El adictivo oficio periodístico exhibe su sortilegio al tocar las letras de un teclado, empuñar los micrófonos en una cabina radiofónica o al invadir con adrenalina el ser cuando la luz roja de las cámaras indica: ¡Al aire...! Así, esta segunda entrega sobre los enamorados de la información y padrinos de Homo Espacios nos comentan sus pasiones: los finos textos del maestro Sabás Huesca Rebolledo describen su afición por las féminas, el locutor con groove Hugo Moreno muestra su preferencia por las artes marciales, y la elegancia televisiva del licenciado Gustavo Lomelín Cornejo nos narra su amor por el Yoga.

 

La comunicación es el medio milenario para la evolución humana; sin información la vida sería como un lienzo sin imagen, una melodía sin sonido o un libro sin letras. En todos sus escenarios esta actividad ha brindado al mundo la capacidad de expresar, crear y construir a través de su esencia noble y auténtica.

 

Los personajes que guardan la celosa labor reporteril, se entregan con ímpetu al ejercicio periodístico esgrimiendo en su labor cotidiana una pluma, micrófono o cámara, para entregar todas sus habilidades y capacidades a esta profesión -al servicio de la sociedad- tan absorbente, pero también muy reconfortante. La recompensa real es la publicación de la nota, reportaje, crónica o cualquier otro género informativo o de opinión en algún diario, revista, portal, estación de radio o canal de televisión... la sensación no es esa satisfacción al ego, es más bien el reflejo del esfuerzo, de la pasión.

 

Los padrinos  Homoespacieros: Sabás Huesca y Rebolledo, Hugo Moreno y Gustavo Lomelín Cornejo, nos comentan en esta segunda y última entrega del serial, ese sentimiento tan subjetivo y vivaz por la comunicación.

 

Entre líneas... Sabás Huesca:

 

Reportero (R). ¿Qué opina del periodismo actual?

 

Sabás Huesca (SH). “Si fuera un cínico te diría que ya no es periodismo, y que la actualidad, como todo, es muy relativa, y particularmente en este ramo de la actividad humana… pero tengo que ser congruente con mi vocación como maestro de lo mismo, y entonces te puedo decir que los jóvenes tendrán que esforzarse igual que lo hicimos nosotros, pero de diferente manera, para realizar su trabajo… Hablo del verdadero periodismo, no del que hacen las “vacas sagradas”, ni –a veces coinciden unos y otros- los que viven de la extorsión y el chantaje: eso es crimen, aunque sea solapado y aún prohijado por todos los poderes, según convenga… Pero en fin, nunca fue más cierto que ahora aquello de que “el medio es el mensaje”, y que el mundo es una “aldea global”, dadas las nuevas tecnologías y el alcance y poder de las redes sociales: rápido, sin fronteras, mal escrito, irresponsable y chismoso, corre el riesgo de perder totalmente la credibilidad y el respeto mundiales, pero nunca como ahora ha estado tan peligrosamente cerca de uniformar a la humanidad… esto se ha discutido hasta la saciedad, y aun ya suena obsoleto… Entonces, si no puedes con el enemigo, únetele. Quiero decir, ya ni el radio, ni la televisión, son  medios  oportunos, sin discutir aquí su discutible veracidad. Y no hablemos de  la prensa escrita, que actúa como lo hizo King Kong cuando fue llevado a Nueva York en aquella famosa película: una creatura antediluviana en la era espacial, por más que quienes lo cultivan le den respiración de boca a...  Para estar al día, ´lo de hoy´ son los blogs;  para incidir en el tiempo, los flashes en las redes; para anunciarse, los banners… y todos los recursos que, por tener nombres en inglés y ser tan volátiles como la información que transportan, no da tiempo de categorizar… En fin, quisiera resumir haciendo hincapié en tres cosas que me parecen importantes en el nuevo periodismo: UNA, que el periodista no olvide que, por más globalizados que estemos, la lengua que hablamos es el castellano, no el spanglish, así que debemos aprenderla bien, conocerla bien y utilizarla bien, y eso únicamente lo da la lectura. DOS, que por mucha información que exista en el ambiente, hacer periodismo no consiste en copiar y pegar, sino que hay que investigar, reflexionar, sacar conclusiones y, en muchos casos, aventurar una opinión propia. TRES, que una cosa es el periodista, el trabajador de los medios, el que vive de su trabajo, y otra el dueño del medio, que suele vivir del trabajo ajeno y que se puede asociar con todos los intereses, con tal de que reditúen…”

 

R. ¿En qué momento considera que un periodista encuentra su estilo para escribir?

 

SH. “Somos el producto de miles de factores anteriores y/o externos a nosotros, y estos nos van moldeando sin que nos demos cuenta, como un trozo de cualquier materia blanda –sí, desde el oro hasta…-  podría ser conformado por miles de manos sin propósito ni medida, y así cada uno llega a ser lo que es: el hombre (quiero decir, el ser humano), que es ‘este hombre’ o ‘esta mujer’ en el momento en que se le interroga o se le revisa. Bueno, en ese entendido, es válida la antigua afirmación de que ‘el estilo es el hombre’, con toda la carga positiva y negativa que ello trae consigo. Por tanto, siempre tenemos un estilo propio, pero éste se forma con base en la prueba de ensayo-error, o sea, tiene que ser pulido, vale decir, limpiado, afinado, despojado de la basura, de la soberbia, de la carga retórica y de las deudas y los compromisos, para surgir simple, sencillo, correcto y completo. De manera que, para mí, encontrar el estilo propio con el cual se esté a gusto, es encontrarse uno a sí mismo, ya casi listo para trascender. Trabajo de toda una vida, o esfuerzo de una generosidad heroica…”

 

R. ¿Qué autores lo han influenciado o motivado como escritor y por qué?

 

SH. “Decía, somos el resultado de muchas influencias…  pero en fin, todos empezamos imitando lo que nos gusta o a los que admiramos, y en ese entendido soy, más bien quisiera ser, el resultado de mis lecturas, pero eso es sumamente pretencioso, por lo que diré que quizá se me pegó algo, mínimo, aunque sólo fuera en la intención, o en el gusto, de los autores que conforman la llamada “Generación del 98”, donde están, entre una multitud, Unamuno, Pío Baroja, Azorín, los hermanos Manuel y Antonio Machado, Valle Inclán, Blasco Ibáñez…; que imité conscientemente a Joâo Guimarâes Rosa con el que (a mucha distancia en todos los sentidos), compartí la afición por los idiomas y la escritura casi telegráfica, y a Dalton Trevisan, casi desconocido en México, para mi gusto el escritor que más economiza palabras en sus innumerables cuentos, y dice más cuanto más calla… y finalmente,  que soy deudor porque nadie en nuestro tiempo puede no serlo, de los escritores del boom latinoamericano, incontables, como las arenas del mar… eso sin contar una admiración discreta por algunos escritores alemanes, empezando por Goethe, y pasando por Thomas Mann y Hermann Hesse…”

 

R. Sobre sus libros ¿Cómo fue el proceso de elaboración y qué temas manejó?

 

SH. “Bueno, aunque hay por ahí cosas mías en el ensayo, la crítica  y la novela corta, en realidad creo que mi género por elección, debido a que me siento a gusto en él, es el cuento, en sus diversas modalidades. En éste, mis personajes privilegiados son las mujeres, así como mis interlocutoras y mis motivos de inspiración, aunque me gusta hacer reinterpretaciones de historias del dominio público y simples diletancias, textos sin justificación aparente, como los cadáveres exquisitos de los surrealistas, pero perpetrados por un solo autor… En cuanto al proceso de elaboración, nunca he sido ni sistemático ni disciplinado, terribles defectos si los hay en este menester, pero he tenido algunos aciertos en contados momentos, como cuando ya tenía listo el manuscrito de Mujer eterna y otras hidrofilacias, y el médico me declaró víctima del stress en riesgo grave… eso me permitió irme a vivir un mes en un hotelito rústico en Carrizal, Veracruz, un balneario de aguas termales, y donde sólo había, en la habitación de una austeridad monacal, un catre, una mesa, una silla y un tomacorriente. Con eso y mi olivetti portátil –estábamos lejos de laptos y tablets- cada día reescribía el libro completo y le iba incorporando correcciones, hasta que ya estuve casi satisfecho… Diré finalmente que a veces, en la madrugada, despierto con una idea que me parece útil, o un hallazgo, y como dice un sabio consejo al respecto, la escribo antes de hincarme a darle gracias a Dios por habérmela mandado, vaya a ser que se me olvide…”

 

R. ¿Coménteme cuáles son sus pasiones?

 

SH. “Bueno, esto hubiera sido peligroso de contestar en otro tiempo, pero creo que quienes me conocen lo saben: en primer lugar, y voy a decirlo en palabras de Machado, que lo dijo infinitamente mejor de lo que podría decirlo yo, “amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario”…; además la Literatura, con mayúscula, que es por excelencia un placer solitario…; el cine, particularmente el del realismo italiano y el español de la ola postfranquista; el norteamericano de ciencia ficción y el brasileño…; las artes plásticas en general, con la exigencia insobornable de que las obras cumplan con el concepto de ‘arte’, que entre otras cosas implica la idea de ‘trabajo’, de ‘innovación’, de ‘creatividad’…;  los viajes, que he tenido la oportunidad de disfrutar mucho y muy a gusto, y en ellos las comidas propias y distintivas de cada país o región…”

 

R. ¿Cuáles son los lugares nacionales e internacionales que más le agradan?

 

SH. “Desde luego mi tierra, Veracruz, no sólo por las obvias razones de que amamos lo que conocemos, sino porque lo que se ve no se juzga, modestamente y a mucha honra… pero cada estado de la República tiene lo suyo, y aunque en México soy veracruzano, en el mundo soy mexicano… y luego Brasil, todo el país, y en Europa, Italia, en Italia Florencia, y Bruselas en Bélgica, donde me he sentido como en mi casa…”

 

R. Recomiéndenos un libro, una canción y una película.

 

SH. “Es casi imposible responder a eso. Cada día cambian nuestras preferencias y nuestros estados de ánimo, las prioridades y el orden de los afectos, sin que por ello se anulen los anteriores… es complicado, más por lo que dejas fuera que por lo que eliges, me sería mucho más fácil recomendar cien de cada uno, pero en fin… La Muerte De Virgilio, de Hermann Broch, escritor austriaco, es un libro difícil, pero que a cualquiera lo hace pensar, y al final te deja con una nueva y amplia concepción estética… La canción sería THE WINNER TAKES IT ALL, del grupo Abba, larguísima, que por ello mismo toca muchos aspectos de la existencia humana, aunque parece sólo estar hablando de un tema común y cotidiano, anodino, casi intrascendente; y aquí no puedo dejar de mencionar SFIORISCI, BEL FIORE, de Enzo Jannacci, canción italiana que es una pura nostalgia, la dimensión en la que me siento más a gusto… Y en cine, de plano, no podría decidir entre La Dolce Vita, de Fellini; Once upon a time in América, dirigida por Sergio Leone, y que me reservo, más que por sus valores cinematográficos, que los tiene,  porque me remite a la novela “The Hoods”, del escritor Harry Grey, uno de mis clásicos de juventud, y Le Bonheur, cinta maravillosa de Agnès Varda, que retrata un dilema muy común en la vida de pareja. No es que me haya pasado, jajaja…”

 

Ecos de la radio... Hugo Moreno.

 

Reportero (R). ¿Cuál ha sido la entrevista o reportaje más importante?

 

Hugo Moreno (HM). “Es difícil elegir una, porque he tenido suerte de entrevistar a músicos que admiro. Para mi carrera en la radio funketera, la más importante ha sido la charla con Maceo Parker, uno de los pilares históricos del funk, ya que tocó y ha sido cómplice de los mejores momentos musicales de James Brown, George Clinton y Prince. El fue parte de los emblemáticos JB’s  y es uno de los músicos que graba el legendario tema Sex Machine de James Brown”.

 

R. ¿Cuáles son los locutores que admiras y por qué?

 

HM. “Admiro a Howard Stern por esta forma descarada e irreverente de innovar la radio (modelo que seguimos viendo sin ninguna razón en particular más que copiar). John Peel, histórico locutor de la BBC de Londres, reconocido por el arriesgue que tomó al introducir el punk y el reggae a la radio, además es pionero de sesiones en vivo con músicos increíbles. También a Orson Wells por demostrarle al mundo el poder de la radio con “La guerra de los mundos”.

 

R. ¿Qué se necesita para lograr ser un buen locutor?

 

HM. “Me parece que saber de lo que estás hablando y vivir lo que hablas es fundamental. Ser honesto y poner a volar la creatividad también es básico”.

 

R. ¿Cuáles son tus pasiones?

 

HM. “La radio, la música y las artes marciales”.

 

R. ¿Cuáles son los lugares nacionales e internacionales que más te agradan?

 

HM. “Nacional me gusta mucho Playa del Carmen, internacional me gusta mucho Philly (Filadelfia)”.

 

R. Recomiéndanos un libro, una canción y una película.

 

HM. “Libro: Crónicas Marcianas de Ray Bradbury. / Canción: Something de The Beatles. / Película: The Lost Boys de Joel Schumacher”.

 

Arte al manejar las cámaras... Gustavo Lomelín.

 

Reportero (R). ¿Cómo fue el proceso de ser periodista y también convertirse en funcionario gubernamental?

 

Gustavo Lomelín (GL). “Yo tenía 20 años como periodista y de pronto me empezaron a surgir dos inquietudes: Una, yo quiero tener una visión integral de la comunicación, tengo varios años conociendo una cara de la moneda y quiero conocer la otra. Además, quisiera estar adentro, como comunicador de una campaña presidencial. Eso me llevó a prepararme en el ITAM en un diplomado de “Marketing político”, después de esto me invitaron a ser Director de Comunicación del Consejo Coordinador Empresarial, organismo que ya había cubierto como reportero y que conocía muy bien, entonces me dije: “esto me va a dar la otra visión de la comunicación, desde un organismo y cúpula empresarial”. Así que el estar entre uno de los grupos reales de poder más influyentes del país me va a llevar, de una u otra manera, a una campaña presidencial... y así fue. Después de estar el Consejo Coordinador Empresarial, llegue al Comité Editorial de la campaña presidencial de Francisco Labastida, siendo apartidista pero me invitaron como profesional de la comunicación y aprendí mucho. El siguiente cargo fue como Director General de Comunicación Social en la Secretaría de Salud, y años más tarde como Coordinador Nacional de Comunicación Social en el Instituto Federal Electoral (IFE), donde me tocó vivir desde otro ángulo una campaña presidencial... desde el árbitro. Entonces he visto las campañas desde dentro, desde fuera, como árbitro, lo cual ha sido una gran experiencia formativa en mi vida. Después del IFE y ya con 10 años como comunicador en gobierno, me di cuenta de muchos errores que uno comete como periodista y al estar en el otro lado te das cuenta que existe mucho libertinaje, así como otras situaciones lamentablemente”.

 

R. ¿Cómo fue el encuentro con el mundo de la televisión?

 

GL. “Cuando yo estudié periodismo en la UNAM, me especialicé en televisión y además yo veía a mi líder en imagen… Jacobo Zabludovsky que me motivaba a estar en la televisión. Aunque me forme en periódicos, revistas... y qué bueno que tuve esa enseñanza porque aprendes a ejercer de otra forma el periodismo; también participé en radio y me fui complementando. Después de mi etapa como comunicador en gobierno, las circunstancias me llevaron a hacer comentarios en noticieros, barras de opinión en programas de televisión de análisis y me invitaron a conducir el Noticiero Matutino del  Canal 34 de TV Mexiquense, el cual conduje durante casi cinco años. Así que el periodismo me dirigió a lo que siempre quise estar y venturosamente es lo que hago, ya con 35 años de trayectoria profesional tengo la oportunidad actualmente de realizar entrevistas de semblanza, dirijo los noticieros de Televisión Educativa y estoy por conducir un programa de análisis que saldrá al aire en este mes. Ahora trato de asumir un ángulo más responsable, con conciencia en el manejo de la información y con una visión más de estado que de gobierno en los contenidos de los noticieros”.

 

R. ¿Qué lenguaje existe entre el periodismo escrito, la radio y la televisión?

 

GL. “Existe un común denominador en los tres... la fuerza, el impacto con el que debes dar el mensaje al inicio... en el primer párrafo, la primera frase en radio o la entrada en el noticiero de televisión. La forma de presentarlo es diferente, ya que en radio y televisión la frase es corta y directa, en el periodismo escrito el primer párrafo es clave y muy atractivo. Los tres deben responder las seis interrogantes del periodismo: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? y ¿Por qué?”.

 

R. ¿Qué opina del periodismo que se hace actualmente?

 

GL. “Creo que hay que preparase más y mejor. Hay un bajo nivel, en general traen graves problemas de redacción, información y formación. Tienen que esforzarse más para lograr un periodismo de mayor altura, que bueno que tenemos la libertad de expresión que hay en México, como nunca se había dado y creo que la libertad con responsabilidad es como debemos hacer periodismo”.

 

R. ¿Cuáles son sus pasiones?

 

GL. “El Yoga ya que soy estudiante de esta disciplina; la lectura ya sean libros o periódicos, los cuales tengo la disciplina de levantarme a las 4:30 a.m. para leer; el cine y además el deporte, como el tenis y golf”.

 

R. ¿Cuáles son los lugares nacionales e internacionales que nos recomienda visitar?

 

GL. “Me gusta mucho Oaxaca por su riqueza cultural, Chiapas por su belleza natural, en Guanajuato, San Miguel de Allende y Michoacán. Internacional me fascina Paris, Francia, por sus museos, bares y rincones mágicos”.

 

R. Recomiéndenos un libro, una canción y una película.

 

GL. “El libro sería la novela “Cometas en el cielo” del escritor estadounidense de origen afgano Khaled Hosseini. La película que recomiendo es “Leyendas de Pasión” y una canción que me encanta es “Imagine” de John Lennon”.

 

 

Solamente falta agregar una palabra a todos los lectores, padrinos, columnistas, amigos, familiares y personas allegadas a Homo Espacios... GRACIAS.

 

Les comparto los enlaces de los padrinos Homoespacieros... con música:

 

Sabás Huesca. ABBA – “The Winner Takes It All”. 

Hugo Moreno. The Beatles – “Something”. 

Gustavo Lomelín. John Lennon – “Imagine”. 

 

Amigos, los invitamos a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “La otra frecuencia” en Radiorama 1530 AM, que se transmite todos los miércoles de 20:00 a 21:00 horas.