las herramientas informativas eran los telegramas, los testimonios de los propios reporteros y de los servicios de las agencias nacionales o internacionales que existían en aquel tiempo.

 

Entonces, este tipo de periodismo destacaba: la información de carácter general, que se refiere a las noticias de política; después las notas deportivas y finalmente las de espectáculos, los acontecimientos sociales y de chismes no eran tan atendidos, como lo son ahora. Desde mi punto de vista, la información se ha venido abaratando, esto significa que producimos mucha información que no enriquece o no te informa auténticamente, sino que se trata de contenidos completamente desechables, es decir, a mí me da lo mismo que si fulanito(a) hagan de sus vidas privadas lo que quieran, esto corresponde al ámbito de sus vidas privadas.

 

Lo que veo también, es que a partir de los cambios tecnológicos, el periodismo ha venido transformándose y en este punto, lo que necesitamos entender, así como comprender, es la velocidad de la transmisión a la que se hacen las comunicaciones. En mis tiempos, cuando yo iniciaba, la velocidad era la de un teletipo, que producía 800 noticias al día, ahora la misma cantidad se produce en un segundo. Entonces, no hemos entendido que la velocidad de la transmisión modificó la oferta-demanda de contenidos informativos, por eso, ahora vemos tantas repeticiones de noticias, hasta que me las aprenda de memoria, cuando de lo que se trata es que la información periodística debe ser variada, oportuna, interesante y rica en contenido.

 

Los géneros periodísticos ya no se cultivan como se hacía en aquel tiempo. Los cinco géneros: noticia, entrevista, crónica, artículo de opinión y reportaje, son válidos para cualquier medio de comunicación tradicional o actual. El problema hoy, es que, ya no desarrollamos estos grandes géneros, existe una carencia de investigación de fondo o profundidad y esto es lo que está faltando en la gran mayoría de los medios actuales, porque ese tipo de información requiere mayor inversión. Es decir, si uno necesita hacer un reportaje de investigación, se tiene que destinar un reportero de buena calidad, que le dedique semanas o incluso meses a una investigación y en la actualidad nos conformamos con lo que va ocurriendo, aunque lo maneje todo el mundo, pero se usa la misma información porque tal parece que da lo mismo.

 

A mí siempre me interesó la cara oculta de la información, el sitio donde se produce y quién o quiénes la están realizando, cómo se gestan las noticias, porque mucha información no son acontecimientos que broten por si solos, sino que siempre hay un antecedente… algo detrás, esa parte siempre me llamó la atención. Además, yo encontré que era una veta para mi desarrollo profesional, en aquel tiempo como reportero, el estar del otro lado, en el área de Comunicación Social, en donde se genera y se distribuye la información de las instituciones públicas, privadas o sociales.

 

-H.E. ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre el periodismo y la comunicación social?

 

-A.M.M. Toda entidad, como toda persona, necesita herramientas de comunicación, y en el caso de las instituciones, una de las fallas en la comunicación, es que no se produce la información suficiente y oportuna que se demanda por parte de los medios actuales, ya que si éstos son instantáneos en publicar sus contenidos, la información que deben producir las instituciones debiera ser instantánea. Sin embargo, seguimos utilizando los criterios de los periódicos, es decir, la edición del día siguiente, cuando en este momento deberíamos estar preocupados y ocupados realizando contenidos informativos al instante, ¿cuántos?, eso depende de los tipos de audiencia a los que pretendamos llegar.

 

Así que, mi vínculo entre el periodismo y la comunicación tiene que ver con la parte oculta de la información, ya que la información es la materia prima tanto del periodista o de los medios de comunicación, como del área de comunicación social en cualquier institución, con una diferencia muy clara. Voy a darte un ejemplo: un periodista es como una pared de frontenis, si tu lanzas una pelota fuerte se regresa prácticamente con la misma fuerza, es decir, el medio de comunicación es como una pared que rebota hacia sus audiencias la información que el emisor envió a esa pared o medio; en cambio, un comunicador, esa misma información, la debe convertir en una estrategia de comunicación en beneficio de su institución.

 

-H.E. Respecto a periodistas destacados… a ¿cuáles admira?

 

-A.M.M. He contado con el privilegio de compartir redacciones y amistad con los principales periodistas de México de los últimos cincuenta años, desde Julio Scherer García, hasta Joaquín López Dóriga, aunque en el caso de Joaquín, es un precoz periodista multimedia, porque desde los inicios de los setentas realizó radio, prensa escrita y televisión. Por su parte, la gran trayectoria de Julio Scherer no se puede omitir, siempre comprometido con la noticia y la información independiente. Aunque existen muchos dueños de medios, columnistas y líderes de opinión, que han aportado mucho al periodismo.

 

Continuará…

 

Moisés Sánchez Limón… un Señor periodista

 

Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Moisés Sánchez Limón es un Señor periodista en todos los sentidos, amigo incondicional y uno de los mejores ejemplos de lo que es un verdadero reportero. En su vida profesional destaca el ser miembro fundador de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), representante del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa ante el Congreso del Trabajo, Director de la Revista Impacto, Fundador del diario La Crónica de Hoy; reportero de periódicos como Cadena Avance, El Universal y El Universal Gráfico; asesor de prensa del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, así como de diversos funcionarios, diputados, candidatos y gobernadores; comentarista de radio en distintos periodos de su vida profesional y actualmente es Director General del diario digital Entresemana, así como líder de la firma de periodistas Vanguardia Digital.

 

-Homo Espacios (H.E.) ¿Qué significa para usted ser un reportero?

 

-Moisés Sánchez Limón (M.S.L.) Privilegio y satisfacción de vida; la congruencia entre la vocación y las metas personales. Sólo quienes llegamos a la práctica de este oficio con vocación, sabemos qué enorme significado tiene lo que se denomina “La Rueda de la Fortuna”. Más allá de la propia definición de reportero que implica recolectar información y procesarla en la redacción, es como una misión franciscana de contrastes y paradojas, de un día ser Premio Pulitzer y, al siguiente, el más idiota de los periodistas porque perdió la nota del día.

 

-H.E. ¿Cuándo y cómo comenzó en el periodismo?

 

-M.S.L. Un día de julio de 1974, cuando decidí que mi vida debía girar en torno del periodismo y que de éste y para éste debía vivir; corté amarras de otras opciones y me lancé al Océano de esta profesión-oficio que conjuga todos los estados de ánimo del ser humano y resume los yerros de los mortales cuando se tiene olfato y capacidad de asombro. Comencé como “free lance” expuesto al robo de mis trabajos por editores y directivos periodísticos carroñeros que aprovechan la buena disposición de los jóvenes periodistas en ciernes. Reportero de la revista Cartelera, luego en la revista Enfoque.

 

-H.E. ¿A quiénes considera usted maestros del periodismo y por qué?

 

-M.S.L. Dos amigos tocayos. Roberto Hernández Hinojosa, mi maestro hasta en el arte de saber degustar unos tragos y ponerse como placa de tráiler sin perder el estilo; mi maestro de experiencias de vida, de quien aprendí que de nada vale arrepentirse porque los errores deben ser experiencias, y los arrepentimientos nada solucionan.

 

De Roberto Rodríguez Baños la congruencia ideológica, la rectitud en el trabajo y la congruencia de vida; me dio lecciones para cultivarme y nunca quedarme tendido cuando un revés de la vida me golpea.

 

Mi jefe Roberto Hernández Hinojosa atendió hace años la orden de trabajo y se fue a reportear a aquellas fuentes que son denominadas de diversa manera: Edén, Gloria, Cielo y etcétera y etcétera.

 

-H.E. Si tuviera que elegir dos anécdotas que lo marcaron en su vida profesional ¿Cuáles serían?

 

-M.S.L. La cobertura de la primera visita del Papa Juan Pablo II en enero de 1979 y la entrevista a Fidel Velázquez Sánchez en 1984.

 

-H.E. ¿Qué opinión tiene acerca del periodismo que se realiza actualmente?

 

-M.S.L. Dicen los clásicos y aquellos que pretenden quedar bien y no pisar callos, que cada tiempo tuvo su brillo especial. Sin duda; pero hoy galopan los reporteros incultos que hacen periodismo inculto para lectores incultos en una sociedad inculta que sólo lee periódicos porque éstos sirven para envolver al pescado, la carne para los canes y cubrir el piso para no mancharlo de pintura en los días de asueto. Son reporteros Kleenex, los usan y desechan.

 

Continuará…

 

Víctor Manuel Juárez… reportero entre guerrillas y la libertad expresión

 

Orgullosamente U.N.A.M., el periodista Víctor Manuel Juárez vivió el proceso de la lucha por la libertad de expresión, en los obscuros tiempos del gobierno de Luis Echeverría; formó parte del nuevo periodismo mexicano con la aparición de dos medios que revolucionaron el acontecer político y social del país; cubrir guerrillas en Centro y Sudamérica; así como desarrollar distintos proyectos para TV U.N.A.M, entre los que destacan un serial sobre la historia del Futbol Americano en México, el cual se puede adquirir en esta televisora y en donde actualmente ocupa el cargo de subdirector de Difusión.

 

-Homo Espacios (H.E.) ¿Qué representa el periodismo en la vida de Víctor Manuel Juárez?

 

-Víctor Manuel Juárez (V.M.J.) El periodismo es el todo para mí. De eso he vivido, vivo y viviré. Puedo decir que me inicie desde muy chico, cuando acompañaba a trabajar a mi padre los domingos. Él era jefe de fotograbado en Excélsior y cuando iba con él, me hacía entrar por la puerta de Reforma 18 para pasar por la redacción donde se encontraban las grandes figuras del reporterismo nacional. Uno a uno me los iba nombrando y detallaba sus cualidades. Ahí veía a los grandes reporteros firmar sus notas desde lugares lejanos y desde entonces me dije: yo quiero ser como ellos.

 

Pasado el tiempo ingresé a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM donde cursé la carrera de Ciencias de la Comunicación y Periodismo. Nosotros, los estudiantes le decíamos ciencias ocultas y esotéricas. Ahí tuve la enorme fortuna de tener maestros prodigiosos tales como: Hugo Gutiérrez Vega, Gustavo Sainz, Fernando Benítez, Froylán López Narváez, Jorge Calvimontes y tantos más que me dieron  luz y muchas horas de lectura.

 

Tiempo después, cuando yo iba a media carrera y jugaba al Futbol Americano, en la categoría Intermedia con el equipo de los Cherokees, mi padre tuvo la idea de meterme a trabajar y dejarme sin mesada. Ingresé entonces a Excélsior en calidad de ayudante de la redacción y pude conocer de cerca a todos aquellos reporteros que yo admiraba. El gran diario de la vida nacional era dirigido por dos genios y de inmediato al conocerlos me dije “de aquí soy”: Julio Scherer García, director y Manuel Becerra Acosta, subdirector. Mi proceso como ayudante fue duro, tan duro que debí de dejar una de mis grandes pasiones, el Futbol Americano y hasta la novia me cortó, pues debía cumplir jornadas maratónicas.

 

Para el 8 de julio de 1976, fecha simbólica en el periodismo nacional, pues Luis Echeverría culminaba su embestida contra Excélsior, sus periodistas y reporteros, que le eran totalmente incomodos, yo ya reporteaba la fuente policiaca para la Primera de Noticias y empezaba a dar mis pasos firmes en mi objetivo de ser reportero. Dejamos el diario, fuimos arrojados a la calle violentamente y el patrimonio de Paseos de Taxqueña quedaba en riesgo. Mi padre, cooperativista retirado, dejó de hablarme seis meses por haberme salido y no pensar en el patrimonio familiar. Yo elevaba orgulloso la bandera de la libertad de prensa y expresión con las que acompañe a Julio y a Manuel… me fui con ellos a lo incierto, pues no sabíamos que íbamos a hacer y mucho menos a suceder.

 

Lo sucedido fue la primera gran gesta del periodismo nacional en los tiempos modernos. Paradójicamente del golpe a Excélsior y con el que el poder presidencial pensaba acallar para siempre a las voces libres, nacieron dos publicaciones emblemáticas y que cambiaron por completo el periodismo nacional. Nací, así, el nuevo periodismo en México de la mano de Proceso con Julio Scherer y el Unomásuno con Manuel Becerra Acosta. Publicaciones emblemáticas de las cuales soy fundador y me siento muy honrado y orgulloso.

 

Mi paso por Proceso fue corto, menos de un año donde mi trabajo y avance era difícil de ver, ya que el semanario estaba prácticamente reservado para las plumas fuertes y de gran calidad. Mientras que en el Unomásuno estuve 14 años, empecé como reportero de deportes, ya sabes el Americano y el Tenis, mis pasiones deportivas; luego pasé a información general donde cubrí diversas fuentes hasta llegar a cubrir Presidencia de la República en el sexenio de Miguel de la Madrid y el primer año de gobierno de Salinas de Gortari. Fui el reportero más joven en ir a cubrir la guerra de Nicaragua, tenía apenas 22 años y mi carrera empezaba a fraguarse. Llegué a ser subdirector de Información del diario, reportero de asuntos especiales, corresponsal de guerra y llegué a cubrir eventos en casi todas partes del orbe.

 

A la salida del Unomásuno, por presiones del gobierno de Salinas de Gortari y a los pocos meses de que el mismo Salinas desterrara a Manuel Becerra Acosta del país, Abraham Zabludovsky me contrató para ser el reportero de asuntos especiales de la revista Época, dónde seguí cubriendo asuntos de gran calado periodístico, como lo fueron los golpes de Estado en Venezuela o la guerra en los Altos de Chiapas.

 

A finales de 1997 hice mi última cobertura especial y me corte la coleta para dedicarme a la Comunicación Social en mi amada Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

-H.E. Como corresponsal de guerra ¿qué experiencia fue la más fuerte que vivió?

 

-V.M.J. La guerra misma. Hay mucho dolor, sufrimiento. Ver morir gente querida. Involucrarte con la gente del país que sufre la guerra y ver su agonía diaria. La muerte no es bella así sea muy heroica. Me dejó marcado de por vida la cobertura de la guerra de Nicaragua, muchas ocasiones pensé que no saldría ileso de ahí; pero también me han influido mucho las guerras de El Salvador, la de baja intensidad en Guatemala, los golpes de Estado en Venezuela. No hay un momento en especial, tal vez muy emotivo en Guazapa, El Salvador, cuando toda una columna guerrillera nos despidió con honores a mi compañero Dante Bucio y a mí, luego de estar cerca de una semana con ellos en sus posiciones de combate y aguantando fuego aéreo. Fue impresionante ver sus caras llenas de decisión por continuar con su lucha por la libertad.

 

Continuará…

 

Estimados lectores, les comparto algunos enlaces sobre nuestros apasionados por la comunicación y los invitamos a leer la siguiente semana la última entrega de los Homoespacieros III:

 

-Abelardo Martín Miranda (Entrevista). 

-Moisés Sánchez Limón (Entresemana).  

-Víctor Manuel Juárez (Reseña). 

 

 

 

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