En 1931 los trenes tirados por mulas fueron sustituidos por modernos tranvías eléctricos. En 1931 los trenes tirados por mulas fueron sustituidos por modernos tranvías eléctricos. México, (Vanguardia en Línea).- Tras la desaparición en 1931, de los trenes jalados por mulas y el surgimiento del tranvía eléctrico, la Ciudad de México entró en una época de modernidad en el transporte masivo de pasajeros y mercancías. Hoy a 85 años de distancia, la megalópolis cuenta con uno de las redes más avanzadas de Metro del mundo —quinto en la escala—, capaz de llevar y traer a 5.3 millones de personas por día.
Inaugurado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz el 4 de septiembre de 1967, el Metro de la capital azteca lució sus primeros 12.6 kilómetros, con sus flamantes 16 estaciones —entre Zaragoza y Chapultepec— que conformaron la línea 1.
El crecimiento de la red ha sido notable y hoy existen 12 líneas que dan servicio a la ciudad de México y y diversos municipios conurbados del Estado de México. 124.967kilómetros de subterráneo; 63.253 de vias superficiales y 30.066 elevadas. Un total de 218.016 kilómetros que entretejen una telaraña considerada como columna dorsal del transporte capitalino.
Uno de los cuatro puestos centrales de control del STC.Uno de los cuatro puestos centrales de control del STC. Mantener funcionando cada día este medio de transporte implica un gran esfuerzo por el personal del Sistema de Transporte Colectivo (STC) y un verdadero alarde de responsabilidad, técnica y conocimiento de conductores y reguladores en los cuatro puestos centrales, conocidos como PCC —apoyados por uno de monitoreo—, donde está el centro neurálgico de la red.
Bien podría compararse a un regulador del metro, con un controlador de avión, solo que en tierra o bajo ella, ya que cada tren puede transportar hasta mil 300 personas. El nivel de responsabilidad es muy alto.
Cada línea tiene un tablero —unos son análogos y otros totalmente digitales—, lo que permite saber cualquier cosa que pase en el recorrido de los trenes, en las estaciones y los andenes por los que transitan millones de personas.
El Ingeniero Moreno es el responsable de la operación. El Ingeniero Moreno es el responsable de la operación. El ingeniero José Luis Moreno Torres, director de transportación del Metro es el responsable del buen funcionamiento de esos centros de control, ubicados en las instalaciones del STC de la Calle de Delicias, en el corazón de la capital. En un recorrido por las instalaciones con los directores de los medios electrónicos que integran “Vanguardia en Línea” explica que más de 55 mil millones de personas han viajado en el Metro capitalino en 47 años de su operación.
Los PCC —1 y 2— donde se controlan las seis primeras líneas son espaciosos. Cada una de las consolas agrupa los sistemas de cómputo y comunicación. Cada uno de los operadores sabe dónde se encuentra cada tres, en cada estación, sus tiempos, avances y atrasos. Cualquier incidente es de inmediato detectado, así sea un problema con el cierre de puertas.
Los convoyes del Metro operan de manera automática —explica el funcionario—, los conductores no tienen el control, más allá de la apertura y cierre de puertas y de la operación del llamado anillo del “hombre muerto”. Es un dispositivo que debe ser sostenido para que el tren avance, si se suelta, de inmediato se aplican los frenos.
Tablero de control de una de las líneas. Tablero de control de una de las líneas. Entre los dos centros de control existen diferencias. El primero tiene tableros análogos, con sus luces rojas y amarillas. Es para las líneas 1 a la 6. El otro, con sus tableros digitales controla el resto de las líneas, Existe otro en Guelatao para la Línea A y el de Tláhuac para la famosa Línea Dorada. No hay dato que se pierda y que no se registre en una base de datos.
En cada línea el tablero de operación se divide en tres partes: El control horario la teletransmisión de la ubicación y la alimentación eléctrica que debe permanecer estable en 750 voltios. Con esa información los controladores del PCC pueden ordenar distintas maniobras para minimizar los problemas que al final se traducen en retrasos en el servicio.
Los llamados reguladores en su operación diaria. Los llamados reguladores en su operación diaria. En el PCC la incidencia que más se atiende se refiere a un uso indiscriminado de la palanca de emergencia. Se calcula que el dispositivo se acciona por parte del usuario unas 15 veces por día y por línea. Dependiendo la causa, ello provoca una interrupción de entre 3 y diez minutos. Si una persona cae a las vías, su recuperación podría llevar hasta 30 minutos, en caso de fallecimiento.
Así resulta difícil evitar los atrasos en la llegada y salida de los trenes de las estaciones pues se calcula que cada día se acumulan entre 30 y 60 minutos de inamovilidad por cada una de las líneas, lo que muchas veces causa desesperación entre los millones de usuarios, en especial en las horas pico.
El metro capitalino moderno y eficiente
Vanguardia Digital
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