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Puebla.- La emigración en zonas como la Mixteca poblana ya suma décadas, y su principal destino sigue siendo Nueva York y sus alrededores. Basta visitar algún Deli en la zona centro de Manhattan o preguntar en alguno de los restaurantes, que los hay por cientos en La Gran Manzana, y de seguro se encontrará a un mexicano en la cocina, iniciándose o como chef ejecutivo, pero poblano.

 

La historia de los que mandan en las cocinas de Nueva York da en sí para un libro, porque los emigrados poblanos prácticamente han invadido esas áreas. Anthony Bourdain, afamado chef y dueño del restaurante francés Brasserie Les Halles, reconocido por su programa de televisión Sin reservación (No Reservations), cultivó una gran amistad con Carlos Llaguno, emigrado poblano que en la década de los noventa comenzó a trabajar como lavaplatos en dicho restaurante, escaló y aprendió el arte de la cocina hasta convertirse en chef. Su muerte por cáncer, en febrero de este año, conmocionó a la comunidad mexicana en Nueva York. Entre esas historias entrañables destaca también la de Erasmo Ponce, El rey de la tortilla.

 

Sencillo de palabra y viejo amigo con el que el reportero ha compartido muchas veces el pan y la sal en Nueva York, durante los festejos patrios, el 5 de mayo, el 12 de diciembre, los torneos de futbol o en las prolongadas tertulias en restaurantes de otros tantos paisanos, Erasmo es proclive a apoyar a algún paisano en desgracia o impulsar actividades deportivas y culturales que den fe de la presencia mexicana en La Gran Manzana. Nuestra charla es en la cafetería de un céntrico hotel de la Heroica Puebla de Zaragoza:

 

¿Cómo se inicia esta aventura?

 

Mi pueblo es muy pequeño, al sur del estado de Puebla, es Chinantla. Hay una desviación que se llama Las Palomas que conduce allí y a Tecomatlán y Piaxtla. Chinantla es una población pequeña cuya mayor parte de población está en Nueva York, en Estados Unidos. Yo soy arquitecto por la UNAM, mi mamá ya vivía en Estados Unidos igual que mis hermanos y mis hermanas. Un día tomé la decisión de irme, yo viajaba antes como estudiante, visitaba a mi mamá y a mis hermanos, visitaba Nueva York, pero cuando viene la devaluación de la moneda con el presidente José López Portillo, me voy. Comencé a trabajar como obrero, después de un año empecé a repartir tortillas como chofer, era empleado de una empresa donde el dueño era checoslovaco. Posteriormente, al ver el crecimiento de la población mexicana y latina, pues decidí poner la fábrica de tortillas en Nueva York.

La primera tortillería…

 

Yo no tenía dinero en ese tiempo, había ahorrado seis o siete mil dólares, me uní con un amigo de mi pueblo, Plutarco, y entre los dos juntamos 16 mil dólares para comprar la primera máquina, usada y muy viejita: Tortillería Chinantla comienza sus operaciones el 10 de mayo de 1992. El primer año fue difícil, a tal punto que mi amigo tomó la decisión de retirarse y me dejó solo. La empresa debía seguir adelante; un primer y segundo años no catastróficos, pero muy difíciles para penetrar en el mercado anglosajón, americano; mucho trabajo, mucha perseverancia, mucha fe y mucha confianza me ayudaron a superar las dificultades, nunca me desanimé, seguí adelante para alcanzar lo que muchos llaman “el sueño americano”, que para mí es “el sueño mexicano”.

 

En los siguientes dos años comencé a consolidarme como una empresa fuerte, en crecimiento; en el tercer año ganaba ya suficiente dinero para comprar maquinaria nueva. En siete años abrí la segunda fábrica en Brooklyn y comencé a expandirme más a otros estados, como Washington, Virginia, Delaware, Pennsylvania, Nueva Jersey, Nueva York, Boston, Connecticut y Road Island: estaba viviendo un crecimiento exponencial, destacó el reportaje publicado en el Diario Mixteca Times.

 

Más de un millón de tortillas al día

 

Los medios de comunicación, como el Daily News y el New York Times, reportaron lo que estaba pasando en el mercado de las tortillas. El crecimiento siguió hasta consolidarse de tal forma que lo que yo hacía en un mes logramos hacerlo en un día. Producimos un millón de tortillas, a veces más, dependiendo de las condiciones de la gente que tenemos o las máquinas, si no se dañan, ese es un aproximado, unas 22 toneladas de harina a diario.

 

Es tanto el éxito que comienzan las entrevistas en más medios como la revista Latino Leaders; con Don Francisco, que en ese tiempo tenía el programa Sábado Gigante; Jorge Ramos me hizo una entrevista y en su libro La ola latina escribe mi historia, relatando que se consume más tortillas que bagels, más salsa picante que catsup. La revista Caras me pone entre los 10 mexicanos más destacados en Estados Unidos y me citan en Selecciones e Impacto, Jorge Gutiérrez Vivó también me entrevistó para Monitor Radio y Canal 22 hizo un documental de mi vida.

 

Los medios de comunicación nos ven como una empresa exitosa, y también los de acá como el 2, el 5, Univision y Telemundo, los dos canales hispanos de mayor importancia en el noreste de Estados Unidos, donde además de Ramos me entrevistaron María Antonieta Collins, Liliana Almerín, Isolda Peguero, Birmania Ríos, y esto nos llevó a posicionarnos en el mercado. Entonces a alguien se le ocurrió el sobrenombre de El rey de la tortilla.

 

En realidad yo no lo aceptaba, yo no inicié el movimiento de las tortillas, ya había tres empresas cuando yo comencé, pero entonces todos me comenzaron a llamar así, todo comenzó, pues, por los medios de comunicación, se me quedó ese seudónimo y ya tiene años que me llaman así. Actualmente tenemos seis camiones que distribuyen las tortillas en diferentes áreas de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y los puntos que ya mencioné.

 

¿Así que puro éxito?

 

Muchas veces la gente niega sus orígenes, solo hablan del éxito. Yo hablo de las situaciones difíciles, uno llega y se enfrenta a una cultura diferente, al idioma, a la discriminación, a todo; a mí me satisface ser realista, sincero con las personas y contar esa parte triste de la historia o del éxito, llegar sin tener recursos, vivir en apartamentos pequeños. Yo llegué a vivir en un apartamento en Brooklyn con mi esposa y mis hijos, y era muy difícil al inicio, pero tenía mucha fe en mí mismo, en el trabajo, en lo que yo hacía, siempre que pagaba la renta le decía al dueño: “Oye, véndeme el edificio”, y él se reía de mí, yo creo que pensaba “éste de dónde va a sacar, si apenas puede pagar la renta”, pero fue tanta mi insistencia que una ocasión me dice: “Ok, te lo vendo, ahí está la tarjeta de mi abogado, habla con él”. Yo también contraté a mi abogado y empecé a negociar el precio del edificio del lugar donde yo comencé a vivir, donde comencé mi proyecto, primero en un apartamento pequeño, después un segundo piso, después me convertí en el dueño de ese lugar. Parecía muy difícil, pero lo logré, así que creo que todos los que tienen el sueño de lograr algo, pues le deben trabajar duro, es como un consejo, yo, a través de situaciones muy difíciles, lo pude superar.

 

¿Hay una unidad latina, hispana?

 

Hace cinco años ocurrió un accidente en mi fábrica, muy lamentable, porque falleció un trabajador que era como de la familia; yo convivo siempre con todos ellos, y se llevó al hospital al muchacho, pero falleció. Ese accidente nos enseñó muchas cosas que había que corregir, como ser más unidos, trabajar en armonía. La empresa nunca dejó de producir, no se vio debilitada, enfrentamos la situación legal con respeto, como se debe hacer, apoyamos mucho a su familia, trasladamos su cadáver a Guatemala, de donde era el muchacho, pagamos todos los gastos, nos vimos comprometidos con su familia, como amigo, como familia de nosotros, porque formaba parte del equipo, de la empresa, fue la pérdida de un gran ser humano.

 

Pero sigue llegando gente de América Latina…

 

Es innegable la presencia de los mexicanos allá. Estar bajo la sombra de no tener documentación legal hace que las estadísticas fluctúen, tantos millones, no, tantos otros, muchas veces las familias tienen al primo, al tío, al sobrino, y lo que se presenta es el dueño del departamento, de la casa, así que es ficticio. Pienso que es mucho mayor el número de mexicanos aquí; yo veo a la comunidad mexicana con un crecimiento inédito en los próximos cinco o 10 años, donde el idioma español va a dejar de ser el de la minoría para ser el de una mayoría. Independientemente de otros países, México está ocupando el primer lugar en crecimiento.

 

¿Qué opinas de Donald Trump?

 

Es lamentable, es una persona ignorante, tal vez sea un excelente empresario, pero su fortuna es heredada de sus abuelos, de sus padres; él también viene de inmigrantes. Estados Unidos está hecho de gente de otros países, es un país multicultural, donde hay gente de todo el mundo, así que las expresiones de racismo contra los mexicanos son muy negativas de su parte. Incluso yo tengo gente gringa trabajando para mi empresa, y por eso cuando Trump menciona que somos violadores o traemos males a Estados Unidos, estoy en contra de él, porque si un día llegaran a parar todos los mexicanos que trabajan lavando platos, en el campo cosechando frutas, en la construcción, los que trabajan en sus edificios haciendo limpieza, en los restaurantes preparando comida, entonces Estados Unidos sería un caos, un colapso, con un solo día que pararan los mexicanos sería catastrófico para la economía. Es por eso que pienso que su ignorancia no le permite ver más allá de lo que es la fuerza de trabajo, la fuerza laboral de los inmigrantes mexicanos.

 

¿Qué futuro le ves a tu negocio?

 

A Tortillería Chinantla como empresa le auguro mucho futuro, porque al principio yo lo inicié solo, hoy mis hijos son profesionistas, mi hija está graduada en administración de empresas, mi hijo en electromecánica, y tengo otros hijos que están fuera de la empresa, pero que nos apoyan. Imagínate que si yo lo pude hacer solo, ahora con el apoyo de gente preparada que domina bien los dos idiomas, auguro un gran futuro y crecimiento, hemos extendido el número de productos a salsas, totopos, tortilla chips, tortilla taquera de cuatro pulgadas, tortilla de cinco pulgadas, tortillas de harina y habrá más productos.

 

Recién estuvimos en Milán, Italia, haciendo una demostración de lo que es la alimentación mexicana. En la exposición Feeding the World (Alimentando al Mundo) fuimos invitados y fue una gran experiencia, exitosa, por la presencia de tanta gente europea disfrutando de las tortillas, los tacos, los totopos, las salsas, nos llenó de mucho orgullo y satisfacción exponer nuestra comida allá.

 

Eso es, en suma, la trayectoria de lo que es construir una empresa mexicana fuera de nuestro país; en Nueva York, un mercado difícil, la gente se sorprende: “¿Cómo, tortillas en Nueva York?”, y contestamos: “Sí, es posible”. Tortillería Chinantla se ha consolidado como una de las empresas más exitosas, de más prestigio, respaldada por un equipo de trabajadores, repartidores, vendedores, que nos ha colocado en un lugar privilegiado en el mercado del noreste de Estados Unidos; invadimos prácticamente la Costa Este hasta Quebec y Montreal, en Canadá; nos sentimos muy orgullosos, muy halagados de representar a México con nuestra tradición, con nuestra comida.

 

¿Cuál es la clave del éxito en Estados Unidos?

 

La clave del éxito es perseverancia, mucho trabajo y honestidad.

 

www.theexodo.com

 

 

En 5 años, la mayoría hablará español en EU: El “Rey de la Tortilla” en Nueva York

 Vanguardia Digital

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