top of page

Aquel día de septiembre de 2009, al centro del salón habilitado como comedor en la zona de Los Cristales, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, un joven canoso prematuro y vestir Metrosexual, se presentaba en sociedad ante periodistas, diputados federales, invitados y colados. Era Fernando Morales Martínez, diputado federal que presumía haber arrasado en el Distrito 8 de Ciudad Serdán, Puebla.

Columnista del periódico La Crónica de Hoy. Director del portal Entresemana.
Correo: sanchezlimon@gmail.com
Twitter: @msanchezlimon 

¿Y cuál es tu profesión?, se le preguntó.

 

-Me dedico a los bienes raíces—respondió sonriente. Siempre sonriente y de trato amable, aunque era sabido su voluble carácter.

 

Pertenecía a la debutante LXI Legislatura y formaba parte de la bancada tricolor coordinada por Paco Rojas Gutiérrez, quien después coordinaría la embestida, junto con el entonces legislador oaxaqueño Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, contra Manlio Fabio Beltrones para desbarrancar su aspiración a la candidatura presidencial. En fin.

 

Estábamos con el joven poblano nacido en 1969. Daba órdenes, se tomaba la foto, se presentaba y bromeaba con algunos reporteros. Y presumía el platillo traído desde la ciudad de Puebla de los Ángeles: chiles en nogada, amén de unas cemitas de milanesa aderezada con chile chipotle, queso ranchero en tiras y pápalo quelite.

 

Repartía, junto con sus asistentes y damas poblanas de buen ver, dulces regionales, camotes y acitrones, merengues y borrachitos azucarados. Y sonrisas, muchas sonrisas.

 

Venía de ser diputado local en la LVI Legislatura poblana y presumía en su hoja curricular un ramillete de cargos, además de la profesión de abogado, notario y otros etcéteras. Por supuesto, dueño de esa insolencia y soberbia que le caracterizó como junior, no presumió ser hijo del ex gobernador del estado de Puebla, Melquiades Morales Flores.

 

Nacido en pañales tricolores y educado en la tranquilidad y prosperidad de una familia beneficiaria del sistema político priistas, tampoco refirió su jurada amistad con Rafael Moreno Valle Rosas, en esos días senador panista –de nacencia priista--que se aprestaba a solicitar licencia para asumir la candidatura de la alianza Compromiso por Puebla, integrada por el PAN, el PRD, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y el Partido Nueva Alianza.

 

Finalmente, el 4 de julio de 2010, Moreno Valle Rosas ganó la elección al priista Javier López Zavala.

 

En esos días, Manlio Fabio Beltrones coordinaba a los senadores del PRI, había sido compañero de bancada de Moreno Valle Rosas en la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados.

 

Tiempos aciagos cuando la coordinadora de la diputación federal del PRI, Elba Esther Gordillo Morales, fue defenestrada del cargo por su abierta simpatía y colaboración con el gobierno de Vicente Fox Quesada. Manlio estuvo al frente de esa operación que benefició a Emilio Chuayffet, quien asumió la coordinación y Beltrones la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara baja. Rafael Moreno Valle y otros integrantes del equipo de la maestra, entre ellos Miguel Ángel Yunes Linares, renunciaron a la bancada y luego al PRI.

 

Y, mire usted lo que es la vida. Fernando llegó a ser dirigente del PRI en Puebla, justo en los días de mayor desencuentro entre el tricolor y Moreno Valle Rosas. Pero.

 

Al final, Fernando sucumbió a su arraigada amistad e intereses trabados con Rafael, quien lo hizo parte de su equipo de trabajo como subsecretario de Desarrollo Político y Participación Ciudadana, cargo al que recién renunció para irse a la campaña de Antonio Galy Fayad, candidato al gobierno poblano por la coalición denominada “Sigamos Adelante”, integrada por el PAN, el PANAL, el PT y los partidos locales Pacto Social de Integración y Compromiso por Puebla.

 

Rafael Moreno Valle Rosas echó sus cartas para enraizar su cacicazgo y abonar en la ruta de la sucesión presidencial. Sus amistades e intereses tienen cargos y operan para su feudo. Tony Fayad se apresta a derrotar a la candidata del PRI, la senadora con licencia Blanca Alcalá Ruiz. Su hijo José Antonio Gali López renunció a su cargo en el gobierno estatal –coordinador general de Vinculación Interinstitucional y Atención Ciudadana-- para sumarse a su campaña.

 

Fernando Morales conoce al PRI tanto como Moreno Valle, quien tiene a otro delfín en la Cámara de Diputados, en una especie de curso intensivo para el Senado. Se trata de Juan Pablo Piña Kurczyn, hijo del ex gobernador Mariano Piña Olaya; viene de ser Jefe de la Oficina del gobernador, aunque al arranque de la administración morenovallista, durante 17 meses, se desempeñó como secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública. Un fiasco.

 

Sí, desde hace cinco años, como antes en los tiempos del PRI todopoderoso, Puebla es gobernada por un grupo que tiene lazos familiares, de complicidades y compadrazgos, intereses e impunidades. Por ejemplo, Rafael Moreno Valle Rosas cuando secretario de Finanzas del gobierno de Melquiades Morales Flores, fue víctima de un asalto en su residencia, de donde los ladrones se llevaron más de 70 millones de pesos. El asunto fue cerrado y nadie sabe, nadie supo.

 

Hoy, Tony Gali, después del curso intensivo como alcalde de la Angelópolis, en terreno apisonado con recursos públicos inició el periplo en busca de la mini gubernatura de dos años en Puebla, tiempo suficiente para cubrir la espalda al virrey Moreno Valle Rosas, tenderle el manto de la impunidad y los dineros públicos para impulsar su sueño de ser Presidente de México.

 

Y ese equipo que anda en la apuesta con Gali, más el que despacha en el gobierno con Rafael, es el mismo al que sin duda alguna se refirió este martes Manlio Fabio Beltrones, en la entrevista que concedió en el Complejo Cultura Universitario de Puebla, luego de la presentación de la propuesta "Visión del Estado de Puebla" de Blanca Alcalá Ruiz, candidata del PRI-PVEM-PES al gobierno poblano.

 

--Sobre este discurso que pronuncia en el evento, al parecer hay un mensaje para Melquíades, en el sentido de que se sume realmente a la campaña de Blanca Alcalá. ¿Nos podría explicar un poco de esto?—le preguntaron al presidente del CEN del PRI.

 

-- El ex gobernador Melquíades Morales es delegado regional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en varios estados del norte del país. Es un hombre leal con su partido, y convencido de lo que su partido ha propuesto, entre a ellos a él mismo, cuando fue legislador o cuando fue gobernador. No tengo ninguna duda de su participación en la campaña de Blanca Alcalá—respondió Manlio.

 

--Pero hay varios integrantes de su familia que están apoyando al otro candidato.

 

--Estoy hablando de Melquíades Morales, de su persona y de su lealtad. No podría, de ninguna manera, juzgar a su familia.

 

De la denuncia ante la Fepade, dijo que también se presentó ante el Instituto Nacional Electoral y que, acotó, “estamos convencidos procederá por el uso de recursos públicos --que son de todos los poblanos-- solo en beneficio de un partido político”.

 

Pero, cuando se le planteó que se está utilizando al Instituto Electoral del Estado en esta cargada, a favor de Gali, hubo quienes interpretaron la respuesta con el calificativo a los consejeros electorales. En realidad alude a quienes se beneficiarían de la elección amañada, es decir, el grupo político del virrey Moreno Valle.

 

-- Están pidiendo la destitución de los consejeros, ¿usted apoyaría como dirigente nacional del PRI esta propuesta?—preguntaron a Beltrones.

 

-- A todos aquellos que no se comporten como verdaderos consejeros independientes, sí. Nosotros estaríamos pensando que cualquiera de los consejeros que no se comporte de manera independiente, habrá de ser denunciado. Porque Puebla lo que merece es una elección en donde salgan ganando los poblanos y no solamente un grupo de  facinerosos—recalcó Manlio y con ese calificativo resumió todo lo que representa la camarilla de Moreno Valle. Polvos de aquellos lodos. Conste.

 

MIÉRCOLES. ¿Perdió popularidad Miguel Ángel Mancera? ¿En serio? Digo.

 

sanchezlimon@gmail.com

www.entresemana.mx

@msanchezlimon

Vanguardia Digital

Puebla, los facinerosos

 

bottom of page