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Eduardo Orihuela Estefan tiene pinta de triunfador. ¡Y cómo no! Al joven michoacano, ex diputado local e hijo único varón del senador José Ascención Chón Orihuela Bárcenas, la vida le ha sonreído como él sonríe en esas fotos que presume en su página de Facebook al lado del coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, y el gobernador electo de Colima, Nacho Peralta.

Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
Correo: sanchezlimon@gmail.com
Twitter: @msanchezlimon 

Enfundado en un fino abrigo largo color beige, Orihuela junior platica y comparte sonrisas con Gamboa y Peralta. Es la fría mañana del pasado jueves 28 de enero en instalaciones del Senado de la República; se observa el intercambio de impresiones en corto. Una toma, otra toma, una más.

 

¿Habrá platicado Eduardo Orihuela a Gamboa Patrón la estrategia golpista que estaba a punto de consumar para apoderarse de una importante organización de parvifundistas militantes del Partido Revolucionario Institucional?

 

Y es que, a la mañana del día siguiente, viernes 29, al frente de un nutrido grupo de acarreados en autobuses de primera, llegados de entidades cercanas a la Ciudad de México, que se hicieron pasar como propietarios rurales, el joven Orihuela Estefan, consumó el golpe atisbado semanas antes y fue ungido dirigente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, la CNPR que el próximo sábado 6 de este mes cumplirá setenta años de fundada y de pertenecer al PRI.

 

Fue una ceremonia ilegal. Los estatutos de la CNPR determinan que la ceremonia de protesta debe celebrarse en sus instalaciones, mas no en su exterior, es decir, en la calle, como fue el apresurado acto protocolario protegido por la fuerza pública capitalina que prácticamente echó del lugar a los auténticos miembros de esta organización.

 

El asunto fue abordado por diarios que se editan en la ciudad de México como un pleito entre propietarios rurales, casi de lavadero; desdeñaron la protesta de personajes del nivel casi histórico de Salomón Faz Sánchez y el ex senador José Bonilla Robles, quienes llevaban la documentación que demuestra la legalidad de su representación y la fincada protesta contra los golpistas.

 

La unción del junior Orihuela se entiende como una medida para encubrir a la ex diputada federal priista María Esther Terán Velázquez, que se enamoró del cargo y lo ejerció ilegalmente durante tres años más después de haber concluido su gestión. Es un asunto en el que están involucrados la ex diputada federal, el ex diputado local y el senador Ascensión Orihuela, cuya influencia sirvió para que policías capitalinos, de la llamada Fuerza de Tarea, se apersonaran y acordonaran un tramo de la avenida Chapultepec para que el joven Orihuela Estefan, junto con sus incondicionales y acarreados se apropiaran de la CNPR, la fría mañana del pasado viernes 29 de enero.

 

Vaya complicación para el PRI. La campaña electoral en busca de ganar doce gubernaturas, no es día de campo para Manlio Fabio Beltrones. Negociaciones, cabildeos, compromisos, firma de pactos para evitar fisuras en el tricolor, sin duda provocan insomnio al presidente nacional del PRI.

 

Y, en este tránsito rumbo a las urnas el próximo 5 de junio, Manlio deberá atender este conflicto que le provocará severo dolor de cabeza, con la rebelión de los propietarios rurales que desde hace 70 años decidieron organizarse y sumarse al PRI. Son votos que pesan a lo largo del campo mexicano y que han sido factor de triunfos frente a la oposición.

 

Los juegos de poder en México y el abuso de éste se fincan en la impunidad, como es el caso de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR). Es mala señal que legisladores cuya misión es ser garantes del Estado de Derecho, endosan canonjías y se escudan en el fuero para apoyar la maniobra leguleya que tuerce el brazo a la ley.

 

Orihuela y socios aseguran que ganaron una elección. Mas no aclaran que no hubo oposición, es decir, no hubo otra planilla porque nunca se convocó a elección de dirigencia. Se violentaron los estatutos de la CNPR. En el exceso, en la nueva directiva aparece un funcionario de la Financiera Rural, identificado como Iván Ulises López.

 

Si de suyo es grave que se haya consumado el golpe, peor aún es que fue perpetrado con la anuencia e interés de un senador, José Ascensión Orihuela, una ex diputada federal, María Esther Terán Velázquez, y un legislador local, Eduardo Orihuela Estefan, tres partes interesadas en convertir esta organización septuagenaria en algo poco menos que un bastión para sus propios beneficios.

 

La CNPR es una organización que reivindica una membresía de unos 2.5 millones de productores y la producción de entre 60 y 70 por ciento de los alimentos que se generan en México, pero que resiente ya los estragos de los abusos de poder y la ilegalidad que la flagelan hace al menos tres años.

 

Así, personajes salidos de la chistera del mago corrupto, se aliaron para que el junior Orihuela Estefan “jurara” al cargo de presidente de la CNPR para el periodo 2016-2019 en plena vía pública, un hecho que por sí solo refleja la irregularidad de esta juramentación y que carece de antecedentes.

 

Nunca en la historia de esta organización, que tuvo tiempos de esplendor bajo las conducciones de dirigentes como Salomón Faz Sánchez, Jesús González Gortázar y José Bonilla Robles, se había visto que una “dirigencia” asumiera en la calle, tomada además por policías, agentes de fuerza de tarea y algunos esbirros, éstos últimos atrincherados en la sede de la CNPR en el 412 de la avenida Chapultepec  de esta ciudad el último viernes de enero.

 

De hecho, Faz Sánchez, Bonilla Robles y el presidente  interino de la CNPR, Federico Sánchez Reyes, calificaron a la unción del junior Orihuela Estefan, como una payasada y traición a los genuinos productores del país.

 

¿Quién convenció al joven Orihuela para ser personaje central en un juego político insultante para el sentido común? Pésimo papel de cacique de tercera el del senador Chon Orihuela si, como se observa, apoyó el golpe de su vástago a una organización que transita en linderos del desprestigio y la política chicharronera y oportunista. Digo.

 

MIÉRCOLES. En el marco de la estrategia del Gobierno Federal de entregar apoyos en 23 estados a la población vulnerable por los fríos intensos que afectan a casi todo el país, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Estrada estuvo en Puebla donde encabezó el reparto de 52 mil cobertores, 52 mil colchonetas y 13 mil despensas, a familias de 45 municipios de la entidad.

 

Acompañado del gobernador Rafael Moreno Valle y de Mónica Aspe, subsecretaria de Comunicaciones, Ruiz Esparza aprovechó el acto para alertar a los asistentes sobre las medidas de precaución que deben tomar ante la amenaza del virus del Zika. Conste.

 

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Orihuela junior, golpista de pedigrí

 

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