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Divas... sin coronas

Por Glen Rodrigo Magaña.

Mujeres que marcaron en diferentes décadas un estilo fílmico... ya sea el primer largometraje femenil en el lente de una cineasta estadounidense, fiel a sus ideales, apasionada al realizar algún guión, actriz un tanto desconocida, contemporánea de la primera directora de cine Alice Guy, crea la primera productora liderada por una fémina, pionera en el Cine de autor, conoció la ingratitud de la sociedad cinematográfica y en su ocaso… sólo la pobreza, la soledad, así como la enfermedad, fueron su pago. Nuestra segunda diva es una de las actrices más enigmáticas de Hollywood, sonrió en una sola película, considerada uno de los rostros más bellos del mundo, con una corta pero significativa trayectoria, cursó con éxito del cine mudo al sonoro, rechazó el único premio Oscar que le brindó la Academia tiempo después de su retiro, coleccionista de arte... y otros rumores acerca de sus preferencias sexuales. 

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

El problema de la fama es que en muchas ocasiones el arte pierde su valor, materializado y comercializado por la ambición de empresarios que pervierten el talento, como si fueran un tipo de vampiros que sustraen toda la esencia del artista para dejarlo tiempo después en la nada. Sin embargo, existen otro tipo de emprendedores, específicamente los independientes, que sin tanta parafernalia logran obras exquisitas, tal parece que la carestía hace que el ingenio de la belleza humana aparezca naturalmente, el secreto... continuar, intentar, luchar con brío, crear motivado por algo mayor que el reconocimiento hipócrita de gente que no comprende lo significativo, algunos lo llaman ideal, otros dogmáticos lo nombran fe, al final, es la dulce sensación de haber dejado alguna huella.

 

Respecto al cine, el movimiento es la principal herramienta, imágenes que llegan a dejarnos paralizados, la emoción de los instantes, riqueza de elementos sensitivos en un rollo, realidad de la quimera, que en cuanto existe un toque femenino en su creación, hace de la magia algo íntimo, tan cercano y lejano a la vez, en pocas palabras... inspiración pura.

 

La mujer... ese sorprendente ser capaz de agitar las cuerdas del sentimiento, aquietar al hombre más impulsivo, caprichosas por naturaleza, adictivas al saborear sus encantos, inteligencia de su sensualidad y raíz de la debilidad masculina, aunque sean ellas las que alimenten nuestra fortaleza. Por eso y mil motivos más, es que dedicamos esta sección a esas féminas que obtuvieron el término de “divas”, en esta ocasión a dos grandes encantos de la cinematografía: Lois Weber y Greta Garbo.

 

Lois Weber... pionera del largometraje

 

Oriunda de Allegheny -actual Pittsburg, Pennsylvania- Estados Unidos, Lois nace entre una familia de clase media un 13 de junio de 1879, su padre era tapicero y fue la segunda de tres hijos del matrimonio Weber, desde muy pequeña mostró su amor por el piano, el canto, las artes escénicas y una labor que retrataría en sus filmes posteriormente: la evangelización, así como la importancia de los valores morales.

 

Inició su carrera artística como una tímida cantante de ópera y pianista a inicios del siglo XX, para aceptar en 1904 colaborar en algunas puestas en escena de Nueva York, donde se desempeñó como actriz cinco años y conoció a Wendell Phillips Smalley, actor con el que se casó el 29 de abril de 1904 en Chicago Illinois.

 

En 1908 es contratada por la “American Gaumont Chronophone” como cantante, para darnos una idea, el Chronophone fue un aparato patentado por Léon Gaumont en 1902, servía para sincronizar el cinematógrafo con un cilindro de fonógrafo. Es importante citar que el primer acercamiento al cine de esta aún cantante y actriz de teatro fue la Gaumont, y que en este año, también realizara su primer guión y papel en el cortometraje Hipócritas -que tiempo después lo dirigiera pero en versión de largometraje-.

 

El primer corto como directora fue A Heroine of 76 (1911) con el sello de la “Rex Motion Picture Company” y bajo la firma de la “Universal” realizó otras cintas como: El retrato de Dorian Grey (1913), adaptación de la novela de Oscar Wilde; Suspense (1913), uno de los rollos pioneros del cine de suspenso y que inspiró a varios cineastas a entender el manejo de la pantalla dividida; así como Navidad del judío (1913), drama que muestra el choque de los valores judíos con el estilo de vida americano.

 

Si bien Alice Guy fue la primera mujer en dirigir un film La Fée aux Choux (1896), Lois Weber fue la primera en realizar un largometraje y éste fue una adaptación de la novela de William Shakespeare: El mercader de Venecia (1914), aunque lamentablemente y por descuidos de la industria fílmica, esta cinta se encuentra desaparecida.

 

Otros grandes títulos de esta cineasta, guionista, productora y actriz norteamericana fueron:  La araña y su telaraña (1914), film que retrata que hasta el ser más obscuro como un vampiro puede ver la luz, al tener en sus brazos a un bebé; su principal joya Hypocrites (1915), que cuenta con un desnudo de una mujer representando a la verdad; ¿Where are my children? (1916), logra un éxito en taquilla por su reflexión sobre el control de la natalidad; Shoes (1916), polémica historia sobre las injusticias sociales, ya que trata sobre una joven pobre que en su anhelo por estrenar un par de zapatos se prostituye o The people vs John Doe (1916), un caso sobre la pena de muerte a un hombre inocente.

 

En junio de 1917, Lois se convierte en la primera mujer en tener su propio estudio de cine, la “Lois Weber Productions” en el 1550 de Sierra Bonita Avenue, pero después de realizar trece películas, con una época más liberal y el posicionamiento de la era del jazz, sus películas poco a poco fueron perdiendo audiencia, así como recibir la amargura por la crítica al mencionar que sus cintas eran pasadas de moda, hasta comentarios incómodos como que su esposo era sólo la sombra de la cineasta, lo que provocó que después de un viaje a Europa con su marido, se divorciaran en secreto el 24 de junio de 1922, haciéndose público hasta el 12 de enero de 1923.

 

El último éxito de esta cineasta, fue The Bolt (1921), el cual refleja el rechazo de los valores de la América capitalista, que mide a las personas por su riqueza material. Su último trabajo fue el rollo White Heat (1934). En lo referente a lo sentimental, se volvió a casar en 1926 con el Capitán Harry Gantz, a quien amigos cercanos de Lois lo consideraban un oportunista.

 

Lo más triste de esta talentosa pionera del cine hollywoodense, es que a pesar de entregar toda una vida a la industria, solo tenga una olvidada estrella en el Hollywood Walk of Fame del 6518 en el Hollywood Blvd. Murió en los Ángeles, California, a causa de una enfermedad gástrica, pobre, con reducidas menciones en algunos periódicos y con algunos amigos que fueron los que pagaron el funeral, así como el entierro. En verdad, es triste la ingratitud de esos grandes empresarios del cine a los que les entregó 135 films como directora, 114 guiones proyectados y más de 100 películas como actriz... en fin, el verdadero pago de eso que llaman “fama”.

 

La Garbo... ¡Ríe!

 

Nació en un pueblo de Estocolmo, Suecia, el 18 de septiembre de 1905, su madre Ana Lovisa, trabajaba en una fábrica de mermelada y su padre Karl Alfred Gustafsson, era obrero, también tenía dos hermanos mayores Alva María y Sven Alfred.

En sus primeros años conoció la pobreza, no le agradaba la escuela y soñaba con ser una actriz famosa, sin saber que tiempo después confesaría que se retiró del espectáculo porque quería vivir una vida real, fuera de los proyectores y la falsedad de la farándula.

 

Tras la muerte de su padre en 1919, entra a trabajar en una fábrica de jabones y en 1920 ingresa a una tienda-almacén o mejor conocidas como “Pub”, en el área de sombreros, donde por su belleza le proponen ser modelo para comerciales, proyectados antes de las películas en los “nickelodeons” o primeras salas de cine, a lo que ella accede y estrenan su primer comercial el 12 de diciembre de 1920 con el título de Mr. and Mrs. Stockholm go shopping.

 

Durante el período de 1922 a 1924, estudio en el “Royal Dramatic Theatre” de Estocolmo y en 1924 el director Mauritz Stiller le brinda su primer protagónico en el film The Story of Gösta Berlin, película que tanto a Stiller como Garbo les dio el pase a Hollywood, al ser contratados para la “Metro Golden Mayer” en junio de 1925, donde por cierto la primer película de la Garbo en los Estados Unidos fue The Torrent (1926) bajo la dirección de Monta Bell.

 

Dentro de la etapa del cine mudo, Greta realizó ocho cintas, entre las que destacan: El demonio y la carne (1926), La mujer misteriosa (1928) y The Kiss (1928), pero sus grandes joyas se encuentran en el cine sonoro.

 

En 1930 realiza su primera joya... Anna Christine, la cual también le brindó su primera nominación al Oscar, pero resulta que en esta entrega tuvo una doble nominación por el filme Romance, pero la corona fue para Norma Shearer por su actuación en la cinta The Divorcee.

 

Otros rollos representativos de la Garbo o mejor llamada “la mujer que no ríe” son: esa seductora bailarina rusa que interpreta en el filme Grand Hotel (1932); La reina Cristina de Suecia (1933), dirigida por Rouben Mammolian; la famosa Ana Karenina (1935), que le brindara el premio del Círculo de Críticos de Nueva York a mejor actriz; Camille (1936), con una tercera nominación al Óscar y su obra maestra, Ninochka (1939), única película donde Garbo suelta una carcajada, también con una nominación al Óscar, el cual perdió ante Vivien Leigh por su papel de Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó. Garbo realizó su última película en 1941, La mujer de dos caras, posteriormente se rescataron en 1990 algunos fragmentos de un film que nunca se proyectó, La duquesa de Langeais bajo la dirección de Max Ophüls en 1949.

 

Algunos rumores de la Garbo son que se cree que tenía algunas tendencias bisexuales, ya que cuentan de ciertos romances con la actriz mexicana Dolores del Río, la escritora hispano-americana Mercedes de Acosta y la artista sueca Mimi Pollak. También, algunos biógrafos afirman que -entre 1926 y 1927- dejó en el altar al actor John Gilbert. Entre otras filias se encontraba el coleccionar obras de arte, las cuales ascienden a varios millones de dólares y que heredó a su sobrina.

 

Greta Garbo trato de mantenerse distante del mundo del espectáculo desde la década de los cincuenta y hasta su muerte el 15 de abril de 1990. Se realizaron muchas historias alrededor de su estilo de vida hogareño, provocándole un rechazo a la presión de la prensa escandalosa, pero lo cierto es que tenía que hacer esto no para que la “dejaran sola”, como alguna vez aclaró, simplemente quería que la dejaran en paz, en sus propias palabras, al referirse a su retiro de los espectáculos: “...se está muy feliz en un momento y luego no queda nada, solo deseo una vida real”.

 

Estimados homoespacieros, les comparto los enlaces dentro de la web por si desean conocer más sobre estas divas:

 

Lois Weber. Biografía (Inglés). 

Hypocrites (1915) de Lois Weber. 

Where Are My Children (1916) de Lois Weber. 

Greta Garbo. Biografía. 

Gosta Berlings (1924) con Greta Garbo. 

Ninotchka (1939) con Greta Garbo (Trailer en inglés). 

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