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El tiempo... y su museo

Por Glen Rodrigo Magaña.

Desde tiempos remotos, las civilizaciones ponían atención en la ruta que seguían los astros para determinar fechas y horarios… el reloj, de gran importancia desde los egipcios con el de sol o el de agua, el de fuego creado por los orientales o el de arena. Los inaugurales ecos del tic-tac  en el revolucionario reloj mecánico, su gran variedad como los monumentales, el de bolsillo, de mano, péndulo, náutico, de salón, cuarzo, así como el surgimiento de los digitales, la exactitud atómica y algunas curiosidades de sus creadores. Además, para este artículo homoespaciero, entrevistamos al Director del Museo del Tiempo Tlalpan (MTT), Markus Frehner, quien nos platicó su historia un tanto aventurera, los inicios de esta pinacoteca, así como un recorrido por el pasado, entre piezas antiguas , todas en funcionamiento, así como una gran colección de relojes antiguos que en ninguna parte del país e incluso del mundo podrás encontrar, los “Cucú” de la selva negra alemana, rockolas, victrolas, máquinas de escribir, televisores antiguos o un fonógrafo Edison de inicios del siglo XX y la necesidad de contar con un nuevo espacio para el museo.

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas. 

Dueño de la historia, la vida entre sus párrafos, científicamente ligado con el espacio y los murmullos ante las dificultades del interno, de que “lo cura todo”, enigmático en la profundidad de sus teorías, fascinación en la mente de algunos genios… hablamos del tiempo y los caprichos de Cronos se escuchan entre las manecillas del reloj. La agitación como estilo de vida, un círculo desgastante llamado prisa y en el letargo, no saber aprovecharlo, aunque siempre existirá la corrupción de quienes quieran usurparlo, la indecisión, desesperación o mejor dicho, la cobardía que ofrece en sus atractivos carteles de esclavitud, son algunas variables de esta frustración que se respira entre la sociedad, al prostituir los sueños por dinero y al final… la lealtad es una desconocida, sin valorar, que el sufrimiento de una causa es la clave de la satisfacción.

 

Tejemos el ayer con el ahora y el mañana… aún espera y así, con textos que parecen no tener sentido, entre líneas se descifra el verdadero significado y sin más que solo letras en un artículo atemporal, llegamos a la quinta entrega de nuestras “Genialidades… sus inventos y otras rarezas”, con la mágica historia del reloj, sus ancestrales modelos, la complejidad de su funcionamiento mecánico, algunos de sus autores y otros datos no tan conocidos.

 

También, realizamos una breve semblanza sobre un verdadero aventurero del tiempo, el suizo Markus Frehner, Director del Museo del Tiempo Tlalpan; comentaremos sobre las joyas que atesora este lugar, que detiene el tiempo, con el andar en las horas de sus antiguos relojes y el proyecto de un nuevo espacio para esta colección, misma que, como sucede dentro de la putrefacción de los funcionarios que “dirigen” este país, el apoyo de las autoridades solo son contratiempos, complicaciones burocráticas y otros absurdos, sin embargo, en cuanto se logra algo, gozan de los beneficios como si fueran los dueños y sacan provecho de los logros ajenos como todos unos profesionales.

 

El nuevo inmueble, ya ha sido adquirido por el museo y se encuentra justo en el centro de Tlalpan, una vieja casona del siglo XIX, pero falta el resto… restaurarlo, pagar la nómina y otra serie de trámites, así que si gustas realizar alguna donación, formar parte y enterarte de las bondades que ofrecerá este nuevo centro cultural, accede a la página web:

http://museodeltiempo.com.mx/img/op/DonativosMuseo-Del-Tiempo.pdf

 

El reloj… y sus creadores

 

Las primeras culturas hacían mediciones astrológicas para medir los acontecimientos, estaciones del año y días de cosecha, así como creación de calendarios y hasta rituales en torno a lo que dictaban los astros.

 

Grandes civilizaciones como la de los egipcios, ya contaban con instrumentos para medir el tiempo, por ejemplo los relojes de sol, que datan del siglo 1300 a.C. o los de agua para la noche, mejor conocidas como “Clepsidras”. Tiempo después, los chinos quemaban una soga con una serie de nudos, o el llamado “Reloj de fuego”. Respecto al “Reloj de arena”, se cree que fue construido en Europa por un monje llamado Liutprando en el siglo VIII.

 

En el siglo XIII el laico, filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín Ramón Llull crea, según afirman algunos especialistas, la “Rosa de los vientos” y el “Nocturlabio”, instrumento que medía el tiempo en función de la posición de una determinada estrella en la noche.

 

Todas estas medidas formaban parte de una disciplina llamada gnomónica que tuvo como principal representante y teórico al astrónomo alemán Christopher Clavius, considerado como el “Euclides del siglo XVI”. Al surgir aparatos mecánicos más exactos para medir el tiempo en el siglo XVII, esta escuela desapareció.

 

Algunos historiadores afirman que desde el siglo XIII ya existían intentos por fabricar relojes mecánicos, aunque un tanto imprecisos y demasiado aparatosos, incluso el genio italiano Leonardo da Vinci realizó algunos bosquejos de sistemas mecánicos para medir el tiempo.

 

En el XVI el cerrajero y relojero alemán Peter Henlein, realiza el primer reloj portátil en el poblado germánico de Nuremberg, considerado como padre de los famosos “Huevos de Nuremberg”. Este enigmático personaje se encuentra rodeado de incógnitas ya que su fama como inventor llego muy tarde, en el siglo XIX. La confusión de sus creaciones se encuentra en documentos fechados cien años antes de que él naciera, incluso existe una película biográfica de Henlein, basada en la novela de Karl Spindler, Der Nürnberger Sophokles.

 

El neerlandés Christian Huygens inventa el oscilante “Reloj de péndulo” en 1656, que permitió la programación de la vida diaria, las jornadas laborales y los horarios del transporte público.

 

Otro genio del tiempo y sus medidas surge en el siglo XVIII, el afamado relojero inglés John Harrison creador del “Reloj marítimo”, que dentro de los rumores históricos, se cuenta que diseñó el “Reloj mecánico perfecto”, que solo variaría un segundo cada 100 años, por lo que, en su tiempo, lo catalogaron como un loco, sin embargo, 250 años después su idea fue comprobada al cien por ciento por el Real Observatorio de Greenwich y se encuentra reconocido en el libro de los Records Guinness.

 

En 1884 la Conferencia Internacional del Meridiano adopta el meridiano de Greenwich como referencia horaria mundial. Ya para el siglo XX, Joseph Horton y Warren Morrison construyen en 1928 el primer reloj electrónico de cuarzo en los laboratorios Bell Telephone de Nueva Jersey en los Estados Unidos; en 1956 el australiano Josef Pallweber elabora el primer modelo de “Reloj mecánico-digital” y en 1949 Harold Lyons, desarrolla el “Reloj atómico” basado en la mecánica cuántica y considerado el más preciso del mundo.

 

Museo del Tiempo Tlalpan… y su viajero

 

Markus Frehner, Director del Museo del Tiempo Tlalpan, nacido en St. Gallen, ciudad de la Suiza Oriental, ubicada entre el Lago de Constanza y la región Appenzellerland. Cuenta que su abuelo, el “Tío Leo”, que era jefe del rastro de esta entidad, había recibido un reloj “Patek Philippe” de oro como reconocimiento por parte de las autoridades de St. Gallen por sus 25 años de servicio, lo que dio paso a una gran fiesta familiar, donde cada miembro tuvo en sus manos el reloj y se rumora que al llegar el turno del infante Markus, éste lo tiró por el drenaje… a lo que el “Tío Leo” respondió entre tal alboroto “Dejen a ese niño… solamente es un reloj”. Su fascinación por las antigüedades nace gracias a que su padre era ebanista de muebles, visitaba desde muy pequeño a relojeros y le encantaba aprender el complejo funcionamiento de los relojes.

 

Markus está lleno de historias, nos comentó que la primera ocasión que llegó a México fue para estudiar español en Cuernavaca y la segunda ocasión, para desarrollar un negocio de chamarras de piel en 1994, debido a la devaluación del peso, perdió casi todo su dinero para pagar la mercancía literalmente de un día para otro. Vivió una temporada en la virginal Playa del Carmen y tiempo después regresa a México para echar a andar un restaurante por Plaza Universidad, donde llegaban los relojeros de Sears.

 

Después en el Estado de México, sufrió un asalto de su negocio a finales de la década de los noventa, que lo dejó con una gran deuda y decide regresar a la Ciudad de México con tan solo once mil pesos para echar a andar un nuevo negocio en el Centro de Tlalpan.

 

El museo surge bajo estas condiciones en el año 2000, aunque en aquel tiempo era conocido como “Relojería del Centro Histórico de Tlalpan”, oficialmente el Museo del Tiempo de Tlalpan se funda en el 2009.

 

La pinacoteca se encuentra en una casa de inicios del siglo XX, a una cuadra del zócalo del Tlalpan, en la calle Congreso #22 y cuenta con una de las colecciones de relojes antiguos más grandes de México. Piezas como un Bracketclock de origen inglés de principios del siglo XVIII, firmado por E. Whithe, uno de los más famosos relojeros ingleses; variados relojes “Cucú” de la Selva Negra de Alemania y otros tantos tipos de relojes de piso, salón, de bolsillo suizos, ingleses, alemanes, norteamericanos, entre otros países. Es ahí donde encontrarás este pequeño recinto del recuerdo.

 

La colección, también cuenta con una Rock-Ola Manufacturing Corporation modelo Monarch de bulbos de 1938; un Killope alemán del siglo XIX; una Wurlitzer modelo 1400 de 1951; un fonógrafo “Edison” con todo y sus cilindros originales; una “Caja de música” alemana de 1823; así como gramófonos, radios de bulbos, máquinas de escribir Remington, vitrales, muebles, máquinas de coser alemanas y otras joyas del tiempo.

 

Además, ofrecen servicios de restauración, venta de réplicas y piezas históricas, visitas guiadas para escuelas, así como también cuentan con una biblioteca virtual para realizar trabajos académicos e incluso Markus organiza viajes a la selva negra en Alemania.

 

Como lo mencioné al principio, el museo busca cambiarse de lugar al primer cuadro del Centro de Tlalpan, ya que el espacio no puede exhibir más piezas y ofrecer una propuesta que le de identidad cultural a esta delegación.

 

Estimados homoespacieros, les comparto los tradicionales enlaces dentro de la web para complementar este artículo:

 

 

Historia del reloj y la hora (Cápsula). 

"What Makes a Fine Watch Fine" (Película 1947 – ingles-).  

Reloj atómico (Reportaje). 

Museo del tiempo. 

 

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