Por Arturo Zárate Vite
Reportero de medios como Radio Mil, Canal 13, La Afición, El Nacional y El
Universal. Premio Nacional de Transparencia.
¿Hillary, presidenta?
Una mujer con experiencia en la política, con la ventaja de que ya vivió en la Casa Blanca, que no solo ha sido la primera dama de los Estados Unidos, sino también dos veces senadora y secretaria de Estado, con altas y bajas en su vida profesional, con saldo favorable que ahora la tiene como virtual candidata del Partido Demócrata.
Sin duda los estadounidenses la conocen muy bien, es una mujer apasionada en los derechos de los niños, en la defensa de los espacios políticos para las mujeres, partidaria de la causa gay, antirracista, con trayectoria propia, prestigiada abogada que incluso, llegó a tener mejores ingresos que su esposo, antes de vivir en Washington.
Es la segunda vez que compite por la candidatura presidencial de su partido, en la anterior perdió con Barack Obama, pero no por ello le negó su apoyo, al contrario, se sumó a su campaña y es en su gobierno donde alcanza la posición de secretaria de Estado.
Todavía se le recuerda por el discurso que pronunció en la convención de los demócratas donde fue nominado Obama. Su absoluto respaldo a quien todavía es presidente de los norteamericanos. Lo que seguramente ahora ella espera de su adversario Bernie Sanders. Puede ser clave la posición que asuma su compañero de partido.
Hillary, ante el fenómeno mediático, político y polémico en que se ha transformado el republicano Donald Trump, necesita todo el respaldo de los demócratas, porque se avizora cerrada la competencia.
Estados Unidos nunca había tenido una candidata a la presidencia y Hillary Clinton puede ser la primera mujer presidenta en su país, una historia inédita y que acapara la atención del mundo.
De acuerdo con el perfil público, sus primeras actividades políticas, en su juventud, fueron en el partido Republicano. Su evolución progresista, liberal, la llevó al seno demócrata.
No ha estado exenta críticas; ninguna para derribar sus aspiraciones. Ni las que han cuestionado su vida profesional y decisiones de gobierno ni tampoco las que han involucrado a su familia. Se ha dado tiempo para escribir su autobiografía, el texto que más ha vendido como escritora.
De ella prácticamente se sabe todo, ha sido un libro abierto, razón por la que los electores estadounidenses tendrán sobrados elementos para tomar su decisión a la hora de votar.
Por lo cerrado de la competencia, el debate con Trump será clave para las aspiraciones de cada uno. Inclinará la balanza a favor de la demócrata o del republicano.
Estados Unidos ya tuvo su primer presidente afroamericano y ahora está ante la posibilidad de tener la primera mujer presidenta.
@zarateaz1