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Mejor conocido como “El Rey”, este icónico actor y cantante norteamericano obtuvo tres nominaciones al Óscar logrando consolidar sólo una estatuilla. La elegancia al vestir, su personalidad varonil, el delineado bigote que lo caracterizaba y la virilidad en su manera de actuar conquistó a varias divas de la pantalla grande. Se casó cinco veces, prestó servicio en la Segunda Guerra Mundial, tuvo dos hijos de los cuales sólo reconoció a uno, marcó toda una era en la Metro Goldwyn Mayer y su vida –sin lugar a dudas- es una guía... de seductor.

 

El dominar los caprichos de las féminas con elegancia y conquistar los corazones de musas glamurosas requiere de un gran estilo; toque divino que Gable ejecutaba con gran maestría.

 

Aunque casi siempre estuvo casado, su proceder fue de un cazador soltero para derrumbar el orgullo de la mujer con temperamento fuerte, pero a la vez gentil y amable; grandes frases como “Francamente querida, lo que hagas me importa un bledo...”. En el film  Lo que el viento se llevó (1939) hacía que el desprecio se convirtiera en un atractivo, atributo que solamente “El Rey de Hollywood” sabía ejecutar como todo un caballero.

 

La pasión que imprimía en sus más de 70 películas era el prototipo del galán estadounidense de los años 30. Muchos expertos afirman que si Clark viviera no se le compararía con otra estrella del cine que suelen derretir corazones; el era único, ya fuera representar el papel de un asesino, periodista, vaquero o capitán. Gable era una raza aparte en el mundo fílmico, un artista que conectaba con las cámaras de forma inmediata con tan solo una mirada, el hombre que incluso fuera del agrado de Hitler, quien lo consideraba el mejor actor del orbe.

 

Hablar de esta célebre figura cinematográfica significa lucha y entrega por un sueño, ya que nunca se dio por vencido aunque el éxito le llegara hasta sus 28 años, después de dormir en teatros, sin un centavo de paga y realizando trabajos rudos en aserraderos o pozos petroleros para costear sus metas. Sí -mis estimados homoespacieros-  Gable es ejemplo de pelea por lo que realmente se ama sin importar hambre, rechazos, ni grandes adversidades, con las armas del arte y la inteligencia, y eso -apreciables lectores- solamente lo logra... un seductor.

 

Erase una vez...

 

Oriundo de un pequeño poblado estadounidense llamado Cadiz, en el estado de Ohio, el primer día de febrero de 1901, William Clark era el único hijo del matrimonio Gable. Desde bebé el mundo le fue complicado ya que pierde a los siete meses de nacido al ser que buscaría años después en varias mujeres, su madre Adeline Hershelman. El señor William Henry -progenitor del destacado artista- enfrentaba grandes dificultades con la muerte de su esposa y un niño que reclamaba cuidados. Tal fue el desequilibrio de Gable padre que en el acta de nacimiento de Clark aparece como género femenino, aunque este error de registro parecía una profecía, ya que “El Rey” siempre se encontraría envuelto en su propia figura. Cabe mencionar que los padres del afamado actor eran de descendencia alemana.

 

A los tres años, Clark tendría una Madrastra, Jennie Dunlap, fue la encargada de atender y formar a “Billy”, como lo nombraban sus amigos y familiares. La nueva señora Gable nunca tuvo hijos y su atención la volcó en Clark, a quien enseñó a vestir siempre elegante, ser higiénico, le dio clases de piano y le adiestró a comportarse como un caballero de gran categoría, arte que dominó el actor desde su adolescencia, pues se rumora que le agradaba enamorar a sus profesoras y ser el centro de atención entre las jovencitas. Otras de sus aficiones -además de ser un conquistador- era arreglar autos y motocicletas al lado de su padre, quien compró una colección de 72 volúmenes de literatura destinados a la educación del pequeño Clark.

 

Cuando el joven “Billy” tenía 16 años, la familia Gable decide trasladarse a Akron, lugar en el que Clark determina dejar los estudios y dedicarse a trabajar para la empresa de neumáticos Firestone. También fue aquí donde se enamora del mundo de la actuación al ver la puesta en escena The Bird Paradise, de Richard Walton Tully.

 

La fascinación por el teatro hacia mella en el corazón de Clark y su convicción por dedicarse a esta manifestación artística, aún en contra de su padre- quien llamara a éste “trabajo para mariquitas”. Ello, sería lo que le brindara a Clark –poco tiempo después- el título de “El Rey”.

 

En 1918 vivía y trabajaba como mandadero en el teatro Y.M.C.A., sin paga, pero la magia de este sitio lo maravilló. Para 1920 su querida madrastra fallece el 11 enero, y su padre le propone mudarse a Oklahoma en búsqueda del oro negro, a lo que Clark accede. La vida petrolera no era del agrado de “Billy”. A los 21 años recibe una herencia de su abuelo por la cantidad de trescientos dólares; el dinero lo destinó para participar en obras teatrales de arrabal.  El efectivo se consumió rápidamente y para subsistir trabajó en un aserradero en Oregon. Después se mudó a Portland, donde trabajó como vendedor en la tienda Meyer & Frank, además de comenzar su sueño al audicionar para la compañía de actores Astoria. 

 

El cine mudo y los guiones secretos de Gable...

 

Era 1924 cuando el inexperto Clark comenzaba su carrera como extra en el film White Man, esto gracias al apoyo de su primera esposa la maestra de actuación Joshephine Dillon, 17 años mayor que él y por quien dejara a su prometida, que fue la que incitó a Gamble a tomar clases con Dillon. Puede decirse que Joshephine fue quien forjó a Clark como actor; le pagó su dentadura postiza, ya que por una infección en las encías perdió todas sus piezas dentales, le dio un cambio de imagen más sofisticado, lo apoyo en sus 16 películas como extra en el cine mudo y lo colocó en Broadway como uno de los principales galanes del teatro de esa época.

 

El período de 1924 a 1930, las tablas adquiridas sirvieron a Clark para lograr el rotundo éxito que obtuvo protagonizando al asesino “Mears” en la producción Los Ángeles de la obra La Última Milla. En 1930 Gable y Josephine Dillon se divorciaron, esto a causa de su nueva conquista y segunda esposa, la acomodada texana Maria Franklin Prentiss Lucas Langham, mejor conocida como "Ria", con quien se caso en California en 1931.

 

La primera puerta que el actor tocó en Hollywood fue en la Warner Brothers, para personificar a un gánster en la película Little Cesar (1931), pero el ejecutivo Darryl F. Zanuck no lo contrató, pues consideraba que Clark tenía las orejas demasiado grandes para el papel.

 

La Metro Golden Mayer (MGM) fue quien contrató a Gable en 1930 y con quien trabajara 23 años de su vida. El primer film con esta productora fue The Pinted Disert (1931) caracterizando a un joven vaquero. La película que le diera sus primeros éxitos fue Alma Libre (1931) al lado de Norma Shearer. Este filme hizo que creciera su popularidad y el nuevo rostro de la MGM estaba consolidado, así que la coscolina productora frecuentemente lo colocaban con las principales bellezas como Joan Crawford, Susan Lenox, Greta Garbo, Adela Rogers y Marion Davies; varias de ellas estuvieron en las entretelas del actor.

 

Otros filmes como Red Dust (1932), donde aparece un apasionado Gamble sin afeitar, compartiendo créditos con Jean Harlow, pronto lo hizo la estrella masculina más importante de la MGM. También Hold Your Man (1933), Mares de China  (1935), y  Saratoga  (1937), fueron otras películas que interpretaron estos dos actores en la pantalla grande.

 

Algunos datos obscuros que sostiene el biógrafo de celebridades y escritor francés David Bret en su libro “Clark Gable: Tormented Star” sobre esta etapa en la vida de Gamble, es que el actor era bisexual, además de recibir pagos por sus servicios “íntimos” a personajes como Earle Larimore, Rod La Rocque y William Haines, todos estrellas del cine mudo. El escritor se basa en entrevistas con varias personas que conocieron el lado secreto de Gable, pero el diario New York Times puso en duda las fuentes de la que llamó: “Esa biografía de ínfima calidad que quita el aliento”.

 

Un Óscar, los felices días y Lo que el viento se llevo...

 

Cuentan que Gable fue prestado a la Columbia Pictures como castigo por negarse a las órdenes de la MGM, además de que el actor exigió una mejora de sueldo y era muy selectivo en los papeles que la productora le daba. Así que participó como Peter Warne en It Happened One Night (1934), aunque en un inicio el papel se le ofreció a Robert Montgomery pero sintió que el guión era pobre.  El rodaje comenzó en un ambiente hostil ya que el primer día Gable llegó borracho, pero a pesar de esto Frank Capra -el director- y al actor disfrutaron de la película, aunque la joven actriz Colbert -al parecer- no le gustó. El film le dio a Clark Gable su único Premio de la Academia al Mejor Actor, además el rollo ganó otras cuatro nominaciones, entre ellas, como mejor película.

 

Entre conquistas y rodajes, la vida profesional del icónico actor elevaba su fama. Un columnista hollywoodense realizó una encuesta para nombrar al “Rey de Hollywood” y el título lógicamente lo ganó Clark. Ya para 1935 Un Grito en la Selva  era el siguiente trabajo del “Rey” en el cual participaba Loretta Young, actriz con la que tuviera un amorío y diera a luz a Judy Lewis, primera hija que nunca reconocería Clark, ni tampoco Loretta diría que él era el padre hasta muchos años después, argumentando que la niña fue adoptada.   

 

En 1937 el nuevo “Rey” protagonizó al primer oficial Fletcher Christian, en Motín a bordo, lo que le valió su segunda nominación al Óscar,  y en 1939 realizó lo que para muchos fue su mejor película Lo que el viento se llevo, en su papel de Rhett Butler.  Este clásico del cine fue el que le otorgó mayor reconocimiento en su carrera y le valió otra nominación al Óscar como mejor actor, el cual perdió ante Robert Donat con el film Goodbye, Mr. Chips. Es impresionante la conexión y atracción casi sexual entre Gamble y Vivien Leigh, un ejemplo de esto era el trato que el Coronel Butler le daba al sujetar con fuerza, seduciendo así a la indomable Scarlet O´Hara.

 

En esta época, quien realmente robaría el corazón de Gable fue su tercera esposa, la actriz Carole Lombard, tras un costoso divorcio con Ria Langham patrocinado por la MGM. Para el actor, este fue el período más feliz de su vida. La pareja Gamble y Lombard se casó en 1939, eran la realeza de Hollywood, pero la relación terminó de forma trágica cuando Carole murió en un accidente de aviación en 1942. Gable no volvió a ser el mismo e incluso varios de sus biógrafos afirman que intentó suicidarse, ya que Carole fue el amor de su vida.

 

La segunda guerra y dos nuevos matrimonios...

 

En 1942, tras la pérdida de su amada, se unió al cuerpo aéreo del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial y se enlistó como oficial con el número de servicio 565390. Logró el rango de capitán, sirvió principalmente en asuntos públicos, realizó el documental Lucha contra América para el Ejército norteamericano y desarrolló cinco misiones exitosas. En un inicio, decidió participar en combate con el deseo de muerte, pero esto sólo renovó su vitalidad y aumentó su popularidad. Un dato curioso es que Gable fue la estrella de cine favorita de Hitler, el cual ofreció una jugosa recompensa a sus tropas por capturar vivo al actor.

 

Las películas de la posguerra de Clark para MGM fueron delusorias en su mayoría; parecía un Gable diferente, avejentado y con algo de sobrepeso. También decepcionante fue su cuarto matrimonio en 1949 con Lady Sylvia Ashley que duró sólo tres años.

 

En 1953 rompió su relación con la productora que le había dado tantas satisfacciones personal, ya que consideraba mediocres los papeles que le ofrecía la MGM, mientras que el estudio consideró su salario como excesivo.

 

En 1955, el actor se casa con su quinta esposa, Kay Spreckels, con tres matrimonios anteriores, ex modelo y actriz, con la que volvería a creer en el amor. También en este año Gable formó una compañía de producción con Jane Russell y Bob Waterfield, realizando El rey y cuatro reinas (1956), producción única del “Rey”. Para estos tiempos el varonil ícono hollywoodense parecía agotado y empezaba a manifestar un temblor perceptible incluso ante las cámaras.

 

El otoño del Rey...

 

Del periodo de 1957 a 1960, el actor realizó seis cintas más, la última definitivamente fue la que al mismo Gable más le agradó, The Misfits (1961), con guión de Arthur Miller y dirigida por John Huston. El legendario actor compartió créditos con la sensual Marilyn Monroe -que para ella fuera su última película-, Montgomery Clift, Eli Wallach y Thelma Ritter. En datos interesantes figura que Monroe dijo en alguna ocasión que ella había intimado durante el rodaje con Clark a lo que  se le atribuyo su muerte, pero la realidad es que años de tomar whisky, fumador empedernido y una dieta violenta donde perdió cerca de quince kilos para realizar el film, provocaron que un mes después de grabar The Misfits Gable falleciera en el Hollywood Presbyterian Hospital, el 16 de noviembre de 1960 a causa de un infarto fulminante con tan solo 59 años.

 

El 20 de marzo de 1961 su última esposa, Kay Spreckels, dio a luz al hijo único reconocido por el actor, John Clark Gable quien nació en el mismo hospital en el que “El Rey” había fallecido cuatro meses antes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Apreciables homoespacieros, definitivamente la pasión fue el distintivo de este elegante gigante del mundo fílmico. Te compartimos el link de la película por la que ganó su único Óscar:

 

It Happened One Night (1934).

 

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

Clark Gable... el seductor de Hollywood.

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