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La muestra de uno de los más destacados artistas visuales de Perú incluye pintura, escultura, grabado, cerámica y piezas y retablos en madera

 

Víctor Delfín (Lobitos, Perú, 20 de diciembre, 1927) escultor, pintor y artesano peruano llega a México para exponer por primera vez una muestra individua. Este artista que cuenta con una reconocida carrera en todo el mundo es considerado uno de los maestros del arte andino.

 

“México me ha parecido hermoso, sus museos, su vegetación y la simpatía del pueblo mexicano. Es mi primera exposición individual en México, estoy encantado con el lugar, la sala es magnífica, no esperaba los espacios tan hermosos para exhibir”, señaló el artista a pocas horas de llegar.

 

“La obra que vean es una serie de lienzos de gran formato que son en general temas sobre las aves de América, y algunos paisajes de la zona andina del Perú, yo soy un pintor figurativo que trabajo tanto en la pintura como la escultura, y me encanta estas dos formas de expresarme, y luego también hago artesanías.

 

“Estar en México me hace sentir que tendré  una de las exposiciones más felices, y bueno a punto de cumplir 90 años, llego a México y sé que más vale tarde que nunca”, narró con alegría.

 

Contemporáneo y amigo del escritor Mario Vargas Llosa, cuenta que han estado juntos en muchas reuniones, y que el Premio Nobel de Literatura ha dedicado algunas palabras a su obra. “Ahora estamos empeñados y trabajando juntos para lograr un cambio político en nuestro país”, añadió quien también ha destacado como defensor de los derechos humanos y las libertades democráticas en su país.

 

Víctor Delfín hizo referencia a sus lecturas, pero reconoce que la literatura tiene su escancia muy particular y que no ha influido en su obra: “Yo parto de las artes populares de Perú, mi trabajo está muy vinculado a esos temas y al arte precolombino sobre todo de la región en donde yo nací, que está poblada de culturas muy importantes y fundamentales de Perú, con aves y elementos de la fauna y de la costa de mi país”.

 

Sus marcadas raíces por las cultura paracas (una importante civilización precolombina de antiguo Perú, 700 a.C. - 200 d.C), muestran un trabajo con una amplia gama de materiales: madera, metal, tela, acrílicos, incluso policromadas y aluminio.

 

“No hay materiales nobles, todos los materiales se ennoblecen a través de la creación. Mi tema es el arte popular, los problemas que tiene mi país, todo lo que se relaciona con Perú me interesa, un país con una gran variedad de manifestaciones culturales, y varias culturas que están tratando de sincronizarse para formar eso que llamamos mestizaje. Lo que hago no es una copia sino que trato de extraer algo de la fuerza que tenían nuestros ancestros. Yo me siento profundamente orgulloso de ser peruano”, relató el artista quien se inició a los 10 años en el dibujo.

 

Desde los años sesenta del siglo XX Víctor Delfín sorprendió con el empleo de desechos industriales y objetos metálicos en desuso dando lugar a figuras de sugerente plasticidad, cuya forma resultante contrastaba con las toscas piezas componentes. A esta etapa corresponden las colecciones Bestiario y Aves de América. Ha realizado sucesivas exposiciones de pintura, escultura y objetos ornamentales, mostrando un estilo nítidamente reconocible.

 

Sus exposiciones individuales realizadas en Lima durante esa década llamaron la atención por la convergencia de los principios y técnicas de pintura y escultura en una colección de obras que el artista llamo Retablos.

 

Varios premios y honores le han sido otorgados a Víctor Delfín, quien ha ejercido una gran influencia en su país sobre el desarrollo del arte peruano en la segunda mitad del siglo XX. Obtuvo el Premio Nacional de Pintura Ignacio Merino (1959) y el Premio Bienal Nacional de Artesanía Contemporánea de Lima (1967); fue condecorado con sus méritos artísticos por el gobierno peruano con la Cruz Peruana al Mérito Militar en grado de Caballero (1974).

 

Su casa museo de Barranco, antigua casona rediseñada por el artista y bien provista de pinturas, esculturas y otros objetos artísticos, que es al mismo tiempo su taller, es en sí misma una obra de arte de gran atractivo turístico.

 

El artista es reconocido por sus trabajos de esculturas en metal, madera, y sus pinturas de aves, caballos y otros animales, así como retratos femeninos y de familia, con un marcado acento por la vida y el paisaje andino. Su trabajo ha tenido un fuerte tema político, como la crónica de 1996 en la que denunciaba, con gran ironía, la corrupción y el autoritarismo durante el régimen de Alberto Fujimori.

 

Uno de sus trabajos mejor conocido es el monumento El beso que se exhibe desde 1993 en el Parque del Amor del distrito de Miraflores, en Lima, y que se ha convertido en un referente para los recién casados y los amantes de limeños para celebrar su boda o el Día de San Valentín el día 14 de febrero.

 

Entre sus obras más conocidas destacan el frontis de la Escuela Militar de Chorrillos (1974); la escultura Túpac Amaru (2000) para la capilla del Hombre de la Fundación Guayasamín en Quito, Ecuador. Su arte ha sido exhibido en toda América del Sur y Norteamérica, así como en diversos países de Europa, y se encuentra en museos y colecciones privadas.

 

La exposición Delfín se inaugurará este jueves 7 de abril a las 19:30 horas en la Fundación Sebastian y permanecerá abierta hasta el 7 de mayo. La Fundación Sebastian se ubica en Avenida Patriotismo No. 304, colonia San Pedro de los Pinos, entre Calle 7 y Calle 5. Delegación Benito Juárez

El artista plástico Víctor Delfín presenta en México su primera exposición individual

 Vanguardia Digital

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