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  • "Toma todo", la leyenda del gobierno en 2017

  • Moody's da gancho al hígado al gabinete financiero

  • FOVISSSTE con resultados y sin tanta presunción

 

Por PARECE QUE en economía también se puede adoptar la frase: "En política, lo que parece... es", atribuida a Jesús Reyes Heroles, uno de los grandes ideólogos políticos de México. La situación económica, financiera y de negocios de nuestra nación se quedará este y el próximo año en evidente alergia a la bonanza en el bolsillo de la población, de quebranto para miles de micro y pequeñas empresas que están en terapia intensiva y prurito a la solvencia y liquidez, y no podremos salir de nueva cuenta de la era del endeudamiento sostenido para esta y las próximas tres generaciones. El recorte anunciado por 311 mil 800 millones de pesos al gasto sumado de 2016 y 2017 nos deja en una posición de semiparálisis económica con un crecimiento del PIB de entre 2.6 y 3.6%, según los Pre Criterios Generales de Política Económica para 2017, entregados el viernes pasado a la Cámara de Diputados, y predispone al país prolongar su crisis en finanzas públicas puesto que el precio del petróleo apenas alcanzará los 35 dólares por barril, con previsiones de caída en los ingresos vía recaudación federal. El recorte anunciado en febrero pasado por 132.3 mil millones de pesos (136.7 mil millones a pesos de 2017), y el establecido en el documento hacendario del viernes pasado por otros 175 mil 100 millones de pesos, congela cualquier expectativa de crecimiento en la economía, que es una variable fundamental para que las empresas estén sanas, la población tenga empleo formal y con dinero en el bolsillo de las familias haya consumo. En suma no habrá dinero para crecer, ni para fomentar la inversión ni para generar más empleo. Si a eso sumamos una expectativa de mercado petrolero, asfixiado por la gran oferta de producto y precios abatidos que de acuerdo con los expertos será de entre 30 y 40 dólares el costo de cada barril de 160 litros, es fácil suponer que los ingresos seguirán debilitados, a menos que nos eleven los impuestos o se inventen otros. No es difícil suponer por eso la posibilidad de hacer uso de la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), por más de 70 mil millones de dólares, en caso de una amenaza de crisis recurrente, sea por tipo de cambio, por debilidad en finanzas públicas, por escenario petrolero crítico o por otros factores exógenos. En fin, la perinola se puso a girar y para la población y los causantes cautivos en 2016 saldrá: "Todos Ponen", mientras que en 2017 para el gobierno, los legisladores y los jueces, magistrados, ministros y gobernadores caerá: "Toma Todo".

 

LA CALIFICADORA Moody's Investors Service, que en México dirige Alberto Jones Tamayo, dio un gancho al hígado al gabinete financiero y económico de México, al modificar en la semana la perspectiva de la deuda soberana de México, de estable a negativa, aunque reafirmó la calificación A3 de sus bonos de deuda. Luis Videgaray, secretario de Hacienda y su equipo, tienen tache pero no están reprobados, como Argentina o Brasil, al menos esa es la lectura que se tiene en los corrillos de especialistas. Lo anterior implica que México y sus autoridades financieras no aprobaron a pasaron de "panzazo" los exámenes de Moody's en materia de deuda y crecimiento económico. Moody's, calificadora a la que muchos acusan de cobrar mucho por poner estrellitas en la frente de empresas y naciones, señala que México tiene grandes desafíos que aumentan el riesgo para los inversionistas por el endeudamiento público y en especial el de Pemex, dadas las presiones de liquidez de la petrolera, lo que podría socavar el proceso de consolidación fiscal.

 

Ahí les dejo la conseja, la moraleja, la frase pues: "Nos llueve sobre mojado"

 

LOS CAMBIOS que esta semana hará el gobierno capitalino al Programa Hoy No Circula, que se convirtió sólo en una receptoría de rentas para engordar a las arcas locales y la carteras de las empresas que hacen negocios con el gobierno en turno, serán la lápida de las aspiraciones políticas de Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien en sólo 8 días se ganó la antipatía de los habitantes de esta atribulada zona, así como la de quienes viven en los municipios conurbados, de los empresarios, de los gobernadores de entidades vecinas, de académicos y científicos que no coinciden ni comulgan con la idea de sacar de la circulación a más de un millón de autos cada día de la semana y otro tanto los fines de semana. Pero más allá del rechazo e irritación social que se puede comprobar en redes sociales, Mancera Espinosa, con sus ideas y las de su sus colaboradores, abrió la puerta para que otro impuesto a nivel nacional se pueda imponer en México, al pretender generalizar las verificaciones vehiculares, so pretexto de reducir la emisión de contaminantes, bajar la circulación de automotores y contribuir a la salud pública. Tan fácil que es adoptar los diagnósticos de quienes usan la lógica y no las matemáticas. Para mejorar el ambiente en la CDMX es vital sustituir a micros y camiones contaminantes de transporte público; impedir el paso a camiones de carga con productos no perecederos durante el día; terminar las obras que el gobierno de Mancera y las 16 delegaciones realizan en forma cotidiana por todas las colonias de la ciudad capital; retirar su más novedoso pero repudiable reglamento de tránsito, que impide correr a más de 50 kilómetros y no permite las vueltas continuas; dejar sólo un vehículo y no dos o tres a cada funcionario público, diputado, miembro del Poder Judicial; importar gasolina de buena calidad, y proceder a un plan de sustitución de vehículos a gasolina y diésel o gas por los de tipo eléctrico o híbridos a precios accesibles y con financiamiento y plazos de pago aceptables... LAS GRÚAS que diariamente operan en la CDMX forman parte de otro negocio entre el gobierno de Mancera y empresas privadas, del cual no hay cuentas claras sobre cuotas diarias de traslado a corralones, del monto de dinero público que se destina para emplear a uniformados como choferes y ayudantes de choferes en la "pesca" de infractores en vez de utilizarlos para reducir la delincuencia, ni de los beneficios que su tarea deja al pueblo. Se puede resumir que los gruyeros ni siquiera son un mal necesario, sino que la ciudadanía los considera o califica como una jauría o grupo de bandidos con uniforme y placa que lo mismo se levantan el coche del angustiado pariente de un enfermo a las puertas de un hospital, que del apurado padre de familia que se estacionó un momento frente a un cajero automático con sus hijos dentro del vehículo, para que no lo asalten... PERO NO todo es negro en el gobierno. Hay funcionarios e instituciones que sí trabajan y ofrecen resultados. Ahí está el caso de Luis Antonio Godina, Vocal Ejecutivo de FOVISSSTE, que en los primeros 3 años de este gobierno ha destinado 112 mil 462 millones de pesos para facilitar el acceso a una vivienda a las familias de trabajadores del Estado, mientras que del 2007 al 2009 se invirtieron recursos por 100 mil 689 millones de pesos.

 

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"Todos ponen", sortilegio para la población en 2016

 Vanguardia Digital

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