Con Francisco Lizarazo
Periodista, comunicador social, catedrático y Director del portal Visiones Particulares
Santa Ana tiene su celebración
(El Carmen, Jujuy Argentina).- Julio es de la virgen de El Carmen y por eso a lo largo del mes se realizan diversas actividades para rendirle honores, pero las celebraciones no son solo para ella, ya que Santa Ana, también tiene sus ferias.
Este homenaje a la madre de la virgen María, abuela de Jesús, se caracteriza – al menos en el norte argentino – porque se exponen distintos objetos en miniatura, en puestos en diferentes lugares de la ciudad, como plazas, paseos públicos, iglesias, etcétera.
En el caso de la municipalidad de El Carmen, en Jujuy, la festividad se realiza en el barrio Santa Ana y – además de la parte litúrgica, con misa – la imagen de la Santa ocupa un lugar privilegiado para recibir los saludos y las peticiones de bendiciones por parte de los fieles.
Por otra parte, en Tilcara, más al norte de El Carmen, se levanta en estos días el pueblo de Santa Anita, donde se recrean las instituciones públicas como la Policía, el Hospital, el Registro Civil y demás organismos, íntegramente dirigido por niños de la zona, que regulan las actividades dentro de este peculiar estado y todas las ventas se hacen mediante botones de los que se usan comúnmente en la ropa. Esta modalidad es muy antigua y en sus orígenes el objetivo era recaudar elementos para la confección y el arreglo de ropa.
Pero volviendo a El Carmen, la moneda que circula en esta fiesta es el peso normal, no hay esa tradición de usar moneda pequeña o botones, pero igual los asistentes se divierten, comprando algún recuerdo para la protección del hogar, de la familia, del negocio o del auto.
En el barrio Santa Ana están las artesanas que ofrecen desde la comida típica de esta región, tamales, pizzas, pachos (hotdogs) empanadas de carne y de pollo, papas fritas o papuchas.
En materia de postres, las tortas – no muy grandes más bien pequeños cuadrados como si fueran una muestra – son la especialidad de la ocasión, pero también hay la pasta frola, que son pasteles con membrillo; algodón de azúcar, frutas con crema y los cocteles de fruta, ya sé que eso para muchos no es un postre, pero igual lo hay para quienes desean algo fresco.
Santa Ana es la patrona de las mujeres embarazadas a la hora del parto y por eso muchas se acercan a la imagen para pedir por un embarazo sano, o que pueda fecundar. Por ello, también hay venta de juguetes, y diseños de ropas de muñecas, mientras para los chicos hay juegos mecánicos y la posibilidad de volar papagayos, si el tiempo lo permite.
Hasta vendedores de plantas se encuentra uno y un cervecero artesanal que no solo tiene las tradicionales blanca y negra, sino que ofrece bebidas alcohólicas saborizadas a dulce de leche y a miel.
La gente que asiste a esta fiesta en honor a Santa Ana va por muchas razones, desde las más devotas que en su silla de ruedas quieren estar cerca de la imagen para recibir bendiciones, los niños que solo quieren comprar y pasar el día con sus padres, hasta las parejas jóvenes que ven una oportunidad para hacerse regalos o promesas sin gastar mucho y con el visto bueno de la Santa.
Podemos ser creyentes o no, pensar que esta es una celebración más comercial que religiosa, pero lo cierto es que al ir a esta festividad todos nos hacemos más humanos porque estamos en contacto con los semejantes, con otros que – como nosotros – buscan disfrutar y olvidar un poco este mundo absurdo que a veces no sabe a dónde va, como diría el recordado cantante Cherry Navarro, o esa es mi Visión Particular.
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