top of page

Este martes 15 leí el artículo de Denise Maerker en El Universal. Rodrigo Vallejo y los intocables, titula Denise su entrega y alude a un tema que he abordado como reportero y en artículos de opinión, en este espacio de larga data.

Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
Correo: sanchezlimon@gmail.com
Twitter: @msanchezlimon 

Mas no se trata de un asunto personal, sí de una constante en la impartición y procuración de justicia que ofende al sentido común del ciudadano harto de la demagogia legaloide que encarcela al hambriento, al jodido, pero arropa con la más insultante impunidad al objeto del trueque político; olvídese de pagos en cifras de varios ceros, es un asunto de tráfico de poder.

 

Once meses y siete días de prisión para Rodrigo Vallejo Mora, el hijo de papá ex gobernador que negoció cargo y fama pública por el perdón de su vástago, delincuente pillado en flagrancia cuando negociaba con Servando Gómez La Tuta. Y negociaba para papá, para los negocios de papá, para la protección del gobierno de papá.

 

Pero el caso es que el artículo de Denise molestó a estas conciencias dizque de oposición que aguardan en cualquier esquina de un pasquín o la pestaña de las redes sociales para denostar y, con ello, evidenciarse defensoras de asuntos criminales por más que pretendan asumirse críticas despojadas del fanatismo disfrazado de izquierda.

 

Por supuesto, Denise no requiere de defensores; se defiende sola y tiene los espacios con una respetable audiencia para hacerlo. En efecto, no pretendo defenderla oficiosamente. El punto es cómo una opinión respecto de un tema que entraña impunidad y la evidencia de los juegos del poder, provoca reacciones de descalificación de intereses que tienen a personeros iletrados que usan las redes para denostar y descalificar.

 

Veamos: Un individuo que se identifica como “Juan Carlos” dice a Maerker: “Vaya! Primera vez que dices algo inteligente!!” Y otro con el alias de “Don Doenits” le pregunta groseramente: “Q paso, ya no te gusto la leche priista?” Bueno, usted juzgue la excelsa ortografía de quienes cual bandidos asaltan un cargamento de buenas ideas y de opinión fundamentada.

 

Esos personajes que se escudan en anónimos alias, son el mal de las redes, los filósofos del fundamentalismo, defensores del todo o nada y mercenarios al servicio de dizque demócratas defensores de la libertad de expresión. Ni hablar, con estos tenemos que arar en los medios de comunicación.

 

Y los acarreados…

 

Por cierto, esto de acarrear ciudadanos a mítines, marchas y otros etcéteras como para garantizar seguridad en torno del Presidente de la República, apoyo al candidato a un cargo de elección popular o aplaudir discursos rolleros y demagógicos, no es nuevo. Lo han hecho y lo hacen los de Morena y Andrés Manuel López Obrador, los del PRD y del PAN, del PRI. En fin.

 

Lo que ofende, es que no haya recato para amenazar, por escrito, con represalias contra quienes no acudan al llamado del acarreo. Se ha cuestionado que Andrés Manuel convoque a la reserva del FBI (Fuerzas Básicas del Inapam) para apoyarlo en sus mítines; cuestión que el Gobierno de la Ciudad de México no ha desdeñado.

 

Y ocurre que Ángela Escalante Barrón, jefe de Recursos Humanos del DIF del municipio de Coacalco de Berriozabal, Estado de México, convocó mediante la circular número 33 de fecha 14 de septiembre de 2015 a la Presidencia, Dirección, Subdirecciones, Procuraduría, Tesorería, Coordinaciones y Jefaturas del Sistema Municipal DIF Coacalco, a que a todo su personal a asistir a la Ceremonia del Grito de Independencia “el día 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México”. ¿Cómo se le llama a esta metida de pata?

 

¡Claro! En las redes corrió el tema y se acusa a todos los asistentes al Zócalo de ser acarreados. ¡Sopas!

 

Oportunismo y protagonismo

 

El lamentable incidente ocurrido en el desierto de Egipto que cobró la vida de ocho turistas mexicanos ha dado pauta al oportunismo y protagonismo político, salpicado de ocurrencias francamente ofensivas.

 

Mire usted, por ejemplo, la diputada federal panista Brenda Velázquez Valdez, desde tribuna en la sesión plenaria de este martes 15, a nombre de la bancada del PAN expuso una lindeza de crítica oportunista, con evidente intención de molestar al vecino.

 

Acusó a la cancillería mexicana de haber sido “omisa porque no emitió recomendaciones a los turistas que viajaron a Egipto”. Con ello, el PAN corresponsabiliza a la Secretaría de Relaciones Exteriores de la tragedia que enluta a las familias de los mexicanos que fueron abatidos por aviones de la fuerza aérea egipcia, porque los confundieron con terroristas. O sea.

 

¿Será porque entre las víctimas se encuentra la ex diputada federal panista María Elena Cruz Muñoz? Vaya con la bancada panista

 

Y del lado de la fracción de Encuentro Social fue tal la prisa por tener sus cinco minutos de gloria en tribuna, que cuando su legisladora Norma Edith Martínez demandó a la Cancillería mexicana “revisar las contradicciones de las cifras, a fin de conocer la verdad sobre las víctimas, pero sobre todo garantizar una indemnización adecuada para todos los deudos”, ya se sabía oficialmente que eran ocho las víctimas y que la canciller Claudia Ruiz Massieu lleva, entre las encomiendas presidenciales del caso, que se atienda con todas las de la ley y los recursos económicos, es decir, indemnizaciones, traslados, gastos médicos y servicios jurídicos consulares a los connacionales que perdieron la vida y/o resultaron lesionados en ese ataque aéreo en el desierto egipcio. Conste.

 

VIERNES. ¿Qué le dice a quienes no opinan igual que el presidente (Peña Nieto), a quienes no ven las cosas como las está viendo el Presidente?, preguntaron a César Camacho Quiroz, quien respondió: “Lo que decimos es que, todos tienen respetables puntos de vista y es importante comentarlos, hacerlos públicos (…)”. ¡Eureka! El coordinador de los diputados federales del PRI habló claro y sin barroquismos. Digo.

 

 

sanchezlimon@gmail.com

sanchezlimon@entresemana.mx

www.entresemana.mx

@msanchezlimon

 

 

­­Denise, acarreos y oportunismos

 

bottom of page