Listísimo el presidente Andrés Manuel López Obrador se asumió víctima de la perversidad de la mafia del poder, es decir, del PRI-Gobierno, pero éste evita enfrentarlo directamente. ¿Cautela?
Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
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Porque, mire usted, en lo que los senadores priistas, como adelanta Emilio Gamboa, se ponen las pilas y le entran con una iniciativa de reforma electoral, por lo menos en materia de comunicación política, el presidente López recicla posturas, calificativos, denuestos y todas aquellas lindezas verbales que se le dan con laxa facilidad contra quienes considera enemigos políticos o que simplemente no piensan como él ni comulgan con su dizque ideología de izquierda.
Veamos. El pasado fin de semana, el señor López andaba por Quintana Roo estrenándose como presidente del consejo de administración de su consorcio político denominado Morena –trámite que agilizó antes de que el INE reaccionara multándolo por hacer campaña electoral adelantada--, y aprovechó el viaje para acusar de recibido a las propuestas de reforma electoral hechas la semana pasada por Manlio Fabio Beltrones y Francisco Martínez Neri, coordinador de la diputación federal perredista.
Por cierto, prácticamente sumó a Martínez Neri entre los integrantes de la que llama mafia del poder quienes, aseguró, están nerviosos y por eso Manlio Fabio Beltrones propuso una reforma electoral para que ya no apareciera en la tele y en la radio promoviéndose en uso de los tiempos oficiales que son para el partido no para él.
Pero, bueno, igual aprovechó para descalificar a Margarita Zavala y sostuvo que aun cuando Felipe Calderón quiere que sea candidata a la Presidencia de la República en 2018, pues no se podrá porque, aduce el presidente de Morena, el pueblo no es tonto.
¡Claro! Los mexicanos no somos tontos, de haberlo sido ya habría ganado la Presidencia de la República y sus mítines no exhibirían esa pobreza de asistentes. Y aunque mi amigo Paco Gómez Maza me reprocha ser crítico del tabasqueño, ¡caray!, pues éste da pauta para ser materia de crítica como ente público que es.
Indudable, Andrés Manuel está en todo su derecho de decir y prometer y promover lo que le venga en gana, al final del día éste pueblo, éste electorado que no es tonto, que no somos tontos, se ha tomado su distancia con él y no le ha dado su voto mayoritario porque no cree en él.
Y, en ese ánimo de victimizarse, asegura que “los de la mafia del poder están muy nerviosos, muy preocupados, porque hace como una semana, quien es un achichincle de Carlos Salinas quien es el jefe de jefes, el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, propuso una reforma electoral para que yo no apareciera, borrarme de los mensajes de radio y de televisión, imagínense una ley con dedicatoria, una ley en mi contra”.
Además afirma que a los potentados preocupa el avance de Morena, “el único partido –dice-- verdaderamente opositor, del pueblo y para el pueblo”. ¡Ah!, el presidente López; pero, bueno.
Pues como no queriendo finalmente el senador Emilio Gamboa salió al escenario y, aunque evitó referirse al presidente López por su nombre y apellidos, para efectos prácticos respondió a ese paroxismo que abraza al tabasqueño. Aunque en esta ocasión hay que darle la razón por aquello de que la reforma electoral a la que aludieron Beltrones y Martínez Neri fue todo lo oportuna posible para victimizarse.
Gamboa Patrón sin barroquismos salpicados del muy yucateco cultivo, dijo que los senadores priistas están dispuestos a debatir el modelo de comunicación política electoral.
En la víspera, el sábado en el acto de la XXXV sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones le dio una repasada al presidente López. Igual, Manlio no lo citó por su nombre ni alias, pero fue evidente que era el destinatario cuando en la referencia al PAN con aquello de que “unos pretenden olvidar que ya tuvieron su oportunidad y la despilfarraron y fueron despedidos por el voto de la mayoría, todo ello porque no supieron dar los resultados que se esperaban; otros (¿el señor presidente López?), aprovechan las dificultades que vive el mundo y afectan a México, para presentarse como los poseedores de la alternativa de las soluciones fáciles, inviables y demagógicas, vamos, sin una idea clara de qué hacer y con ocurrencias envueltas como soluciones”.
Por eso, Manlio puntualizó: “Nuestro deber es --constantemente-- desenmascararlos, refutarlos y demostrar que sus propuestas representan un retroceso o un salto al vacío o un vacío de ideas. Debemos seguir siendo la opción confiable que propone el cambio con rumbo, estabilidad y responsabilidad, y así debemos dejarlo claro ante la sociedad en cada foro público del país”.
Y Gamboa sostiene que “sin filias ni fobias, los priistas en el Senado estamos abiertos a debatir el modelo de comunicación política, porque la historia nos ha demostrado que las reformas electorales no son definitivas, pues los comicios aportan nuevos elementos que representan oportunidades para fortalecer la democracia y facilitar la transmisión de ideas y propuestas a la ciudadanía, que finalmente es quien elige a sus representantes”.
Hay un exceso de cautela en Manlio y Emilio Gamboa. ¿O será que la estrategia no es mencionar al Peje por su nombre y apellidos? Tal vez, pero en la medida en que reaccionen tarde y no tomen la plaza pública para posicionar mensaje y disminuir la presión mediática y verbal del presidente López, éste mantendrá esa postura, ahora más como presidente del consejo de administración, de descalificar desde el Presidente de la República y los reporteros y vecinos que no forman parte de su coro de la vanidad. Conste.
LUNES. Lo dicho y confirmado en el PAN. Los políticos podrán hacerse pedazos pero nunca se harán daño. El albiazul se reagrupa. ¿Olvidarán ofensas? Madero anda muy gallito. Conste.
@msanchezlimon
El “presidente” López y el cauto PRI