En una de las fotografías tomadas por el staff de la Presidencia de la República, en el acto protocolario celebrado en Palacio Nacional durante la recepción al papa Francisco, en las primeras filas, sonriente aparece Jesús Vizcarra Calderón, empresario exitoso, político priista a quien la maledicencia del fuego amigo y de sus contrincantes apisonó su derrota en la contienda por el gobierno de Sinaloa.
Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
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En diciembre de 2009 estaba arriba en las encuestas, por encima incluso del entonces senador priista Mario López Valdez (Malova), como aspirante a la candidatura del PRI para suceder a Jesús Aguilar Padilla en el gobierno estatal, pero la publicación de una añeja fotografía, que databa de una celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, 20 años atrás, en la que aparecía junto con Ismael “El Mayo” Zambada y otras personas de malos antecedentes, lo acusaba de vínculos con el narcotraficante.
Esa versión dio en la línea de flotación de las aspiraciones de Vizcarra, quien finalmente, en las elecciones de 2010 perdió ante Mario López Valdez, quien le había disputado la nominación por el PRI pero, como le fue negada, se fue el PAN y, en alianza con el PRD y Convergencia ganó la gubernatura.
Vizcarra Calderón estaba arriba en las encuestas, pero perdió; el fuego amigo en la guerra de lodo lo despeñó hacia la derrota. Mantiene su militancia priista y tiene una espléndida cuanto pública amistad con el presidente Enrique Peña Nieto. Haber sido uno de los invitados especiales del Presidente de la República a la recepción del Papa en Palacio Nacional, es muestra incuestionable.
Con esa relación bien podría considerarse que Vizcarra estaría en caballo de hacienda para ir por la revancha en Sinaloa. Y se habría significado como una bofetada con guante blanco hacia Malova, con quien es pública su mala relación; por elementales razones.
Vizcarra se mantiene puntero en la preferencia electoral de los sinaloenses, de suerte que si hoy fuera la elección de gobernador, ganaría de calle. Pero desde el año pasado se descartó como aspirante en segundo intento a contener por la gubernatura.
A la referencia que le hice, en octubre del año pasado, de que estaba arriba en las encuestas como aspirante al gobierno de Sinaloa, Jesús Vizcarra fue tajante y me respondió: “Nada de eso; nada”. Y se descartó de la carrera por la nominación priista.
Descartado Vizcarra, la preferencia electoral se orienta hacia el diputado local y dirigente del Partido Sinaloense (PAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien avanza rumbo a la nominación de la alianza PAS-PAN al gobierno estatal.
¿Y el candidato tricolor Quirino Ordaz Coppel? El empresario y diputado federal priista con licencia no figura. El pre candidato del PRI al gobierno de Sinaloa no es un político conocido, pese a haber sido funcionario público en la administración de Jesús Aguilar Padilla y amigo del presidente Enrique Peña Nieto.
Candidato del PRI al gobierno de Sinaloa, Quirino estaba ausente de las encuestas publicadas el año pasado y principios del actual. Ganó la elección a diputado federal por el Distrito 8 de Sinaloa, pero en el estado no es un personaje conocido. Desde Los Pinos viene el tejido del impulso al abogado Ordaz Coppel.
Así, el PRI le apuesta a recuperar Sinaloa en la elección del próximo 5 de junio. Pero su precandidato no prende ni conmueve al electorado, en contraste con los actos encabezados por Cuén Ojeda, a quien ya le han comenzado a hurgar en la vida pública y, sobre todo, en la privada para exponerlo en la elemental descalificación que lo descarrile de esta carrera en la sucesión de Malova.
Héctor Melesio Cuén Ojeda está decidido a dar la batalla, con abiertas posibilidades de ganar la contienda. Conoce de estos asuntos de la política en las ligas mayores.
Y ha demostrado que sabe de estos menesteres. Sólo por citar el caso del Partido Sinaloense, Cuén Ojeda lo fundó en 2013 y actualmente ocupa tres curules en el Congreso de Sinaloa y varias regidurías. El crecimiento e influencia del PAS ha sido exponencial en los últimos tres años, con el logro de un importante capital político respaldado por importantes grupos de panistas que, incluso en el propio Legislativo estatal le han brindado su apoyo para ser el candidato de la alianza PAS-PAN al gobierno de la entidad.
Héctor Melesio Cuén Ojeda fue rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, alcalde de Sinaloa merced a una alianza del PRI con el PVEM y el PANAL, aunque solicitó licencia definitiva al cargo para fundar al PAS. Hoy nadie duda de que en la contienda interna por la candidatura de la alianza PAN-PAS, Cuén Ojeda se impondrá a sus contrincantes Roberto Cruz Castro y Martín Heredia Lizárraga.
Cosas de la vida política. El PRI está en severo riesgo de no recuperar el gobierno de Sinaloa y ser derrotado por un partido local, de esos que al priismo suele no causarle impresión y temor alguno. ¿Será a propósito? Mire usted, Quirino Ordaz tiene todas las características del candidato elegido para perder. Salvo que nos vaya a resultar garbanzo de a libra, la de Sinaloa es la apuesta del PRI. Vendrá la embestida contra Héctor Melesio. Conste.
LUNES. En esto de las impunidades crece la sospecha que al ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, no lo tocarán. ¿A cambio de qué? Digo.
@msanchezlimon
Vanguardia Digital
PRI, apuesta por Sinaloa