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La música de Ali; Ali de la música

 

Se desempeña en gestión de proyectos profesionales en arte y música.  Escribe artículos sobre la relación de la Música con otras disciplinas. Ha colaborado en programas de radio por Internet y con sitios como Diosas Olímpicas e Izquierdazo Boxeo.

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Cuando uno se sumerge al mundo de Alí, va descubriendo más allá de su figura incomparable de boxeador una personalidad irreverente y natural en el mundo del espectáculo. Como tal, en algún momento del camino sintió el deseo de cantar y probar su faceta en la música interpretando, en un LP de 12 canciones llamado “I am the Greatest!” (1963/1964, Columbia Records), el reconocido tema de “Stand by me” (Ben E. King/ J. Leiber/M.Stoller), entre otros. Mientras esto sucedía y la leyenda de Alí crecía con cada triunfo, también inspiraba a una numerosa cantidad de músicos a escribir canciones sobre él y sobre sus hazañas pugilísticas que encajaban perfectamente con su personalidad para hablar de un hombre indomable, un súper héroe, que se sobreponía a los entornos más adversos.

 

Gracias a este fenómeno, hoy en día contamos con una generosa cantidad de música inspirada en Alí y dedicada a él; obras que transitan por infinidad de géneros y estilos. Es importante destacar que esta admiración por Muhammad Alí no se quedaba sólo en las canciones sino que trascendía más allá en los músicos que las componían e interpretaban. Cada vez que fue posible, esta admiración entre los músicos y el boxeador, fue aprovechada por la mercadotecnia de su tiempo, y se concertaban todo tipo de encuentros, unos buscándose a los otros, contagiándose mutuamente del brillo estelar de la celebridad y el genio.

 

Hubo relaciones más estrechas con otras figuras de la música de su momento. Elvis Presley era un amigo muy cercano de Alí. “No admiro a nadie, pero Elvis Presley es el más dulce, el más humilde y agradable hombre que querrías conocer”, aseguraba Ali. Un ejemplo de su amistad es cuando el boxeador fue visitado por Elvis en 1973 antes de pelear contra Joe Bugner en Las Vegas, y el músico le entregó una bata con la leyenda en pedrería “The people´s Choice”. Sin embargo, Alí no la usó hasta Marzo de 1974 cuando subió al cuadrilátero para combatir contra Ken Norton en San Diego.


 

Otro hecho muy afortunado para Alí y el mundo ocurre como por arte del destino. El 8 de diciembre de 1975, Muhammad Alí visitó al cantante y compositor Bob Dylan en el backstage del Madison Square Garden en el concierto de beneficencia para el boxeador encarcelado Rubin “Hurricane” Carter. Ahí se captaron las famosas fotos de Ken Regan en las que se les ve juntos en una atmósfera de comodidad y calidez como si se conocieran de siempre. Regan expresa sobre de la visita: “Ali le había llevado a Bob un guante de boxeo gigante que era casi tan grande como Bob, era justo el toque astuto y espontáneo que capturó el espíritu del encuentro”. La música y la dulce ciencia, es un binomio que unió a Alí y a Dylan, éste último un fanático y practicante del pugilismo, asistente frecuente a las peleas y que ha escrito e interpretado canciones impregnadas por el drama del boxeo.

Como otros boxeadores, ya sea por estrategia publicitaria, por pasión o circunstancias, Muhammad Ali fue seducido y seductor, un amorío intenso con el mundo de la música. Es a través de cada una de sus derrotas y victorias, de cada uno de sus ya legendarios nocauts, de su historia, de su autenticidad para vivir y para boxear, pero también a través de la música y los lazos íntimos y perdurables que creó con los músicos, como podemos homenajear y recordar siempre al más grande boxeador de todos los tiempos, Muhammad Alí, The Greatest.

 

The Greatest, el boxeador más emblemático del mundo del pugilismo que dejó huella más allá del deporte, que escribió una historia perdurable con un nombre de oro, vendas y piel; se llama Muhammad Alí. Todo aquello que tocaba Alí quedaba marcado por su personalidad y sus hazañas dentro y fuera del ring, incluyendo a las personas. Los músicos no fueron la excepción. Alí tuvo diversas pasiones a lo largo de su vida, sin embargo siempre se sintió atraído por la música, aprovechando y disfrutando al máximo cada oportunidad que tenía para estar en contacto con ella.

 

En 1964 hubo un encuentro con el cuarteto de Liverpool, The Beatles, en Miami, en el gimnasio en el que el aún llamado Cassius Clay se entrenaba para su primera pelea de campeonato mundial frente al salvaje Sonny Liston. Las circunstancias que rodearon el encuentro son curiosas. En esa época, Liston era el campeón mundial, el más brutal de los pesos pesados de su tiempo, mientras que Clay era un talento emergente, un joven locuaz de quien no solo eran inimiginaables sus alcances, sino también se proyectaba como una víctima más en las furiosas garras de Liston. Por lo mismo, el encuentro de los Beatles sería con el campeón, con Liston, pero agrio como pocos, desdeñó a los músicos ingleses que no tuvieron más opción que ir con Alí. Este acto publicitario propició una serie de fotografías tomadas por Harry Benson como evidencia del auge y la presencia en un mismo lugar y en un mismo momento, de dos fenómenos culturales en el país, la música y el boxeo. El encuentro fue un éxito, el cruce de las personalidades más brillantes de su generación, le anunciaron al mundo que iniciaba una nueva época, que nacía la juventud, la adolescencia.


 

The Jacksons 5 que habían explotado en los 70 con un caudal irreductible de talento y fama, llegaron a tener su propio programa de televisión en Estados Unidos. En su tercer día de emisión, en 1977, entrevistaron a Muhammad Alí, quien hizo buena química con Michael Jackson e interactuaron ingeniosamente durante el programa, simulando una pelea entre ellos en la que el propio Alí daba consejos a Michael sobre cómo boxear.


 

Sin lugar a dudas también tuvo rivales en la música, precisamente los mismos gladiadores contra los que peleó ferozmente en el cuadrilátero, como Joe Frazier y George Foreman. En 2003 la disquera alemana Trikont sacó a la venta la compilación “Hits and misses. Muhammad Ali and The Ultimate Sound Of Fistfighting” con 22 canciones de la década de los setenta de diversos músicos y géneros, que hacen homenaje al pugilista como reggae, salsa, funk, country, soul, entre otros. Además incluye interpretaciones del mismísimo Alí y de sus archirrivales sobre el ring, Joe Frazier y George Foreman. La disquera Trikont, con esta producción, apostó por una propuesta única y ecléctica, diversa en estilos, hecha más para aquellos que buscan un producto poco común en el mercado que para la audiencia convencional. Para quienes apuestan por el Jazz-Rock pueden recurrir al álbum “A Tribute to Jack Johnson” (1971) de Miles Davis, una obra genial que realizó con la colaboración de los músicos Herbie Hancock, Steve Grossman, John MacLaughlin, Michael Henderson y Billy Cobham; y que contiene una pieza con el nombre de “Ali” y que hace referencia a su personalidad y a su estilo de pelear en el ring.

 

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