Por Francisco Lizarazo.
Periodista, comunicador social, catedrático y Director del sitio web Visiones Particulares
Evocaciones de nuestra niñez con los cuenteros jujeños
Sentarse a los pies del abuelo, mientras el fuego consume las leñas en la hoguera, es una imagen que nos evoca nuestra niñez, a esa magia que nos llevaba a otros paisajes, mundos insospechados y nos arrullábamos con la voz que nos relataba una historia, leyenda o una anécdota de nuestro antepasados.
Los cuenta cuentos han venido a sustituir a nuestros abuelos y para un público más numerosos son capaces de interpretar muchos relatos que formaban parte de la tradición y que en sus voces e interpretaciones adquieren un nuevo color y calor “Eco de colores de los cuenteros jujeños”, es una obra teatral escrita por Ítalo Ricardo Cala Benicio y Saturnino Peñalva que cuenta con la producción de la compañía Vuelta del Siglo y la dirección de Saturnino Peñalva, que recoge cuatro historias para entre música, canto y luces hacer que el espectador vuelva a su niñez y esté atento al desarrollo del cuento.
Esta pieza es una de las ganadoras del programa “Jujuy Escénica”, junto a “El hombrecito” y “El cíclope”, que tendrán en el Teatro Mitre el espacio para maravillar a sus espectadores.
Cuatro cuentos permiten a Ítalo Ricardo Cala Benicio, Ariel Sebastián Posse Varela y a Saturnino Peñalva combinar técnicas del cuentacuentos y teatro para hacernos viajar por el tiempo, el espacio, con la presencia en sombras del abuelo para que nuestra memoria se llene de esos recuerdos de nuestra infancia, y aunque nunca hayamos escuchado estos relatos siempre nos evocarán otras historias de nuestra niñez.
La sonoridad musical de instrumentos interpretados en vivo crea la atmosfera para transportarnos en este viaje de imaginación y recuerdo.
Los relatos de “Eco de colores de los cuenteros jujeños” forman parte de la región de los Valles de Jujuy
Uno de estos cuentos tiene que ver con la “Mula ánima” que relata la historia de una mujer condenada por pecados muy graves en contra del pudor. Se dice que se transforma en un monstruo que galopa por los campos haciendo un ruido metálico estruendoso y mata a la gente a dentelladas o a patadas. Se la ve sólo de noche y su apariencia es la de una mula envuelta en llamas.
Se comenta que sólo un hombre con mucha Fe o muy valiente puede escapar de su infalible ataque. Los cuenteros jujeños nos hablan de este valiente hombre – o tal vez es que no tiene nada que perder porque ha perdido su amor – y describen con detalles que generan temor y miedo, como si estuviéramos frente a la hoguera, el enfrentamiento para sacar el alma femenina del animal, que para algunos es la misma representación del Diablo.
Otra de las historias tiene que ver con tres hermanas en edad de “merecer” y que conocen a tres mozos, a quienes terminan llevando a sus habitaciones, pero a la mañana siguiente los jóvenes se transforman en animales y ellas enloquecen para luego fallecer convirtiéndose en una flor protectora de la región del Valle de Jujuy.
El juego de palabras, la declamación y la música también forman parte de este espectáculo de los cuenteros jujeños, que se acompañan de las palmas de quienes desde las butacas celebran y disfrutan de este momento de encuentro con la cultura regional.
La tierra de nuestros ancestros tiene historias que contarnos, preservarlas y llevarlas a una mayor audiencia es tarea de quienes a diario se dedican al arte escénico, lo que es recompensado con nuestro aplausos y asistencia constante al TEATRO, o esa es mi Visión Particular.