Para quienes no conocen la historia, la resumiré así: Se dice que esta familia recibió la maldición de un gitano, que produce en los varones un extraño sortilegio: al enamorarse instantáneamente creen tener súper poderes, muriendo al tratar de comunicarse con los lobos, intentando detener un tren o queriendo volar.

Como un circo ambulante, el “Freak Show” se presentó en esta vez en el Teatro Mitre de Jujuy y allí ofreció fuego y luces (a cargo de Delfín de la Torre y Andrea Espinasi) para atraer a los transeúntes, muy típico de los espectáculos de pueblo, aunque estaba haciendo mucho frío esa noche, mientras que en el hall del teatro estuvieron Bárbara Abraham, Martina Femayor y Mauro Cari como mimos que entretenían al público mientras dentro de la sala terminaban los detalles para la función. Los mimos estuvieron acompañados por la música de guitarra interpretada por Facundo Cáceres.

Este espectáculo de maldiciones y de circo es una producción de la compañía La Sombra, que tiene como protagonistas a Juan Pablo Dumon, como el presentador; Juan Gabriel Albesa, el último descendiente de la familia Cormaneja y Agustina Orquera, quien asume el papel de la bella victimaria que – sin saberlo – hará que se cumpla la maldición… o no.

La dirección de tragicomedia teatral de Martín Giner es de Gabriela Espinoza, quien en esta segunda temporada incorpora a Virginia Iriarte como la asistente del presentador, dándole así mayor colorido a la escena, porque ella está vestida de payaso con muchos tonos que divierten y a la vez es un personaje que sirve de apoyo al presentador en sus movimientos y acciones.

Si en la primera temporada el escenario estaba vacío, solo con pequeños elementos de utilería, en esa ocasión el escenario se asemeja más a una gran carpa con listones de colores que dan la sensación de estar viendo la pista principal del circo. Además hay otras sorpresas que no revelaré, para que asistan a la obra.

Aunque ya había visto la obra en su primera temporada, verla ahora es como una nueva experiencia por los agregados en cuanto a la previa de la obra y la ayudante de dueño del circo. Además, también está la incorporación de Agustina Orquera, quien tiene una vena para la comedia, mezclada con una inocencia femenina que hay que seguirle la pista porque puede ser una revelación como actriz en estos campos.

Dumon y  Albesa repiten en sus personajes y mientras el segundo se nota que tiene el personaje bien aprendido, con los movimientos estudiados, Dumon – en el estreno de la segunda temporada – estaba acelerado, tanto que en algunos momentos los textos los decía montados unos sobre otros y hasta tenía que repetir el parlamento para que el público entendiera el texto y sus compañeros supieran dónde era la entrada de ellos. Sin embargo es de destacar la gestual con que ha construido su personaje, mezcla de sádico con un caballero de un escenario circense de gran envergadura, lo que le da un aire de misterio que hace interesante su actuación.

Espinoza reinventa su dirección en esta temporada al agregar personajes y situaciones para que el espectador se entretenga aunque hay que aclarar que el acto principal de este circo se basa en el amor, las emociones y la manipulación, por lo que si piensan ver a la mujer obesa, la mujer barbuda, o a las hermanas siamesas, esas no están aquí… pero conociendo a la directora tal vez en otra oportunidad puedan estar, así que es mejor no perderse las próximas funciones porque uno nunca sabe lo que pueda aparecer en las tablas, o esa es mi Visión Particular

Francisco Lizarazo

@visionesp