La noche del lunes 23 de marzo, el colorido estado de Guanajuato realizó un coctel entre música afroamericana, cineminutos y gastronomía de sus tierras en el restaurante acapulqueño Zibú, sitio con un diseño un tanto selvático, ante una grácil vista panorámica al Puerto… entre otros encantos visuales que nos favorecían a los caballeros. Las bebidas invitaban a socializar, la acústica afroamericana con un cierto toque lounge brindaba una actitud desenfadada, mientras que las proyecciones de los tres cineminutos  sobre Leyendas de Guanajuato, sorprendían a los asistentes: “La llorona” que sufre por amor, la san miguelina historia de “La Cama de Cuarzo” y el relato de Remigio Leroy.

 

Respecto a la comida guanajuatense, su Secretario de Turismo, Fernando Olivera Rocha, destacó que el estado es la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2015 y el sazón de platillos típicos de las cinco regiones gastronómicas del país, elaborados por cuatro chefs guanajuatenses que le dieron sabor a este convite nocturnal.

 

Por su parte, el martes 24 de marzo, el anochecer fue toda una “Fiesta del Caribe” que el estado de Quintana Roo ofreció en el Hotel The Fairmont Acapulco Princess. Música funky-electrónica, espectáculos de luces, performance mayas, la seducción dancística de la bachata y el tango, cómicos, así como afinadas musas rivereñas, fueron una probadita del encanto de los arenales caribeños en Acapulco, en definitiva el mejor festejo ofrecido en esta edición del Tianguis Turístico, aunque en otra tertulia marítima, realizada por los empresarios de Las Brisas, también hizo bailar a varios al ritmo del dance oldie.

 

La última velada estuvo a cargo de la Secretaría de Turismo, donde su titular, la Maestra Claudia Ruiz Massieu pasó la estafeta al Gobernador del estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval, el cual afirmó que el próximo Tianguis será el más mexicano en la historia de este encuentro turístico internacional. Después de este acto, el mariachi Nuevo Tecalitlán, dio un recorrido por nuestra música mexicana al provocar que varios corearan nuestras canciones populares, con un buen tequila, digo, para entonarse.