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Inspirados por la obscura lírica cabaretera del vaudeville, entre otros itinerantes sonidos gitanos entrelazados con una cierta opereta carnavalesca y algo de ritmos afroamericanos, la Circus Contraption Band surge en el año 1998 en la ciudad estadounidense de Seattle, como parte del espectáculo circense realizado por una compañía homónima de la cual formaban parte. 

 

Enfocados a un público adulto, esta delirante banda cuenta con diez músicos en escena, liderados por el cirquero, ringmaster, letrista y vocalista David Crellin o mejor conocido como “Armitage Shanksquienes”. En su discografía, cuentan con los álbumes: Our Latest Catalogue (2001), Gallimaufry (2004), Grand American Traveling Dime Museum (2005), The Half Wit's Descent (2008), The Show to End All Shows (2010) y sus presentaciones, dicen que “se extinguirán mágicamente antes del acto de clausura”.

 

En otras urbes estadounidenses, específicamente en Boston, Massachusetts, la Beat Circus Band -que a sus inicios fuera llamada “Beat Science”-, es fundada en el 2001 por el cantautor, compositor, arreglista y productor Brian Carpenter, quien junto a su socio y cómplice lírico, el talentoso músico de banjo Brandon Seabrook, dieran forma a este experimental proyecto sonoro. En el 2004, con una alineación de ocho músicos, lanzan su disco inaugural Ringleaders Revolt; para el 2008, graba su suite Dreamland; y un año después, realizan su última producción Boy From Black Mountain.

 

Respecto a la Electric Swing Circus, Vicki Olivia (voz), Fe Salomon (voz), Chandra Walker (batería), Tom Hyland (guitarra), Rashad Gregory (MPC y sintetizadores), Patrick Wreford (bajo y contrabajo) y Puente Williams (sonido), exponen sus vintage beats desde la ciudad inglesa de Birmingham; su primera presentación fue en el sincopado Book Club de aquella ciudad británica un 17 de septiembre de 2011, y hasta el momento han lanzado dos álbumes: The Electric Swing Circus (2013) y su reciente joya It Flew By (2017).

La línea de un bajo aletargado, juguetes en las percusiones, el profundo sonido del saxofón, una voz ronca sin juicio y otros obscuros elementos instrumentales de carpa, dan forma a la banda Circus Contraption. Mientras que los experimentales ecos circenses con cuerdas de los Apalaches, bluegrass, old-time music y el southern góspel con un fúnebre feeling es interpretado por los Beat Circus. Por su parte, los explosivos beats con un ardiente ritmo roto al estilo de los años veinte, ejecutado por los ingleses Electric Swing Circus, es toda una fiesta retrofuturista. 

Feeling circense 

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