El éxtasis de dos cuerpos expuestos que cruzan en sus miradas el deseo intenso de tocar la profunda pasión en la que el romanticismo los embriaga y el amante impulso del corazón por decir “te amo, te extraño o te odio”, queda corto para describir lo que el Bolero ha provocado en el sentimiento de los latinos como lenguaje para expresar sus emociones desde hace más de 120 años.
Al iniciar este artículo amigos y compañeros lectores de homo espacios, les he de ser sincero, no encontraba la fórmula para descifrar el enfoque que debería de darle al Bolero. A ese género que brinda a los conocedores del corazón una sensación de placer, de desahogo, que seduce con un gran grado de sentimiento el lenguaje del amor, del desamor, del despecho, la desesperación, la ansiedad… y el roce delicado e intenso de una caricia, un beso o una tímida manifestación de cariño. Esto a través de sus notas que embriagan las emociones de los seres humanos para llevarnos al camino caprichoso de la verdadera sensibilidad, con letras que son como reflejo de agua y se ve acompañado para muchos, con un licor que sabe a los recuerdos de esa persona que provocó o provoca ese primer trago.
He de reconocer que todo texto de este estilo tiene una musa que inspira al autor, una mujer que con solo mirarle invita a la pasión, al encuentro, a través de sus ojos misteriosos, su boca silenciosa que provoca ser besada, su cuerpo exacto y su distintiva manera de comportarse. Por que amores pueden existir mil, pero sólo una musa logra obras de arte. Pero, ¿por qué la mujer? Porque fue ésta la culpable de que naciera este íntimo estilo musical.
Regresemos a la hermosa Cuba de 1885. En estos años la isla se encontraba en la famosa crisis de conocida década, originada por el aumento de precio del azúcar, manipulada por España y como siempre con miras de conquista de los EEUU. Los campesinos padecían hambre y desamparo, pero el sentimiento de este hermoso pueblo era desde entonces mayor a cualquier dominio, regalando al mundo hispano al primer compositor del Bolero, el pionero sentimental José Pepe Sánchez, entonces un joven nacido en Santiago de Cuba, que sin contar con conocimientos musicales ni profesionales ejecutaba con gran maestría las pisadas de la guitarra y contaba con una tesitura de barítono, esto de forma natural como si hubiera sido creado divinamente para la música de enamorados.
Lo que motivó al “Maestro Pepe”, como lo nombraban sus amigos, a crear este estilo romántico fue la influencia de la música criolla, desarrollada en Europa y llevada a Cuba en esa época, originando el ritmo llamado “Neoromanticismo Popular Cubano” y a sus interpretes denominándolos trovadores o troveros, conocido actualmente como trova tradicional.
El arrebatado ambiente nocturno que organizaba en su hogar el joven canta autor lo bautizó con el nombre de “peñas”, lugar de reunión de guitarristas y cantantes, que formaban dúos, tríos y cuartetos para enamorar con sus melodías a las mujeres que hacían acto de presencia a este tipo de sitios, lo que provocaba un clima adictivamente novelesco.
Envuelto en este espacio, Pepe Sánchez crea el primer bolero registrado en la historia, titulado “Tristezas”, en donde desde su primera copla aparece la palabra que hace que a los hombres pierdan la razón y dice: “Tristeza me dan tus penas, MUJER”, reflejando la angustia que guardaba en su corazón el protagonista por el dolor que atravesaba la dueña de sus sentimientos.
En materia musical, el inaugural bolero “Tristezas” se conforma de dos períodos musicales de 16 compases cada uno, separados por un pasaje instrumental que se ejecutaba melódicamente en la guitarra, al que le llamaban “pasacalle”, creando el sello del Bolero en compás de 4/4 y con un acompañamiento ubicado con el nombre de “Clásico de guitarras y percusión”. Los subgéneros de este apasionado ritmo son el Bolero Rítmico, el Bolero Son, Bolero Mambo, el Bolero Ranchero (mezcla de bolero y mariachi mexicano), el Bolero Moruno (bolero con influencias gitanas e hispánicas) e inclusive la Bachata.
Ya para los años 20´s y 30´s en el mundo de la música nacía el jazz, el blues, el charleston y las grandes bandas ocupaban los reflectores de la nación del norte; en Sudamérica se escuchaba el tango argentino y la samba de Rio de Janeiro en Brasil; en Centroamérica el Huapango dominicano y el Son de Guatemala, por citar algunos movimientos musicales. Mientras que en México las serenatas eran con Mariachi, pero ya se empezaba a componer boleros en nuestra nación. En 1910, Yucatán recibía a hermanos cubanos con los brazos abiertos, estos enseñaban a los nuestros el hermoso y envolvente bolero, pero fue hasta los años 20´s con la llegada del maestro Agustín Lara, conocido como el “Flaco de Oro”, que colocó al bolero en el panorama internacional.
El nombre completo del maestro Lara era Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, ¡Pá nombrecito¡ pero así como de nombre amplio, grande era su inspiración, ya que es uno de los referentes musicales de nuestra patria con piezas como “Granada” o “Solamente una vez” y su nombre, el abreviado obviamente, es conocido en los cinco continentes.
Las composiciones de Lara se dieron a conocer en 1929 por el tenor Juan Arvizu que imprimía con su voz el sabor de las estremecedoras melodías de “El Flaco de Oro”, que dedicaba en cada romanza al amor, el capricho o el desdén de alguna hermosa venus que cruzaba por sus brazos y sus entretelas. Una de sus principales interpretes fue la encumbrada “Toña la Negra” que con su peculiar fonética que trenzaba melodías como “Oración Caribe” o “Arráncame la vida” que expresa el presentimiento de un abandono, suplicando un último beso de amor en donde hasta la vida se irá con su ausencia.
Tan descriptivamente eran las canciones de Lara que hasta la famosa María Felix dobló su altivez ante el compositor veracruzano, quien le escribió la pieza de “Maria bonita”, a pesar de carecer de atractivo físico. Pero para hablar de este emblemático personaje nos haría falta mucho espacio.
Otro gran ícono de este sentimental estilo musical es la señora María Grever también reconocida a nivel mundial. Desde pequeña su interés por la música fue su pasión; estudio dirección de orquestas en Francia y su primer éxito fue en 1920 con la célebre canción “Júrame” interpretada por el tenor José Mojica, su elegante estilo posicionó piezas como “Así” o “Te quiero dijiste”, describiendo la fémina belleza con cabellos de oro y labios de rubí.
Pero que decir del romántico compositor jalisciense Gonzalo Curiel que triunfara con su piano en la ilustre XEW en 1927 con temas que entre sus notas brindan la profunda ilusión de ser amado, como lo es “Temor” que evoca en su contenido: “Temor de ser feliz a tu lado, miedo de acostumbrarme a tu calor; temor de fantasía, temor de enamorado, que no me deja saborear tu amor…”.
También allá por las tierras oaxaqueñas, para ser exacto en Cacahuatepec, en la Costa Chica, nació el maestro Álvaro Carrillo, en donde dentro de su cancionero es necesario citar un “Sabrá Dios” que transmite esa duda que como espina se mete en el corazón enamorado con presentimiento de traición. Escribió mas de 300 grandes temas como “Alla tú”, “Eso”, “Un poco más”, entre otros. Su principal interprete fue Pepe Jara y tiempo después “El príncipe de la canción” José José, que incluso protagonizo la película biográfica del artista oaxaqueño titulada “Sabor a mí”.
En el tintero se quedan grandes compositores como lo son: Gabriel Ruiz y Jose Zorrilla “Monis”, famosos por el bolero “Usted”; Consuelo Velázquez, con inolvidables obras musicales como “Bésame mucho”, “Verdad Amarga”, “Que seas feliz “ y “Te espero”; Cesar Portillo de la Luz, con su emotivo “Delirio”; José Antonio Méndez que realizara el tema “Si me comprendieras”; el yucateco Armando Manzanero con “Somos novios”, “Adoro” o “Mía”, esto dando un breve listado de creadores del romance transmitido a través de sus inolvidables piezas.
Como lo son los compositores, así mismo han existido cantantes que van desde José Alfredo Jiménez con sus boleros rancheros compuestos e interpretados por el mismo, la dama del bolero Amparo Montes, Javier Solís, Pedro Vargas, Pedro Infante, Olga Guillot, Manolo Muñoz, Marco Antonio Muñiz, Pablo Milanes, Omara Portuondo, Ibrahim Ferrer, Chavela Vargas, tríos como Los Panchos ó Los Ases, grandes tenores como Plácido Domingo, Fernando de la Mora, Juan Diego Flores, José Carreras y de la época actual Luis Miguel, Susana Zabaleta, Alejandro Fernández, Rodrigo de la Cadena, Mijares, El Cigala, Francisco Céspedes , Natalia Lafurcade, Ximena Sariñana, Ely Guerra, entre otros muchísimos nombres de interpretes de este melancólico género melódico.
Aunque sencilla es la remembranza y el homenaje que hacemos del bolero en homo espacios, si con mucho corazón la epopeya del rey del sentimiento romántico. Porque si el bolero tuviera palabras su nombre como caprichoso, en ocasiones egoísta, pero sin duda inspirador, excitante, dulce y glorioso, lo enmarcaría con el título del único ser capaz de lograr lo mencionado: LA MUJER.
Te sugerimos a lo que a nuestro parecer es el Top Ten de los Boleros más sentimentales, esto para que tengas un mayor repertorio de dedicatorias:
1. MUJER (Agustín Lara): http://youtu.be/zBv096QTBow
2. SILENCIO (Rafael Hernández): http://youtu.be/4ZCVy5ooIQA
3. TEMOR (Gonzalo Curiel): http://youtu.be/dXSGEwAqA40
4. TE QUIERO DIJISTE (María Grever): http://youtu.be/RT1Fp4QL9XY
5. DIME QUE SÍ (Alfonso Esparza Oteo): http://youtu.be/ylh0tAvm0no
6. ALLA TÚ (Álvaro Carrillo): http://youtu.be/OA6SuWyVLic
7. COMO YO TE AME (Armando Manzanero): http://youtu.be/mod9UBH4NmM
8. BÉSAME MUCHO (Consuelo Velázquez): http://youtu.be/jmkXSNC4cMc
9. SI ME COMPRENDIERAS (José Antonio Méndez): http://youtu.be/Qorkl83P_XM
10. QUIÉREME MUCHO (Gonzalo Roig): http://youtu.be/tjghZ8yxso8
Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas.