En medio de la crisis ambiental que se vive en la llamada Megalópolis de la Ciudad de México apenas se mencionó tímidamente por parte del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el tema de la calidad de las gasolinas como uno de los detonantes que nos mantienen a quienes vivimos en la capital bajo un régimen de inmovilización temporal con el llamado “Hoy No Circula” aplicado de forma pareja a pesar del año del automóvil u holograma que tenga.
Sin embargo, el tema de la calidad de las gasolinas en México no es nuevo. Desde hace años se ha cuestionado que son altamente cancerígenas, contaminantes, además de que dañan los motores de los vehículos.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) no ha dicho ni media palabra del tema. Tampoco el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano se ha referido al tema. Por el contrario presume ante la UNO supuestos logros de México en materia ambiental y de saneamiento de aguas.
Sin embargo, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) desde el 2013 expuso el tema de la pésima calidad de las gasolinas que se venden en México y de las cuales el 53 por ciento ya son importadas.
En un informe entregado en el Senado se exponía que además de pipas incompletas o rellenadas con agua y otros compuestos químicos por parte de Pemex a las 11 mil 500 estaciones de servicio en el país, los controles de calidad era nulos por lo que se registraron descomposturas masivas de vehículos en Ciudad Juárez y otros lugares del país.
Desde el 2013 la Amegas presentó a la Comisión de Energía del Senado, que era presidida por David Penchyna Grub, un informe sobre esta situación y solicitaban al gobierno federal elaborar Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en materias de metrología, control, cantidades y calidad de las gasolinas entregan las pipas de Pemex a las 11 mil 500 gasolineras en el país.
“Se pide valorar la calidad de las gasolinas y el diésel que produce y distribuye Pemex, ya que sobrepasan los niveles de azufre y no se cumplen las NOM que estableció la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)”, añade el documento.
Se cuestionaba la calidad de las gasolinas mexicanas por lo obsoleto del Sistema Nacional de Refinación de Pemex. Sin embargo, recientemente la Amegas que preside Pablo González también denunció que los combustibles que está importando México no cuentan con controles o protocolos que garanticen son limpios, que no son contaminantes, ni dañan la salud.
La Secretaría de Energía (Sener) aseguró que la calidad de estas compras por parte de Pemex está garantizada por una acreditación que realiza un laboratorio del país de origen. Es decir, el mismo país que vende, auto certifica la calidad de sus combustibles. No lo hace el gobierno mexicano.
Así las cosas, mientras los capitalinos nos colgamos de los microbuses por el endurecimiento del “Hoy No Circula” nadie con seriedad en los gobiernos federal, de la Ciudad de México o de los estados vecinos ha cuestionado que tal vez la gasolina-veneno que produce o importa Pemex y que nos vende a un precio muy caro, además nos está matando. Bendita Reforma Energética. Tal Cual.
¿Y las gasolinas?
Vanguardia Digital
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