Y no es para menos la inquietud que priva entre los prohombres del gabinete y de la estructura dirigente del Partido Revolucionario Nacional, de un círculo oficioso bien identificado que, desde aquellos días en que Manlio se perfiló como contendiente de Enrique Peña Nieto, se encargaron de minarlo.

 

Uno de esos malquerientes de Manlio, Francisco Rojas Gutiérrez, salió temprano del llamado gabinete ampliado. En febrero de 2014 “renunció” a la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad, dizque por no estar de acuerdo en los términos de la Reforma Energética.

 

En fin, ahí están los inquietos con el futuro mediato de Beltrones, aquellos que le apuestan a la derrota de la candidata del PRI al gobierno de Sonora, la senadora con licencia Claudia Pavlovich; legisladores panistas –y algunos priistas—afirman que el futuro de Manlio está atado al destino de Pavlovich.

 

Y sustentan su versión en lo ocurrido en Baja California, donde Fernando Castro Trenti fue un candidato del PRI al gobierno estatal cuya derrota se negoció para minar la influencia de Manlio.

 

Pero, si el trabajo especializado de Manlio se redujera a esos factores, mal entonces estarían quienes temen que, a los 62 años de edad, el sonorense tiene margen de maniobra acotado. 

 

Sin duda, Manlio ha sido el negociador estrella del gobierno de Enrique Peña Nieto con la oposición y el propio PR, lo que ha incomodado a personeros de la Presidencia de la República.

 

Y es que, en Harvard, el ITAM o el Instituto Tecnológico de Massachusetts –el famoso, caro y prestigioso MIT—que se sepa no se imparte la materia de Negociación Política a la Mexicana.

 

¿Será el próximo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI? ¿Será el relevo de Miguel Ángel Osorio Chong en la Secretaría de Gobernación? ¿Será embajador? Bueno, enviarlo al servicio exterior implicaría un acto de ingratitud y el destierro político.

 

Bueno, Beltrones no ha descartado, por lo menos no públicamente, asumir la presidencia del CEN del PRI una vez concluida su encomienda de apoyo al presidente Enrique Peña Nieto, tarea que fue más allá de sus responsabilidades formales como coordinador de los 214 diputados federales del PRI y presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara baja. Aquello de la Secretaría de Gobernación, no es un escenario descabellado.

 

Sin ánimo de defensoría de oficio o de panegirista supino, es evidente que Manlio ha sido el factor negociador del gobierno de Peña Nieto. En el balance del trabajo de la LXII Legislatura federal que concluye el último día de agosto próximo, las reformas que rompieron tabúes y resistencias históricas, prosperaron merced a la negociación encabezada por Manlio.

 

¿Esa encomienda la negoció con Peña Nieto en aquella reunión en la que con Emilio Gamboa, Beatriz Paredes y el entonces gobernador del Estado de México determinaron apoyar la candidatura de éste rumbo a la Presidencia de la República?

 

Todo indica que sí. Manlio desistió de participar en la contienda interna del PRI por la candidatura presidencial; Emilio, en tanto, aceptó ir al Senado y permanecer ahí durante todo el sexenio, como una bisagra de respaldo legislativo al gobierno de Peña Nieto, mientras Beatriz Paredes cumplió, finalmente, su sueño de ser embajadora de México en Brasil y es evidente que no tiene ningún interés por volver a la vida pública en México.

 

Así, el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados tiene como pieza legislativa de cierre de actividades concretar la Reforma Política del Distrito Federal.

 

Y lo será en periodo extraordinario de sesiones, después del proceso electoral cuyo cerrojazo es el domingo 7 de junio próximo en la jornada comicial cuyo resultado determinará si es el retorno del PAN como segunda fuerza en la Cámara de Diputados y Morena se instala en la preferencia de los ciudadanos del Distrito Federal y el PRD se va al cuarto sitio.

 

Pero, todo ello tendrá como factor a Manlio Fabio Beltrones, quien calmó ánimos y obtuvo votos de bancadas de suyo radicales como, en su momento, la de Movimiento Ciudadano coordinada por Ricardo Monreal, y del PRD encabezada por Silvano Aureoles; ni qué decir de los de Morena, cuyo integrante, el contestatario y fundamentalista Rafael Huerta Ladrón de Guevara, ha ido a pedir perdón a Manlio por faltas cometidas en tribuna.  

 

Sí, habrá Reforma Política del Distrito Federal, la Ciudad de México será el estado número 32 de la Federación, con respaldo del PAN y de Nueva Alianza, incluso de los diputados que se asumen de Morena y una parte importante del PRD. Habrá dos terceras partes de la Cámara de Diputados que harán posible la mayoría calificada para votar la reforma de 50 artículos de la Constitución.

 

En este paso legislativo, fundamental, irá de la mano de Manlio el joven coordinador de la bancada del PAN, Ricardo Anaya Cortés, coincidente con el sonorense en los fundamentos por los que no prosperó la minuta de dicha reforma, porque el Senado la mandó al cuarto para las doces y priistas, panistas, neoaliancistas y morenos consideraron que no podía votarse un documento fundamental sin conocerlo ampliamente.

 

Pero, este es el punto, la Reforma Política del Distrito Federal sólo se atoró, no se fue a la congeladora. Además, quién garantizaba que, aprobada en fast track, dicha reforma no fuera utilizada como bandera electoral de lo que queda del perredismo en la capital del país.

 

Porque aquello de que fue para detener el triunfalismo y el crecimiento político del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, recibió un mentís con la presencia de Manlio Fabio Beltrones en el acto que, encabezado por Mancera, se realizó en la sede de la Universidad Obrera con motivo del Día del Trabajo, el mismo viernes 1 cuando en la residencia oficial de Los Pinos, el presidente Peña Nieto encabezaba el acto oficial con similar motivo, acompañado del presidente del Senado, Miguel Barbosa Huerta.

 

¿Más señales? El negociador político estrella de Enrique Peña Nieto se llama Manlio Fabio Beltrones, ¿verdad de Perogrullo? Imagínese, después de septiembre próximo, a los dirigentes de las dos principales fuerzas políticas nacionales, PAN y PRI, en la negociación que practicaron y aterrizaron en la Cámara de Diputados. Conste.

 

LUNES. Interesante la agenda que, el viernes último, desahogó el diputado federal Marco Antonio Bernal Gutiérrez, en Reynosa, Tamaulipas, y McAllen, Texas, en esta ciudad estadunidense comió con empresarios tamaulipecos radicados en McAllen y Mission.

 

En Reynosa, después de participar en el desfile del Día del Trabajo, se reunió con representantes de sectores industriales, maquiladores, empresarios y ganaderos, en las instalaciones de Grupo Río San Juan. Asistieron los presidentes de la Coparmex, Juan Filiberto Torres; Mario López Villarreal, de la CANACO; el arquitecto Carlos Hernández en representación de la CMIC; Ramón García Garza de la CANACAR, y Martín Anzaldúa, representante del Frente Empresarial, así como representantes de empresas, líderes de asociaciones de notarios, economistas, arquitectos y ganaderos, miembros del consejo de la industria maquiladora, Grupo SARA, entre otros. Digo.