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Mercadóloga y publicista por profesión, indagadora de la diversidad en las artes por convicción y pertenece al equipo de prensa del Centro Cultural Helénico.

 

 

 

"IN LAK'ECH"

Por líneas están divididos los carriles en las urbes, la existencia no escapa de aquellas divisiones; las metrópolis solían causarme cierto recelo, porque las percibo como una jungla enorme llena de especies humanas, donde ganarse el pan es complicado, las jerarquías son rudas y la cultura de masas se respira desmesuradamente; con tantos habitantes las líneas se desdibujan y resulta incierto separar la individualidad y el ser con el otro, temo potencialmente a la masificación, aunque paradójicamente estoy consciente que es imposible huir de ella, no soy la única que tiene ese temor. 

Mi cuestión surge, ¿Cuáles son las imágenes o ideas que como sociedad hemos adoptado como inmutables?, ¿Acaso creemos en la historia única para alcanzar el statu quo?; los humanos podemos ser vulnerables e influenciados por prototipos sociales con los que hemos sido solidarios sin antes cuestionarlos a fondo.

 

De mis anhelos utópicos, es que un día pronunciemos con la voz de la creencia, éste saludo expresado por los mayas:

 

- "IN LAK'ECH", que significa "yo soy otro tú" 

 

- "HALA KEN", que significa: "tú eres otro yo" 

 

Mientras más camino y conozco la esencia humana, descubro que somos seres constantemente contradictorios e imperfectos pero también seres con habilidad de transformación.

Recomendaciones de libros en español de Chimamanda Ngozi Adichie.
 

-La flor púrpura. (Grijalbo, 2004)
-Medio sol amarillo. (Literatura Random House, 2007)


 

Esta semana un pequeño de nueve años, graduado en el diplomado de bioquímica y biología molecular de la Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México, llamado Carlos Antonio, sorprendió en el pleno de la Cámara de Diputados cuando se le preguntó: – ¿Te gustaría ser diputado?, –¡No, yo no quiero ser diputado, no quiero ser como ustedes; yo quiero ser científico!

 

En esta inmensidad de seres humanos, pequeños y grandes, buscamos nuestro sentido y aquella mágica individualidad que nos permite sabernos especiales, sea de forma inadvertida o consciente, buscamos nuestro alter ego, y es una maravilla la diversidad que puede conectarse en un solo cerebro para ser quienes somos.

Chimamanda Ngozi Adichie es una novelista nigeriana, se define como una cuenta historias, ella plantea el peligro de la “historia única”, como buena narradora comparte con claridad, aquellas creencias y estigmas sociales que crean fronteras y limitan los conceptos acerca de nuestras vidas, nuestras culturas y el riesgo de incomprensión si solo observamos desde una versión. 

Comparto mis días a la distancia, con una amiga que vive del otro lado del mar, nuestras vidas pareciesen paralelas, hablamos de todo, de lo profundo y lo superfluo. Al comienzo de este año, nos prometimos mantener el código de verdad, limpiar de nuestro diálogo cualquiera buena forma que no naciera desde nuestra verdad, ha sido un ejercicio para despojarnos de las capas con las que la sociedad nos cubre.

 

Y así como el brillante Carlos Antonio, tuvo la libertad para responder y defender lo que su esencia anhela, también nosotros tengamos el valor para andar nuestro propio camino, explorar nuestra propia belleza, romper patrones de “uni-historias” y para escuchar la voz de nuestro interno; porque ahí habita nuestra pieza más sana, que puede alumbrar el camino a la generosidad, rompiendo patrones de perfección a falsos imposibles, para que este mundo sea embellecido y  todos seamos cómplices.

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