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  • El FAC apisona terrenos de sucesión presidencial

  • Calzada y Mancera, dos campesinos urbanos

Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
Correo: sanchezlimon@gmail.com
Twitter: @msanchezlimon 

La Confederación Nacional Campesina (CNC), el brazo campesino del Partido Revolucionario Institucional, venero del voto verde, el del campo, que nutría urnas e impulsaba carreras políticas bajo la bandera agrarista, transita hoy como recuerdo de viejas glorias. ¿Cuál es la membresía de esta organización?

 

El lunes último el aspirante presidencial José Calzada Rovirosa y la propia Presidencia de la República, con la participación de Miguel Ángel Mancera, ausentes líderes del PRI o de la misma CNC, enterraron la celebración oficial del natalicio de Emiliano Zapata. La central campesina ni siquiera circuló un comunicado en el que informara de actos conmemorativos, así fuera sólo en el papel, como en su momento lo hizo Heladio Ramírez López, quien se ungió presidente efímero de éste sector del PRI.

 

La conseja popular refiere que espacio abierto tiende a ser cubierto. Así le ocurre a la CNC que sólo el 6 de enero de cada año celebra la promulgación de la Ley Agraria y echa la casa por la ventana con festejos, casualmente celebrados recurrentemente en el estado de Veracruz y con la asistencia protocolaria del Presidente de la República. ¿Y luego?

 

¿Cuántos campesinos militan en la CNC? Sólo la dirigencia nacional cenecista sabe el tamaño de su membresía, pero la movilización convocada el lunes pasado por el Frente Auténtico del Campo (FAC) demostró músculo y abierta disposición a aliarse con intereses de sucesión presidencial, con más de 120 mil integrantes que colmaron el Zócalo de la Ciudad de México y tuvieron esos desplantes, lujos de escenario de aquellos días de gloria de la Confederación Nacional Campesina del brazo con el poder, con el Presidente de la República en turno.

 

Mire usted, el FAC está integrado por organizaciones campesinas que se han caracterizado por ser contestatarias y sus líderes afines a la oposición, lo mismo con el Partido de la Revolución Democrática que, ahora, incluso solidarias con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de le Educación.

 

Y, como la CNC ha tardado en dar color, el FAC le dio un albazo y, amén de alzarse con la demanda de mayor gasto público para el campo y la propuesta de un nuevo Pacto Social, se echó el tiro de tener arriba del entarimado, codo a codo dirían los clásicos, en un escenario dónde hasta bailables hubo y la enorme mampara multicolor demostraba que en este asunto no hay pobreza, al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y al secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa. Para más señas, ambos presidenciables.

 

¡Vaya casualidad! Los dirigentes del FAC invitaron a estos ilustres mexicanos que nos quieren gobernar y, éstos, en un acto de plena democracia y simpatía con las movilizaciones sociales, tolerantes e incluyentes, incluso frente a las mentadas de madre y rechiflas de los integrantes de la CNTE que estaban en esa concentración en el Zócalo, se placearon y declararon aliados del campesinado nacional, dispuestos a rifársele con ellos. ¡Faltaba más!

 

¿Y la CNC? Bien, por sus rumbos de Buenavista, ausente de esta celebración que el FAC le arrebató como quitar un dulce a un escolapio porque no hay nadie que proteste. ¿Hará algo el maestro Enrique Ochoa Reza para rescatar al brazo campesino priista?

 

Bueno, mientras lo piensa el alto mando priista, la oficina de prensa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo rural, Pesca y Alimentación  (SAGARPA), calificó como un acto sin precedente que su comandante en jefe de sonrisa perenne, José Calzada Rovirosa haya participado, el lunes último, en el mitin celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México con más de 120 mil organizaciones adheridas al Frente Auténtico  del Campo (FAC), so pretexto de celebrar el 137 aniversario del natalicio de Emiliano Zapata.

 

Y, la oficina de prensa del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, promovió el discurso, el mensaje en el que anunció que trabajará por una agenda compartida para respaldar la lucha del campo porque, acotó, “hoy vamos a seguir trabajando con el campo, proponemos desde ahora hacer una gran alianza con los que menos tienen, hacer una alianza de trabajo, de desarrollo”.

 

Bien por los campesinos, ejidatarios y comuneros que quedan en Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco, Tlalpan, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, porque en las aspiraciones presidenciales del jefe Mancera llevarán ganancia. Ahora sí tendrán apoyos.

 

“Con todos los liderazgos que se encuentran presentes podemos construir una agenda (…) Hoy lo que dejamos claro es que la Ciudad de México sabe trabajar por el campo y que tenemos una propuesta clara, que escuchamos, que nos presentamos y acudimos a las invitaciones”, dijo Mancera.

Por supuesto, Calzada Rovirosa en su turno no desperdició el tiempo y reivindicó la labor de los campesinos: “Los trabajadores y trabajadoras del campo conforman un sector que no le ha fallado a México, por lo que el Gobierno de la República enfoca políticas públicas y recursos para impulsar a pequeños productores del sector y sus familias con el fin de responder a la deuda histórica que se tiene con ellos”.

 

Y, ¡faltaba más!, a los miles y miles de campesinos reunidos en la peana central capitalina les anunció que a partir de este miércoles iniciarán reuniones de trabajo entre la SAGARPA y las organizaciones integrantes del FAC para incorporar propuestas para la revisión de la agenda presupuestal 2017. ¡Sopas!

 

¡Ah!, además descubrió que, “haciendo un balance, no todo está hecho o logrado, y es de manera conjunta como se conseguirán mejores resultados para un mayor crecimiento del sector en lo social y en lo económico (porque) el "Pacto para el Campo" se realiza día con día, con la atención oportuna y respeto; hacer más con menos en relación con el presupuesto, con acciones concretas que le cambien la vida a nuestra gente”.

 

En la praxis política es una máxima que se respeta y reconoce, ésta de engañar con la verdad; aunque hay quienes la confunden con mentir simple y llanamente. Nada más falso.

 

Así, los dirigentes de las organizaciones campesinas que integran al Frente Auténtico del Campo (FAC), incurrieron en esa praxis de engañar con la verdad.

 

El pasado 24 de julio, en conferencia de prensa,, Álvaro López Ríos, Marco Antonio Ortiz, Federico Ovalle Vaquera y Francisco Chew Plascencia, dirigentes de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas A.C. (CODUC), Movimiento Social por la Tierra (MST), Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), dijeron que, en el marco del 137 aniversario del nacimiento de Emiliano Zapata, la movilización tenía, entre otros motivos, manifestar su inconformidad por la pobreza que agobia a sus comunidades.

 

Peeero, he aquí el punto del engaño con la verdad. Llamó la atención la disciplina de las marchas rumbo al Zócalo; hubo gritos de descalificación contra el gobierno --luego se supo que eran de maestros de la CNTE--. Todo transcurrió sin contratiempos, salvo los que enfrentaron cientos de miles de capitalinos en su trayecto al trabajo y compromisos personales.

 

Los oradores en una tribuna sin complicaciones, el entarimado dispuesto para un festejo oficial, el enorme escenario. Ahí Miguel Ángel Mancera y José Calzada Rovirosa. Ambos quieren ser candidatos a la Presidencia de la República.

 

¿Quién pagó la movilización?  Álvaro López Ríos, Marco Antonio Ortiz, Federico Ovalle Vaquera y Francisco Chew Plascencia no tienen esa capacidad financiera que les permita traer a la Ciudad de México, incluso desde Baja California y así sea en autobús, a tantos miles de sus representados. Eso cuesta y cuesta mucho, aunque para el interés que tiene meta en 2018, hay para eso y más. ¿Y la CNC? Digo.

 

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