La magia de América… navideña
Por Glen Rodrigo Magaña
El último mes del año invade con su espíritu navideño este artículo de Homo Espacios, donde entre la magia del Continente Americano, te recomendamos tres destinos para disfrutar las fiestas decembrinas. El primero, es una gran provincia canadiense conocida como la “Capital de la nieve”, la cual muestra entre sus encantos un viejo poblado que pareciera ser sacado de una novela de Charles Dickens, un helado hotel y otros atractivos invernales. Nuestro segundo destino, se ubica en Indiana, Estados Unidos, un lugar fantástico, conocido por recibir miles de cartas a Papá Noel. Mientras que en México, un poblado guanajuatense, reconocido a nivel internacional por sus tradiciones entorno a la natividad.
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Navidad… para muchos, son fechas de unidad, regalos, alegría y fiesta; algunos otros, ocupan este tiempo para la reflexión, los recuerdos y la nostalgia; pero existen quienes, el frio extremo los lleva a vivir sus últimos días, ellos, los abandonados, menesterosos, invisibles para las sociedades sumergidas en el sensible mercantilismo, donde su mejor regalo es sobrevivir para ver la luz de un nuevo amanecer.
Renglones extraviados que habitan en los puntos ciegos de la realidad, así, descobijados por la humanidad, seres de las sombras… esperemos que la obscuridad de la simulación, no oculte aquello que es fundamental, eso que surge de lo significativo.
Después de parafrasear algo del interno, adentrémonos en los destinos seleccionados para este especial navideño de La magia de América: la nevada provincia canadiense de Quebec, la fantástica entidad estadounidense de Santa Claus y el mexicano poblado de San Miguel Allende.
Quebec… capital de la nieve canadiense
La gran provincia del país más nórdico de América, reconocida como la “Nación dentro de Canadá” por sus diversos intentos de independizarse, obtuvo su nombre por sus nativos “Kebek” o “el estrecho” lo llamaban, pero fue hasta la llegada de los colonos galos cuando a estas tierras se les denominó como La Nueva Francia en 1608.
Actualmente, la llamada “Capital de la nieve” cuenta con 17 regiones, al ser Montreal su metrópoli con el mayor número de habitantes, aunque varios de sus poblados hacen de Quebec, uno de los principales destinos para las fiestas de la natividad.
En épocas invernales, esta encantadora región canadiense es decorada con luces parpadeantes que brillan gracias a motores alimentados por bicicletas fijas, esferas de todos los colores y arboles reciclados con hojas de maple, ya que para los quebequenses el cuidado ambiental, es una prioridad.
El Viejo Quebec parece sacado de una novela de Charles Dickens, donde se orquestan diversas exposiciones, así como mercados navideños, conciertos orquestales con ecos invernales y el 31 de diciembre, la calle Grande Allée! es una fiesta.
Otro de sus atractivos es el exótico Hotel de Glace, donde sus habitaciones, suites temáticas, capilla y bar están construidas de hielo; los cuatro centros de esquí, los trineos de perros o las motonieves te permitirán vivir la adrenalina invernal; mientras que para relajarte, que te parece una sesión de termoterapia en sus spas con cálidas tinas al helado… digo, al aire libre. Ah, y practica tu francés, ya que en ésta provincia es el idioma oficial.
Santa Claus… y su eterna navidad estadounidense
¿Quién dijo que Papá Noel vive en el Polo Norte?, en el condado estadounidense de Spencer en Indiana, cuentan las leyendas locales que un grupo de inmigrantes alemanes vivían en uno de los poblados de Santa Fe, allá por mediados del siglo XVIII. La pequeña localidad no contaba con algún título, le decían… la “Ciudad sin nombre”.
Durante varios años el poblado citaba a los vecinos con la finalidad de encontrar un nombre a estas tierras, y fue una Noche Buena de 1855 cuando gracias a la fantasía navideña de los infantes que Santa Claus fuera bautizado así en éste mágico rincón de Indiana, el cual fue inscrito oficialmente el 21 de mayo de 1856.
La homónima estación de correos comenzó a recibir cartas de niños de distintos países desde 1920, tal fue la demanda, que para responder toda la correspondencia se contrató a los Santa´s Elves, un grupo de ayudantes que contestan a cada uno de los infantes.
En los años treinta, el abogado Milton Harris junto con la Curtiss Candy Company, crean el dulce Castillo de Santa Claus; el empresario Carl A. Barret, recaudó donaciones para la estatua de granito de 22 pies y la cabaña de Santa; Louis J. Koch fue quien creó el primer parque temático de Estados Unidos… el Santa Claus Land, inaugurado el 3 de agosto de 1946.
La familia Koch, fue también la autora de otras obras navideñas como el desarrollo Christmas Lake Village, el Holiday Village o el Kringle Palace, convirtiendo a Santa Claus en una tierra de fantasía y con un espíritu de navidad eterna.
San Miguel Allende… tradiciones decembrinas a la mexicana
México cuenta con variados poblados que encierran magia y tradición, pero la guanajuatense Ciudad Patrimonio de San Miguel Allende, es catalogada por varias revistas, así como por expertos en turismo internacional, como uno de los sitios predilectos para vivir las fiestas decembrinas. ¿La razón?, su arquitectura europea, el ambiente bohemio que se disfruta en sus calles empedradas y las tradiciones decembrinas que reflejan nuestra alma festiva y amena.
Fundada en 1542 por el monje Fray Juan de San Miguel, misionero español que se internó en territorio “guamar” junto con colonos otomíes y tarascos, quienes bautizaron al poblado como San Miguel El Grande. Este pueblo estilo colonial, fue uno de los principales puntos de la ruta de la plata en el periodo del siglo XVI al XVIII, y su nombre actual lo obtuvo el 8 de marzo 1826 en honor al héroe independentista Ignacio Allende.
El 7 de julio del 2008, la UNESCO otorgó el nombre de Ciudad Patrimonio a San Miguel, bajo el título de “Ciudad fortificada de San Miguel y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco”.
Respecto a su arquitectura, San Miguel recibe a sus visitantes con su imponente catedral edificada en 1649, la cual tras un enorme deterioro, se derrumbó y fue reconstruida en el año 1709 con un estilo barroco y fachada neogótica de la Europa medieval, como la conocemos actualmente.
En diciembre, las posadas con olor a ponche y la emoción por romper las piñatas, llenan de alegría a este poblado; la Plaza Allende es decorada con adornos navideños y el último día del año parece que nadie durmiera, ya que la diversión es su garantía.
Estimados homoespacieros, les comparto los enlaces tradicionales para que se animes a vivir sus fiestas decembrinas en alguno de estos mágicos destinos de América:
-Santa Claus (Estados Unidos).
- San Miguel Allende (México).