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Arturo Núñez Jiménez, gobernador perredista del estado de Tabasco, y Manlio Fabio Beltrones Rivera, presidente nacional del PRI, son dos ópticas y dos experiencias con mando político y partidista que han asumido formalmente una postura frente a la llamada Ley Anti Bronco.

Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
Correo: sanchezlimon@gmail.com
Twitter: @msanchezlimon 

Sin medias tintas ni consideraciones leguleyas, impulsada por gobernadores de diferente filiación dicha ley tiene un objetivo común rumbo al proceso electoral 2015-2016 en el que habrán de renovarse 12 gubernaturas: evitar que ciudadanos con arraigo y popularidad sean nominados y triunfen sobre sus delfines. Los feudos, los cacicazgos están en riesgo para estos virreyes.

 

Pero, veamos. Ópticas y experiencias tienen misma raíz en el Partido Revolucionario Institucional, aunque la de Núñez --aparentemente distanciado de Andrés Manuel López Obrador-- renunció y se fue al PRD sin asumir la responsabilidad que le tocó en la catástrofe del tricolor en los comicios de 1997. Hoy sigue peleándose con fantasmas.

 

Y es que Núñez Jiménez era presidente de la entonces Gran Comisión de la Cámara de Diputados, en la LVII Legislatura, cargo que logró merced al apoyo del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, cuando aún no declaraba la sana distancia con el PRI. Bueno, pero una singular asonada legislativa encabezada por los diputados Porfirio Muñoz Ledo y Carlos Medina Plascencia defenestró a Núñez y dio pauta a la creación de la Junta de Coordinación Política.

 

El caso es que, mientras Núñez declaró que los gobernadores de filiación perredista están a favor de la Ley Anti Bronco, Manlio Fabio Beltrones Rivera ha asumido la postura incluyente y, por tanto, contraria a las reformas emprendidas en las constituciones estatales de Veracruz, Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Sinaloa y Baja California e incluso interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad contra la enmienda que, en el estado de Puebla, impone severas trabas a la nominación de un candidato independiente.

 

¿Y Arturo? En una entrevista que concedió el pasado fin de semana durante el Congreso del PRD en la ciudad de México, dijo que la figura del candidato independiente ha afectado a gobernadores y al partidismo, por ello prefieren poner candados.

 

Sostiene que las candidaturas independientes han sido pretexto perfecto para golpear a los partidos políticos a quienes se quiere descalificar por la mala actuación de algunos de sus integrantes y utilizan esa situación para tratar de imponer a un caudillo.

 

Literal: “Hay quienes desde el discurso representativo anti congreso, antipolitico, antipartidos nos quieren proponer la vuelta al caudillaje, a través de las candidaturas independientes quieren descalificar a los partidos, aceptemos que los partidos en lo particular y el sistema en su conjunto tienen otros déficit y otros débitos ante la sociedad mexicana pero de ninguna manera la mejor solución es creer que un nuevo prohombre nos va a sacar adelante sea desde un partido, o sea desde una candidatura independiente “.

 

En la entrevista, Arturo Núñez dijo hablar a nombre de los gobernadores del PRD y sostuvo que de ninguna manera la mejor solución “es creer que un nuevo prohombre nos va a sacar adelante sea desde un partido, o sea desde una candidatura independiente”. Y, bueno, hay implícita referencia al activismo caudillista de Andrés Manuel López Obrador.

 

Esta postura de los gobernadores perredistas, en voz de Arturo Núñez no abona a la causa del PRD que anda en busca del terreno perdido y la recomposición de su estructura militante, severamente disminuida por el Partido Movimiento Regeneración Nacional. ¿Es buen mensaje ahuyentar a los ciudadanos sin partido?

 

En contraste, Manlio Fabio Beltrones lejos de cuestionarlas, asumió la defensa de las candidaturas independientes. Aunque la primera acción de inconstitucionalidad, formalmente presentada la semana pasada contra la Ley Anti Bronco aprobada por el Congreso del estado de Puebla e impulsada por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, ésta implicaría al resto de los estados que han blindado el registro de candidatos independientes.

 

¿Cuál es el temor de los gobernadores de Puebla, Veracruz, Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Sinaloa y Baja California? Temen, sin duda, que por ahí les surja un Jaime Rodríguez, primer gobernador que gana como candidato independiente, en el estado de Nuevo León.

 

Los ministros de la Suprema Corte deberán prepararse para atender casos similares. Por de pronto, ciudadanos del estado de Chihuahua interpusieron el pasado fin de semana recurso de amparo contra la reforma al artículo 21, fracción II de la Constitución del Estado en material electoral; la solicitud fue turnada al Juzgado ll de Distrito.

 

Dicha fracción II determina que no pueden ser candidatos independientes los miembros de un partido político o que hayan dejado de pertenecer a él tres años antes de la fecha de la elección.

 

El abogado Guillermo Villalobos Madero, el exregidor de la capital; Rodolfo Rojas Ornelas y el expresidente municipal de Chihuahua y excandidato a gobernador Carlos Marcelino Borruel Baquera, interpusieron el recurso de amparo y tuvieron el apoyo de varios ciudadanos, entre ellos Edgar Fernández Chacón, Benjamín Templeton Barrera, Luis Alberto Soto Ponce y Javier Villarreal Posada.

 

¿Y saben quién es el autor de la Ley Anti Bronco en Chihuahua? El gobernador César Horacio Duarte Jáquez. El demócrata priista que seguramente teme que su sucesor no sea un miembro de su corte. Dice Manuel Clouthier: “Del tamaño de los candados a las candidaturas ciudadanas es el miedo de los gobernadores”.

 

Cuestión de estrategias y de sentido común: en el alto mando del PRI no hay simpatía con César Horacio ni con aquellos que han impulsado las leyes anti bronco. La acción de inconstitucionalidad presentada por Manlio pretende que la Corte declare la inaplicación de los candados impuestos en el Estado de Puebla, que limitan el acceso de los ciudadanos a postularse a un cargo de elección popular.

 

Hay congruencia y Manlio recuerda: “Los candidatos independientes llegaron para quedarse. Es una propuesta mía desde el 2010 y la voté en 2014 y la hago mía para siempre. Los candidatos independientes, las candidaturas independientes, son y deberán ser un acicate para que los partidos políticos mejoren su presencia y sobre todo su identificación con las fuerzas ciudadanas”. ¿Alguna duda, César Horacio?

 

Además, este domingo Manlio dejó clara la estrategia del PRI. Aseguró que el proceso electoral 2015-2016 ya comenzó y el principal reto “es afianzar la cohesión de la militancia e identificarnos con las causas ciudadanas en cada región, de modo que se enriquezcan nuestras propuestas de gobierno y se abran las puertas del partido a quienes confían en nuestro proyecto”. En el PRD quieren alianzas con el PAN y desprecian a los candidatos ciudadanos, pero en el PRI les abren la puerta. Conste.

 

LUNES. Por cierto, el actual diputado local y presidente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ha puesto sobre el escenario electoral su interés por contender por la sucesión de Mario López Valdez. Y tiene amplísimas posibilidades de ganar la contienda a quien del PRI, el PAN o el PRD le pongan enfrente. Digo.

­­Independientes y estrategias

 

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