Oriundo del pueblo californiano de Santa Rosa, Julian Lage surge en la escena musical como un infante genio de la guitarra, con tan solo ocho años de edad, tocó con Carlos Santana y ha colaborado con otros grandes Maestros como Pat Metheny, Toots Thielemans o Martin Taylor. El rollo documental Jules at Eight (1997) fue inspirado en este artista, con tan solo 13 años se presentó en los Grammy Awards 2000 y a los quince se matriculó en la Stanford Jazz Workshop de la Universidad de Stanford.
Después de participar en una veintena de discos, en el año 2009 lanza su álbum debut como solista Sounding Point, lo que dio paso a sus otras tres producciones: Gladwell (2011), World's Fair (2015) y Arclight (2016). Además, una guitarra modelo OM1 -lanzada este año- de la serie T de Collings Guitars, lleva su nombre.
En otros rincones del ritmo roto, la sueca Isabella Lundgren se traslada de su pequeño pueblo Karlstad a la metrópoli cosmopolita de Nueva York a los 18 años, para comenzar sus melódicos estudios en la universidad de la “gran manzana” estadounidense, donde colaboró con músicos como Gavin DeGraw, Moby o el melómano cineasta Woody Allen. En el 2010, regresa a Suecia para iniciar su formación en el sacerdocio para la Facultad de Teología en Estocolmo, su filosofía espiritual ha sido la principal fuente creativa dentro de sus composiciones y se puede apreciar en sus álbumes It Had to Be You (2012), Somehow Life Got in the Way (2014) y Where Is Home (2016).
Respecto al goce latino, El Funkete ecuatoriano, banda fundada en el año 2008 por Louis Schwarzwald (voz), Danny Buenaño (voz), Andrés Gualotuña (batería), Diego Charpentier (percusión), David Montalvo (bajo), Geovanny Dávila (guitarra y coros), Paul Miranda (guitarra), María Isabel Acosta (keyboard) y hasta con la defensora legal Viviana Gutiérrez, fueron en ese entonces un grupo de universitarios de Quito, que se nutrían con los ecos de Los Tetas, Chancho en piedra y algunos pioneros del funk afroamericano. En el 2016, ya habían lanzado tres sencillos, y al pasado 9 de junio, dieron a conocer su inaugural EP homónimo.
El virtuoso guitarrista y compositor estadounidense Julian Lage, quien pasó de ser un niño prodigio de las cuerdas a convertirse en una autoridad de este instrumento musical y sus sonidos son todo un viaje por el folk sincopado instrumental. Mientras que la sacerdotisa y cantante de jazz sueco Isabella Lundgren, es un consuelo lírico para las almas perdidas, su voz refleja ese doliente feeling de las jazz singers de los años veinte, pero con un divino toque. Por su parte, el arrabalero groove de la banda ecuatoriana El Funkete, aceleran los beats del R&B con algo de disco sexual para crear una fiesta neo-dance desinhibida.
Síncopa entre cuerdas folk, la sacerdotisa del jazz sueco… y algo de funk ecuatoriano