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El presente artículo intenta describir el íntimo ritmo argentino, su historia y como se crea en las calles y rincones de Buenos Aires donde Gardel componía con matiz melancólico la queja de aquella que se fue, pero también de la que vendrá, y todo… todo a media luz. Hablaremos de un referente más actual: el genio musical Astor Piazzolla y trataremos de definir como desarrolla grandes obras, entre ellas, “Oblivión”.

 

Lo complicado al hablar de tango, es su apasionado ritmo y sus notas nostálgicas que provocan lágrimas para interpretarlo, además de la singular sensibilidad al bailarlo. Así de complejo es describirlo, ya que el género exige sentimiento, pasión y un corazón inspirado. Es como el emotivo bandoneón, que a las coplas caprichosas de este movimiento musical se desangra y gime entre la desesperación de sus letras, tal vez de abandono, amor o esperanza, rodeado por la daga del desamor, la impotencia, el deseo, etcétera.

 

También expresa el pensamiento argentino: fino, seductor, inconforme con las sociedades falsas, pero resaltando la importancia de la amistad y la camaradería. Pero definitivamente la esencia y el motivo de este género es la belleza altiva, emotiva, excitante y cautivadora de una Ninfa que oculta sus poderes, para tener a sus pies a los mortales masculinos y que entonen melodías llenas de nostalgias.

 

Así amigos de Homo Espacios son los rincones de Buenos Aires que se estremecen al entonar el hondo y afligido ritmo en sus calles; por aquel “caminito” donde los mareados por el sentimiento van “cuesta abajo” a su destino pasional, para “volver con la frente marchita”, como los pájaros perdidos… ¡Como la balada de un loco!, que con “ramalazo” canta un tango en los rincones bonaerenses.

 

Los umbrales del tango.

 

A finales del siglo XVII la llegada de españoles, italianos y esclavos provenientes de África, crean una mezcla cultural con los nativos de Rio de la Plata y Buenos Aires, cuyo resultado es lo que hoy conocemos como tango.

 

Como en la mayoría de las distintas corrientes musicales, el ritmo porteño nace en las calles, abrazado y creado por la gente de corazón sincero, por el pueblo. Así lo describen los expertos: “El arrabal, es la musa que brinda la inspiración al tango”. El significado de la palabra tango proviene del “Ibibio” lengua del Níger-Congo: “tamgú” que se traduce al castellano como “son del tambor”.

 

Este seductor ritmo inició como el baile de los esclavos afroargentinos residentes en Buenos Aires, Argentina, así como en Montevideo, Uruguay, en los barrios bajos o arrabaleros de estas dos metrópolis, donde se gambeteaba el tango abrazado a la pareja, incitado a participar de la pieza musical a la lujuria. Esto provocó que las autoridades se escandalizaran y prohibieran el excitante “Tambo”, como se le mencionaba en aquellos años. Los esclavos se vieron forzados a practicar los sensuales compases en espacios ocultos, donde incluso se hablaba un lenguaje llamado “Lunfardo” (una especie de “Calo” mexicano), que se externaba en las cárceles y era una mezcla lingüística del español con el italiano.

 

Ya para el siglo XIX este género se le denominaba “Tango canyengue”, por los movimientos de cadera que a las notas de este ritmo eran cadenciosas y provocativas. Se considera que el primer tango “Toma, che, un tango” en 1857, fue del español Santiago Ramos, pero con estilo andaluz. También la canción “La canguela”, realizada en 1889, parece ser la primera pieza nativa que aunque permanece sin autor se cree que el violinista Negro Casimiro y el pionero clarinete tanguero de Mulato Sinforoso, fueron los creadores de esta pieza. Cabe mencionar que a estos legendarios personajes se les considera como el primer conjunto de tango.

 

El desarrollo duró cuarenta años pasando por diversas fusiones musicales de los africanos, hispanos coloniales, italianos, alemanes, por citar algunos, de las cuales se destacan: candombe, payada, milonga, habanera, andaluz, entre otras manifestaciones, creándose así el ritmo porteño.

 

En 1900, por influencia alemana, se agrega el bandoneón al pasional género melódico, brindándole su particularidad al tango. Para 1910 aparece en escena uno de los principales íconos de este género, nada menos que el maestro Carlos Gardel, que en conjunto con su inseparable amigo poeta Alfredo Le Pera crean piezas eternas como son: “Volver”, “Caminito”, “El día que me quieras”, entre muchas otras.

 

Piazzola y la evolución del tango.

 

En 1920, el tango tomaba cada vez mayores dimensiones, integrando, además del bandoneón, al piano. Sus compases de cuatro por cuatro eran magistralmente ejecutados por grandes músicos como Juan Carlos Cobián con “Nostalgias”, Enrique Santos con “Cambalache “, entre otros. Suenan en Argentina grandes orquestas como las de Juan D´Arienzo y Horacio Salgán, desarrollando este género hasta los años cincuenta.

 

No podemos dejar al margen a grandes y destacados intérpretes, entre ellos Piero Bruno Hugo Fontana, mejor conocido como Hugo del Carril, la diva del tango Libertad Lamarque y el mexicano Jorge Che Sareli, por citar sólo algunos.

 

En el periodo de 1960-1970 aparece otro referente del mundo tanguero, el encumbrado Astor Piazzolla, que en conjunto con Horacio Ferrer, crean un dúo de calidad armónica incomparable, componiendo piezas interpretadas por conjuntos de cámara y especializando al tango como estilo clásico.

 

La principal aportación de este genio musical fue brindar armonías disonantes y bases rítmicas intensas y vibrantes que produjeron una transformación radical del género. Son notas que te acarician el alma, que te provocan inspiración y gozo en el interno. Pero en esa época la controversia aumentó al describir a Piazzolla como un rebelde dentro del tango, que para muchos críticos de la época Astor no tocaba el género argentino, sino otra cosa.

 

La presentación del tema “Balada para un loco” en el Festival de la Canción de Buenos Aires, realizado en 1969, provocó el disgusto de muchos expertos que desde sus butacas señalaban como incorrecta la denominación melódica que hacia de la pieza con el tango. A pesar del incidente, el estilo de Piazzolla fue aceptado con agrado entre el pueblo argentino, brindándole el empuje para componer grandes obras musicales, como: “Las cuatro estaciones porteñas”, adaptación al tango de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi; “La serie del ángel” y “Adiós Nonino” dedicada a su padre.

 

Para esta época, los jóvenes argentinos vivían una transición cultural, donde el tango también tuvo que cruzarla, ya que muchos intelectuales observaron como se fusionaba este ritmo tradicional con el rock brindando nuevas tendencias a este género porteño.

 

La época actual.

 

Con el tango en crisis evolutiva, Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, dos grandes directores de esta apasionada música deciden  realizar el espectáculo “Tango Argentino” posicionándolo internacionalmente, ya que lo presentaron en la bella ciudad de Paris, Francia, para trasladarla posteriormente a Broadway, en los Estado Unidos.

 

Este boom mundial dio paso a la creación de diversas ramas musicales como el jazz-tango, que representaba emblemáticamente el saxofonista Jorge Ratamoza; el rock-tango con bandas como “Arraigo” y el electrotango con Gotan Project como principal exponente.

 

En la actualidad el tango se encuentra fusionado con un movimiento denominado “La guardia joven” que interpreta melodías clásicas de “La guardia vieja”, canciones representativas de los años cuarenta, de la “Edad de oro” y contemporáneas como son los exquisitos temas de Piazzolla.

 

El tango definitivamente inunda de emociones al espectador que aprecia la sensibilidad de la música, que llena el intangible, el interno, el ser, provocando en un momento de languidez un discurso como puede ser el siguiente: “Amigos y hermanos míos ¡Déjenme, déjenme llorarle! Por que hoy, aquella se vuelve parte de mi pasado y permítanme disfrutar las canciones que me hacen recordar: El eco de las nostalgias…”

 

En México ésta manifestación melódica ha brindado a grandes artistas que lo han interpretado como Eugenia León, Tania Libertad,  Aida Cuevas, entre otras. Si deseas gozar de este arrabalero estilo te recomendamos visites aquí en la Ciudad de México “La vid argentina” o “El cambalache”  que los viernes tiene conjuntos de tango. También es conveniente checar las presentaciones de grandes cuartetos como  “Quatrotango” en los eventos de Conaculta o de la UNAM.

 

Te dejamos algunos links para que te llenes de este sensual, adolorido e inspirador ritmo argentino:

 

Gardel. “Volver” http://youtu.be/atMSLD9YIkU

Juan Carlos Cobián “Los mareados” http://youtu.be/g3snHZ6YAVQ

Piazzolla. “Adiós Nonino” youtu.be/M0GJTcvEF0Q 

Gardel. “Por una cabeza” youtu.be/Kkq_Eu1G2tc

Gotan Project. “Last Tango In Paris” http://youtu.be/AFoacQiCZok

 

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

Tango: el eco de las nostalgias.

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