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Superó las 356 mil actividades culturales en beneficio de más de 30 millones de personas
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Al primer semestre del año había otorgado estímulos a la creación a 300 artistas
El 2015 fue un año importante para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), al cerrar su ciclo con números positivos que se reflejaron desde el primer semestre del año, cuando su autoevaluación destacó “buenos resultados” en el ejercicio presupuestal y el cumplimiento de sus metas.
Dado a conocer en septiembre pasado, el documento destacó la estricta disciplina presupuestal que se había mantenido y el pago del 92 por ciento de los recursos etiquetados.
Entre los principales números que mostró para el subsector Cultura -integrado por 18 unidades administrativas sustantivas y 12 entidades coordinadas- destacó la realización de 356 mil 881 actividades culturales y artísticas, en beneficio de 30 millones 76 mil 707 personas, cifra que al cierre del año se rebasó con amplitud.
También ponderó la actividad del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) que en los primeros seis meses del año otorgó estímulos individuales a 582 creadores nacionales.
En cuanto al total de estímulos, apoyos y becas a la creación, se benefició a 350 artistas, lo que significa un aumento del 215 por ciento respecto al año pasado con 111 beneficiarios.
En cuanto a las actividades para la promoción y difusión de las expresiones artísticas de México, así como la proyección y presencia de México en el extranjero, destacó el Año Dual de México en el Reino Unido y el Año del Reino Unido en México.
Además, exposiciones de gran impacto cultural, como: “Landscapes of the Mind”; “Miguel Ángel Buonarroti, un artista entre dos mundos”, y “Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza”.
Cabe reconocer que aunque apoyó y difundió durante el agónico 2015 manifestaciones artísticas diversas, de literatura, música, radio y televisión, así como las inscritas en las artes escénicas, plásticas y audiovisuales, fue en materia de exposiciones nacionales e internacionales donde más lució.
Las muestras que marcaron 2015 fueron: “Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza” (26 de junio-23 de agosto) y “Miguel Angel Buonarroti: Un artista entre dos mundos” (26 de junio-27 de septiembre).
Miguel Ángel (1475-1564) está considerado como un innovador, y adelantado a su época, uno de los más influyentes artistas renacentistas, y de la historia, quien lo mismo cultivó el arte que la ciencia, destacando en materia de arquitectura, pintura y escultura. Por eso, en la muestra se exponen sus bocetos pictóricos para decorar la célebre Capilla Sixtina.
El espacioso Museo del Palacio de Bellas Artes ofreció en todo su esplendor estético y valor histórico y artístico, esculturas como el “Cristo Giustiniani”, una espléndida obra que, de acuerdo con las croniquillas de la época, el exigente virtuoso abandonó a medio hacer debido a que halló un defecto en el mármol y que, al parecer concluyó Bernini.
“Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos” contó con alrededor de 75 piezas entre dibujos, documento, bocetos, óleos y otros materiales que usó en su quehacer artístico o le pertenecieron para su vida diaria. Además, otras 45 de autores diversos en las que se denotan su influencia entre los artistas residentes en México.
La exposición “Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza” permitió ver por primera vez en México y América Latina “El códice sobre el vuelo de los pájaros” (1505), donde el artista plasmó con belleza su interés científico por la forma como los animales con plumas pueden surcar los aires, todo ello sin escatimar en la belleza estética de sus trazos.
Ambas muestras reunieron más de 300 mil visitantes, un gran récord.
Conaculta había iniciado bien este año, cuando el 5 de enero cerró con una cifra de 200 mil visitantes la magna exposición “En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte”.
El presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, señaló que la exposición “En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte”, “fue un magnífico e ilustrativo recorrido por el arte universal y particularmente del arte mexicano, a través de los ojos de Octavio Paz”, por lo que se buscará que esta obra quede de manera permanente a disposición del público.
En realidad, el número de espectadores que vieron la muestra confirma la importancia que tuvo el Premio Nobel de Literatura en el marco del arte mexicano. Fue inaugurada el 10 de septiembre del año pasado en el Palacio de Bellas Artes como homenaje oficial al Premio Nobel de Literatura mexicano, por la efeméride del centenario de su natalicio.
La muestra reunió obras procedentes de más de 100 museos de todo el mundo, utilizó los medios tecnológicos más adelantados, entre ellos una “app” y un micrositio, que incluyeron las piezas que integraron esa exposición y quedaron como un testimonio permanente de una visión general del arte mexicano y la visión de Octavio Paz sobre las artes plásticas.
“En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte” se integró por 228 piezas, entre esculturas, pinturas, grabados y fotografías de artistas plásticos y visuales de todo el mundo quienes destacaron por sus búsquedas estéticas en el siglo XX, expresadas principalmente en las vanguardias, entre ellos, Picasso, Rivera, Siqueiros, Miró, Remedios Varo y Frida Kahlo.
Otra muestra plástica que la dependencia encargada de la política cultural de México abrió este año es “La exposición pendiente 1973-2015. Orozco, Rivera y Siqueiros”, uno de los grandes acontecimientos culturales recientes en la República de Chile, la cual fue inaugurada el jueves 19 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes de ese país.
La primera persona que planteó ese montaje en Chile, hace 42 años, fue el maestro de la museografía, Fernando Gamboa, quien siempre iba acompañado de una grabadora en la que registraba cómo sucedía todo y contaba detalles de sus montajes; así, grabó lo que ocurrió en Santiago durante el año del Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende.
En esas grabaciones, que forman parte de la muestra, el público escucha también el llanto del museógrafo mexicano al narrar los terribles sucesos de aquella época. Ante los hechos el gobierno mexicano decidió regresar al museógrafo y su equipo de colaboradores, a sus diplomáticos y a las obras a México, donde permanecieron durante más de cuatro décadas.
A partir de un documento encontrado en la Fundación Fernando Gamboa, el curador Carlos Palacios y el área de curaduría del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile (donde se presenta la exhibición hasta febrero del próximo año) idearon una nueva propuesta con respecto al montaje original que se presentaría en Chile en 1973.
En esta ocasión, sin embargo, se exhibe únicamente la mitad de las piezas que viajaron a Chile en aquel tiempo, pero hay un complemento: La documentación encontrada sobre el tema, consistente en carteles, diarios, cartas, oficios y telegramas que se generaron en ese momento a raíz de la organización conjunta entre las cancillerías chilena y mexicana.
De las 169 obras que viajaron en 1973, este año se hizo una selección precisa, cuidada y adecuada, de los tres grandes representantes del muralismo mexicano. Se ha respetado el formato original de la muestra concebida por Fernando Gamboa, quien hacía montajes espectaculares, y esto es lo que se ha tratado de rescatar con esta grandiosa exposición.
“La exposición pendiente 1973-2015. Orozco, Rivera y Siqueiros” se organizó dentro de la celebración por los cinco lustros del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y Chile, y por eso, esta muestra pretende saldar una asignatura política, estética y ética pendiente durante un largo periodo entre ambas naciones hermanas.
Conaculta rubrica 2015 con una serie de importantes exposiciones
Vanguardia Digital