Además, entre la oposición partidista, sus amanuenses y fundamentalistas seguidores en las redes sociales, la moda es descalificar a quien se atreve a ponderar un acto del gobierno, peor le va a aquel que osa defender un mensaje presidencial. Oficialista, jilguero del sistema, maiceado, vendido y otras lindezas adornadas con descalificaciones peyorativas, llueven contra quien, incluso, forma parte de esas filas opositoras.

 

Lo hemos escuchado en la tribuna del Congreso de la Unión, en declaraciones de banqueta y virulentos discursos de campaña de perredistas, emeceístas, panistas, petistas y, en fin, de todos estos personajes, prohombres y mujeres que se desgarran las vestimentas cuando de descalificar, insultar, difamar y calumniar impunemente se trata.

 

Y les importa un pito dejar esa estela entre los simpatizantes, porque al final de cuentas la agresión verbal salpica a la militancia, a los seguidores de ambas partes. Porque si uno es acusado de ladrón y pillastres, en consecuencia quienes lo siguen y apoyan, lo hacen a sabiendas de que no es una dama de la caridad.

 

Así, de los próximos gobernadores de Nuevo León, San Luis Potosí, Campeche, Baja California Sur, Guerrero, Michoacán, Colima, Querétaro y gobernadora de Sonora, estaría bajo sospecha su honestidad, por citar lo básico que fue el tema central de la campaña que se desarrolló entre el lodo y la impudicia.

 

Por ende, si nos aplicamos a lo dicho por el senador Javier Corral Jurado, Ricardo Anaya es oficialista y apoyador del presidente Enrique Peña Nieto, lo que implicaría que al asumir la dirigencia nacional del PAN sea soporte de la administración federal priista, más que simpatizante.

 

Veamos, en el debate de los candidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Corral Jurado sacó de entre su costal de discursos una frase que gusta utilizar para identificar al oficialista, dentro de su partido y acusa amnesia de su tránsito por el partido que lo ha hecho diputado local, federal y hasta senador sin hacer campaña. Pero, así es esto de los políticos de la talla de Corral a quien la noche de este jueves lo puso en su sitio Ricardo Anaya.

 

Corral Jurado dijo, en este debate, que ya es tiempo de acabar con el corporativismo que representa Gustavo Madero y acusó a Ricardo Anaya de representar al proyecto que llevó al PAN a tener los peores resultados electorales en los últimos 25 años, y de un vergonzante contubernio con el gobierno de Peña Nieto. Aseguró que no existe oposición verdadera frente a acciones de gobierno.

 

Amén de recurrir a la muletilla del oficialismo, Corral olvidó que en esos 25 años ha sido legislador federal por el PAN. Sin hacer campaña, pluri, pues.

 

Pero se metió en un terreno resbaladizo cuando convocó a la militancia albiazul a una rebelión de las bases para “recuperar al partido por los ciudadanos”. Ahí lo pescó Anaya Cortés. Y si de comparar se trata, lo zarandeó comparándolo con Andrés Manuel López Obrador. Leamos:

 

“Pero desde ahora, te digo con toda claridad, Javier, no voy a permitir que sigas insultando la inteligencia, que sigas agrediendo a los miles de militantes que me apoyan para ser presidente.
 

“Con ese, tu discurso de ángeles y demonios, maniqueo. Donde los buenos, como siempre, están contigo, y la inmensa mayoría -que por cierto, no te apoya-, está del lado  equivocado y está contra ti.

 

“(…) A ver Javier: ¡Claro que debemos ser oposición! El problema contigo Javier, es que te opones, pero te opones a todo. A nosotros no se nos olvida tu oposición a nuestro Presidente, el Presidente Felipe Calderón. Nos acordamos de la polémica que surgió a partir de sus diferencias con él, con este tipo de notas donde a nuestro Presidente le llamas cobarde, colérico, fracasado.

 

“Tengo aquí tu artículo de El Universal, de agosto de 2012, francamente usas el lenguaje de Andrés Manuel López Obrador, hablas de la estrategia militar convertida en guerra de Calderón, hablas de decenas de miles de muertos, mutilados, heridos… Oposición sí Javier, oposición a los priístas, a los de enfrente, no a nuestro buen presidente panista.

 

“(…) He dicho que hay dos riesgos ante nosotros, de cara a la elección de 2018, la continuidad de ese PRI profundamente corrupto, corruptor e ineficaz, pero también el camino que han seguido otras naciones en América Latina en donde del gran hartazgo social surgen líderes mesiánicos populistas, como lo que ha ocurrido en Venezuela (…)”.

 

-- ¿Se declara ganador del debate?—preguntaron a Anaya al final del debate.

 

--Sí, por supuesto-- respondió.

 

--Corral te señaló de agarrar recursos de la Cámara de Diputados, 20 millones en específico para una compra de tablets. ¿Qué le respondes?

 

--Se lo respondí en el debate. Eso es una mentira, es absolutamente falso. No hay un solo peso de recursos públicos en mi campaña. Es su estilo, el de López Obrador, el de lanzar acusaciones sin pruebas, pero sobre todo diciendo mentiras—remarcó.

 

--¿Por qué insistir en compararlo con López Obrador?

 

--Porque se parecen muchísimo, por eso-- acoto el joven queretano que, sin duda, será el próximo presidente nacional del PAN. ¿Javier “El Peje” Corral Jurado? ¡Sopas! Digo.

VIERNES. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y el gobernador poblano Rafael Moreno Valle supervisaron los avances de la construcción del Segundo Piso de la Autopista México-Puebla, cuya inversión es de 10 mil millones de pesos y beneficiará a más de un millón 500 mil personas.

 

De entrada, la construcción de esta vía, que mejorará la conectividad con el sureste del país,  generó ya más de dos mil 500 empleos y se concluirá en el verano del próximo año.

 

En el recorrido de la obra, que registra avance de 50%, Ruiz Esparza ofreció una disculpa a los usuarios de esta autopista que sufren algunas molestias; dijo que se apresurarán los trabajos para terminar lo antes posible, de manera que “las molestias sean temporales y los beneficios permanentes”. Conste.